sábado, 23 de agosto de 2014

Kent Brantly: Médico misionero sanado de ébola: Su Discurso en Español

En esta ocasión me gustaría presentar un maravilloso discurso que el médico misionero Kent Brantly (1981-) ha pronunciado tras ser dado de alta como alguien totalmente sanado del virus del ébola.

Un hombre de profundas convicciones cristianas, desde una edad temprana, este texano manifestó su deseo de convertirse en misionero y servir a Dios ayudando a su prójimo. Kent obtuvo un grado en estudios bíblicos y más tarde decidió prepararse específicamente como médico misionero, por lo cual se graduó de la "Heritage Christian High School" en Indianapolis y en 2009 egresó de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos.

El Dr. Brantly ha participado en viajes misioneros en países como Uganda, Honduras,  Tanzania, Nicaragua, y Haití, donde ha trabajado para ayudar a la gente necesitada. Sin embargo, el 2013, viajó a la ciudad de Monrovia, en Liberia como parte del equipo caritativo de la organización cristiana Samaritan's Purse (La Colecta Samaritana). 



Tras contraer el virus del ébola, fue repatriado a Atlanta, E.U.A. con el fin de recibir tratamiento experimental y cuidados intensivos procurando su recuperación. 

Brantly pronunció el siguiente discurso en la conferencia de prensa que dio al salir del Emory University Hospital, el 21 de agosto de 2014. Ésto fue transmitido en vivo por la cadena CNN, en inglés:
"Hoy es un día milagroso. Me siento feliz de estar vivo, de estar bien y de reunirme con mi familia. Como médico misionero, nunca me imaginé estar en esta posición. Cuando mi familia y yo nos mudamos a Liberia el pasado octubre, para comenzar un período de dos años trabajando con Samaritan's Purse, el ébola no estaba en el radar. Nos mudamos a Liberia porque Dios nos llamó para servir al pueblo de Liberia. 
En marzo, cuando nos enteramos de que el ébola estaba en Guinea y se había extendido a Liberia, comenzamos a prepararnos para lo peor. No recibimos nuestro primer paciente con ébola sino hasta junio, pero cuando llegó, estábamos listos. Durante el curso de junio a julio, el número de enfermos de ébola aumentó de forma constante, y nuestro equipo increíble en el Hospital ELWA se hizo cargo de cada paciente con gran cuidado y compasión. También tomamos todas las precauciones para protegernos de esta terrible enfermedad, siguiendo los lineamientos de la MSF y la OMS por seguridad. 
Después de llevar a Amber y a nuestros hijos al aeropuerto para que regresaran a los Estados Unidos en la mañana del domingo 20 de julio, me dediqué de lleno a mi trabajo, incluso más que antes, trasladando pacientes a nuestro nueva y más grande unidad de aislamiento, formando y orientando al nuevo personal, y trabajando con nuestro oficial de Recursos Humanos para cubrir nuestras necesidades de personal. Tres días después, el miércoles 23 de julio, me desperté sintiéndome enfermizo y luego mi vida dio un giro inesperado cuando me diagnosticaron con el virus de la enfermedad del ébola. Mientras estuve en mi cama en Liberia durante los siguientes nueve días, enfermándome más y debilitándome a cada día, le pedí a Dios que me ayudara a ser fiel aun en mi enfermedad, y oré para que en mi vida o en mi muerte, Él fuera glorificado. 

"Para entonces, no sabía, aunque ya me he enterado, de que había miles, tal vez incluso millones de personas en todo el mundo, orando por mí a lo largo de esa semana, e incluso hasta el día hoy. Y he escuchado historia tras historia de cómo ésta situación ha impactado la vidas de personas en todo el mundo, tanto entre mis amigos y familiares, como también entre completos desconocidos. No puedo agradecerles lo suficiente por sus oraciones y por su apoyo, pero lo que puedo decirles es que sirvo a un Dios fiel que responde a las oraciones. 
"A través de los cuidados de Samaritan's Purse y el equipo misionero SIM en Liberia, el uso de un fármaco experimental, y la experiencia y recursos del equipo de atención médica en el Hospital de la Universidad de Emory, Dios salvó mi vida: una respuesta directa a miles y miles de oraciones. 
"Estoy sumamente agradecido con todos aquellos que estuvieron involucrados en mi cuidado, desde el primer día de mi enfermedad hasta el día de hoy - el día que se me da de alta en Emory. Si tratara de agradecer a todos, sin duda alguna olvidaría mencionar a muchos. Pero sería negligente si no diera las gracias al menos a algunos. Quiero agradecer a Samaritan's Purse, que me ha cuidado y a mi familia como si fuéramos su propia familia. Gracias a la comunidad de SIM Liberia. Ustedes me cuidaron y me ministraron durante la experiencia más difícil de mi vida, e hicieron esto con el amor y la misericordia de Jesucristo. 
Gracias al Hospital de la Universidad de Emory y en especial al personal médico en la unidad de aislamiento. Me trataron con mucha maestría, y sin embargo, con mucha ternura y compasión. Durante las últimas tres semanas ustedes han sido mis amigos y mi familia. Y así, muchos de ustedes me ministraron, no sólo físicamente, sino también espiritualmente, lo que ha sido una parte importante de mi recuperación. Nunca los olvidaré ni todo lo que han hecho por mí. Y gracias a mi familia, a mis amigos, a mi familia de la iglesia y a todos los que me levantaron con oración, pidiendo por mi curación y recuperación. Por favor, no dejen de orar por el pueblo de Liberia y el África occidental, y por un final rápido término a esta epidemia de ébola. 
Nancy Writebol, otra misionera cristiana contagiada de
ébola, fue dada de alta el mismo día que Kent.
Mi querida amiga, Nancy Writebol, al salir del hospital, quiso que yo compartiera su gratitud por todas las oraciones en su nombre. En el momento en que salió de su habitación de aislamiento, lo único que pudo decir fue: "A Dios sea la gloria". Nancy y David están pasando juntos mucho tiempo necesario. 
Gracias por su apoyo a través de toda esta dura prueba. Mi familia y yo ahora nos iremos lejos por un período de tiempo para volver a conectarnos, calmarnos y seguirnos recuperándonos físicamente y emocionalmente. Después de que me haya recuperado un poco más y recobrado algo de mi fuerza, esperamos poder compartir más sobre nuestra historia, pero por ahora, necesitamos algo de tiempo juntos después de haber estado más de un mes separados. Apreciamos tener la oportunidad de pasar algún tiempo en privado antes de hablar con algunos de ustedes que han expresado su interés en saber más sobre nuestro viaje. Gracias por concedernos eso. 
Una vez más, antes de que se irme, quiero expresar mi más profunda y sincera gratitud a Samaritan's Purse, a SIM, a Emory y a todas las personas involucradas en mi tratamiento y cuidado. Por sobre todo, estoy eternamente agradecido con Dios por haber salvado mi vida y me alegro por cualquier atención que mi enfermedad haya atraído a la difícil situación en África Occidental en medio de esta epidemia. Por favor, continúen orando por Liberia y por el pueblo de África Occidental, y animen a aquellos a que aquellos en posiciones de liderazgo e influencia hagan todo lo posible para que este brote de ébola llegue a su fin. Gracias."
En octubre de 2014, medios como Gospel Herald dieron a conocer que al enterarse de que Nina Pham, una joven enfermera que había enfermado de ébola, el doctor Kent Brantly donó sangre para ayudar con las transfusiones necesarias.

El 10 de octubre, Kent también dio una conferencia en la Universidad Abilene Christian University, como lo reporta el diario NYDailyNews. Allí, expresó:
"Jesucristo dijo que hay dos cosas en la vida que son más importantes. La primera es amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y cuando hacemos eso, haremos la segunda cosa más importante: y eso es amar a tu prójimo como a ti mismo. 
Esto no es sobre mí. Esto es sobre nuestra gran Dios, compasivo, y amoroso, que nos ha llamado a amar a nuestros prójimos. 
Esto es sobre los más de 38,000 personas que han muerto de la enfermedad del ébola en África Occidental... Y quiero decirle a todos, que el ébola es real, es muy grave, es una enfermedad terrible, terrible para aquellos que la tienen y para aquellos que están cerca...  
Ha habido mucho pánico (vacilo en usar la palabra 'histeria') sobre los eventos de Dallas. Solo quiero decirle a todos que, sí, el ébola es muy serio; es una enfermedad devastadora, y para aquellas personas que han sido identificadas como contactos de un paciente de ébola, ellos necesitan estar monitoreándose cooperando con las autoridades, y es muy serio para ello. Pero el resto de nosotros no necesitamos estar preocupados de que un avión nos vaya a contaminar con ébola... Necesitamos dejar eso de lado y tratar de amar a nuestros prójimos. Y nuestros prójimos no son simplemente las personas que viven al lado de nosotros, o nuestros compañeros, o la persona en el pasillo, o la persona de tu clase. Nuestros prójimos son la gente de África Occidental sufriendo mucho más allá de lo que podemos entender... Al ver un reportaje de noticias y les aseguro que la realidad en la tierra de África Occidental es peor de lo que han visto en los informes de noticias. Y nuestra atenció y nuestros esfuerzos deben estar en amar a la gente de allá, en orar por ellos, de la misma forma en que muchos de ustedes oraron por mí. Estoy muy agradecido por ello, pero les suplico que oren por la gente de África Occidental, oren por que Dios intervenga en este terrible brote y se encuentren formas prácticas de ayudar. Pueden ayudar con dinero, pueden ayudar organizando programas de concientización, y pueden ayudar disipando el pánico y la histeria del ébola, pueden ayudar siendo voluntarios. 
Esto no es sobre mí. Esto es sobre nuestro gran Dios, compasivo y misericordioso y nuestros prójimos que necesitan nuestra ayuda... 
Mi oración por ustedes es que además de las profesiones que están aprendiendo, los títulos que van a obtener, los logros que están haciendo ahora mismo, el objetivo de sus vidas, el objetivo de su educación, el objetivo de todo lo que hacen en este lugar sea volverse un discípulo de Jesucristo."
(Video en inglés):

"Dios, Tú eres bueno, Tú eres piadoso, Tú eres Dios. Tú amor es constante. Tu misericordia nunca falla, es nueva cada día... Padre, oro porque pongas una carga en todos nuestros corazones para amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos, y para reconocer quién es nuestro prójimo. Padre, te amamos, te alabamos, te agradecemos por la oportunidad de alabarte y adorarte... y oro que Tú seas glorificado en este lugar. Esto oro en nombre de Jesucristo. Amén."Kent Brantly

*Traducción en español para CreyentesIntelectuales.com

Bibliografía: