|
Vražné |
Johann Mendel nació en una familia de campesinos, en un pueblo llamado Vražné, ubicado en una región del Imperio Austriaco (en la actual República Checa). Sus padres eran Anton y Rosine Schwirtlich Mendel, quienes también tuvieron a dos hijas; Veronika Mendel, hermana mayor de Johann, y Theresia Mendel, su hermana menor.
Cuando era niño, asistía a la escuela del pueblo y ayudaba a sus padres a cuidar un jardín de árboles frutales y a la crianza de abejas.
Desde 1834, Gregor comenzó a asistir a un gymnasium en la ciudad de Opava. Fue en esos momentos de su adolescencia cuando escribió un memorable poema en el que parecía profetizar sobre su futuro:
"Más vivaces son los laureles de aquél
que sinceramente y con entusiasmo se esfuerza
en cultivar su mente
quien con la plena luz del entendimiento
busca y encuentra los misterios de la sabiduría,
de aquél en quien el desarrollo del germen,
del descubrimiento glorioso se implanta,
nutriéndolo y mandando abundante bendición
a la muchedumbre sedienta de la humanidad
Sí, sus laureles nunca se marchitarán
aunque el tiempo aspire por su remolino
generaciones enteras en el abismo,
aunque nada más que fragmentos de musgo
permanezcan de la época,
en la que el ingenio apareció,
que la fuerza del destino me conceda,
la meta más alta del éxtasis terrenal...
el de ver, cuando me levante de la tumba,
mi arte prosperando en paz
entre los que están por venir detrás de mí."
(Bardoe, 2006 Marantz, 2000:17-18
Más tarde, ingresaría a la Facultad de Filosofía de la Universidad de Olomouc, donde estudió matemáticas, física, filología, filosofía práctica, filosofía teórica, y ética. Tiempo después, Mendel cayó enfermo y no pudo retomar sus estudios de educación superior.
Sin embargo, no se dio por vencido. En 1843, Friedrich Franz, que había su profesor de física, lo animó a ingresar al monasterio austriaco de Santo Tomás en la
ciudad de Brünn (Brno). El lugar era dirigido por la orden religiosa de los agustinianos-eremitas, y muy reconocido por la enseñanza y el aprendizaje de las artes y las ciencias. Allí se seguía el credo intelectual de San Agustín: "per scientiam ad sapientiam" (del conocimiento a la sabiduría); y uno de sus credos espirituales: "no solo tus mandíbulas deberían masticar comida, mas también tus oídos sedientos de la palabra de Dios" (Marantz, 2000:27).
Al egresar de la Universidad, en 1853, Mendel decidió volver al monasterio, donde improvisó un taller experimental en las dos hectáreas de su jardín. Fue este el lugar donde llevó a cabo sus estudios sobre la variación de las plantas durante casi una década.
En la época publicó dos tratados sobre el daño causado por insectos a los cultivos; y elaboró otro escrito sobre pronósticos meteorológicos, que llevó por nombre "Die Grundlage der Wetterprognosen".
Como investigador amateur, Mendel llevaba más de dos años evaluando las variedades que serían más adecuadas para la crianza sistemática de un extenso cultivo de chícharos (también conocidos como "arvejas" o "guisantes"). Aunque algunas fuentes difieren en la fecha de inicio, es seguro que su estudio comenzó en algún momento entre el año de 1854 y 1856.
Mendel cruzaría entre 28,000 y 29,000 plantas de guisante común (Pisum sativum), eligiendo esta especie vegetal debido a su corta duración, a su facilidad para crecer, a sus rasgos claramente reconocibles, y a la posibilidad de protegerla de un fenómeno conocido como polinización cruzada.
Mediante una profunda planificación y una meticulosa observación, analizó la hibridación de dichas plantas y sus patrones de herencia, usando una técnica científica ejemplar, que, a menudo, ha sido citada en libros como una muestra perfecta del método experimental Baconiano.
En 1861, Mendel y algunos de sus colegas fundaron la Sociedad de Ciencias Naturales de Brünn, que se separó de la Sociedad Agrícola en la que habían estado (Corcos, 1993:36). Siguiendo con sus estudios, primero, obtuvo resultados parciales sobre la reproducción vegetal de los guisantes, y con estos datos, acotó su estudio y se enfocó en 7 características vegetales que se heredaban independientemente. Los rasgos específicos eran los siguientes:
|
Resultados de los experimentos de hibridación con plantas de guisantes |
- La textura de la semilla: (lisa o arrugada/rugosa).
- El color del cotiledón: (amarillo, verde o naranja).
- El color de la flor: (blanco o púrpura).
- La forma de la vaina: (inflada como legumbre, o comprimida/constreñida).
- El color de la vaina inmadura: (amarillo o verde).
- La ubicación de la flor: en el tallo (axial o terminal).
- La altura de la planta: o longitud del tallo (larga [1.8 m ó +] o corta [- de 30 cm])
De acuerdo con el propio Mendel:
"El objetivo del experimento era observar estas variaciones en el caso de cada par de caracteres diferentes, y deducir la ley según la cual aparecen en las generaciones sucesivas." (Mendel, 1865).
La diligencia y la precisión de sus registros fue sobresaliente, pero su habilidad para lograr el objetivo planteado, ejecutar el plan, y comprender los resultados, fue excepcional. Requirió paciencia, atención a los detalles, registros cuidadosos y una perspicacia interpretativa.
Cuando Mendel culminó sus experimentos y obtuvo sus conclusiones, preparó un artículo titulado "Experimentos sobre la hibridación de las plantas" (1865) (Versuche über Pflanzenhybriden), que consistía en un informe y análisis detallado sobre sus resultados. Éste fue dado a conocer en dos reuniones ante la Sociedad de Historia Natural de la ciudad de Brno, el 8 de febrero y el 8 de marzo.
En el documento (que fue lanzado al público hasta el año siguiente en el boletín "Verhandlungen des naturforschenden Vereins Brünn"), Mendel describía una serie de principios matemáticos que contenían lo que hoy conocemos tradicionalmente como las Leyes de la herencia Mendelianas.¡Sin saber aún acerca del código genético, el austriaco estaba dando a conocer las leyes de la genética, lo cual es sorprendente. Esto permitiría hacer predicciones comprobables sobre patrones herencia potenciales. En su artículo, Mendel comenzó señalando:
"La experiencia en fecundación artificial, tal como se efectúa en plantas ornamentales para obtener nuevas variaciones de color, ha dado lugar a los experimentos que se discuten aquí.
La sorprendente regularidad con la que las mismas formas híbridas siempre reaparecen cuando la fecundación tiene lugar en las mismas especies indujo a otros experimentos que se llevaron a cabo, cuyo objeto fue hacer un seguimiento al desarrollo de los híbridos en su progenie." [3]
Fue necesario que Mendel desarrollara toda una nueva terminología para poder describir los resultados con mayor precisión, detalle y consistencia. Otros términos como "alelos" "o "gametos" serían acuñados posteriormente, pero la idea de estos se origina en el estudio de Mendel. Para entender mejor su experimento, podemos resumirlo así:
Una planta tenía su semilla amarilla y otra planta tenía su semilla verde. A estas dos plantas, las llamó "Generación Parental" [P].
Al reproducir estas plantas entre sí, nacieron otras plantas a las que denominó "Primera Generación Filial" [F1], de las cuales, el 100% de las plantas descendientes tuvieron la semilla de color amarillo.
Mendel se dio cuenta de que había una característica que permanecía visible en la primera generación: el color amarillo; mientras que había otra característica imperceptible que no se manifestaba visiblemente: el color verde. Al rasgo que se manifestó visiblemente en la [F1], lo nombró carácter "dominante," mientras que al rasgo que era imperceptible, lo llamó carácter "recesivo."
El siguiente paso fue cruzar la Primera Generación [F1] (de semillas amarillas) entre sí. Los descendientes de esas plantas fueron llamados "Segunda Generación Filial" [F2], y sorpresivamente, 1 de cada 4 de estas plantas, (el 25% de la segunda generación), nació con la semilla verde.
Para la "Tercera Generación Filial" [F3], cruzó los ejemplares de la [F2], pero esta vez tomó en cuenta 2 caracteres: el color de la semilla y la textura de la semilla (ya fuera lisa o rugosa). Cruzó plantas de semillas amarillas y lisas, con plantas de semillas verdes y rugosas, y "cuando estos experimentos fueron llevados en la tercera generación filial F3, todos los descendientes con rasgos recesivos dieron descendientes con rasgos recesivos, mientras que los que tenían rasgos dominantes se distribuían en dos." [4]
Las conclusiones científicas de su estudio permitieron darse cuenta de que:
"Los resultados de los experimentos de la tercera ley refuerzan el concepto de que los genes son independientes entre sí, que no se mezclan, ni desaparecen a lo largo de las generaciones." [5]
Lo cual quiere decir que cada rasgo (ya fuera el color o la textura de la semilla) es heredado independientemente del otro (Ley de surtido independiente), y que los patrones de herencia biológica siguen leyes matemáticas. Pero aún más destacable fue la conclusión de que los rasgos hereditarios se retienen en la descendencia; independientemente de si son dominantes o recesivos, independientemente de si se puedan ver en una generación, o no: los "factores hereditarios" (hoy conocidos como "genes") generalmente continúan y permanecen generación tras generación.
Alain Corcos (1993), en su libro biográfico sobre Mendel, expresa el párrafo introductorio de Mendel en su contexto cultural y personal, y de esta forma nos exhorta:
"Volvamos a la expresión de Mendel, "sorprendente regularidad". ¿Qué quiso decir con ello? Supongamos, por ejemplo, que los experimentos se habían realizado con claveles, cruzando los rojos con los blancos, y que cada vez que el experimento se hacía, sólo se producían claveles rosados. Puesto que los claveles rosados ya eran conocidos, los experimentos no producirían nada nuevo. En esto, sería un fracaso. Pero los claveles produjeron esos claveles de color rosa cada vez. Probablemente esto no era muy emocionante a primera vista. Pero en algún lugar en la memoria de Mendel esa regularidad de comportamiento del color de las flores sonaba una campana.
La regularidad en el comportamiento es considerada en las ciencias físicas como evidencia de que el comportamiento observado se rige por una ley natural. ¿Esto también sería cierto en la biología? Tal vez sí, contestaría Mendel, el monje agustino y sacerdote.
Ignorando los hallazgos de Mendel
Darwin y los naturalistas darwinistas ignoraron la obra de Mendel.
Hoy en día se reconoce que los hallazgos pioneros de Mendel han cambiado el paradigma científico y han revolucionado el estudio en la biología moderno, pero esto no siempre fue así. En el siglo XIX, sus descubrimientos fueron ignorados por biólogos elitistas y otros personajes de la época. Difícil de creer, pero cuando Mendel murió en 1884, casi nadie había reconocido la importancia de sus contribuciones a la ciencia, y por bastante tiempo, los postulados mendelianos pasaron oscuramente desapercibidos o dejados de lado por los científicos elitistas.
Actualmente, su trabajo es un modelo esencial para emprender los estudios genéticos, pero, Mendel fue negligentemente ignorado incluso en parte del siglo XX, no solo por los medios masivos y la prensa del día, sino también por darwinistas emergentes y las potencias políticas Europeas, que, desconociendo de las leyes mendelianas, prefirieron hacer alarde y propaganda sensasionalista sobre la teoría de Darwin.
En la opinión de A. E. Samaan, el trabajo de Mendel fue desapercibido por negligencia y una alta imparcialidad de los personajes que acaparaban la opinión pública "en nombre de la ciencia":
"Mendel fue fácilmente ignorado ya que dio conferencias sobre sus hallazgos sólo dos veces y no tuvo la formidable propaganda política popularizando sus contribuciones a la ciencia, como la que T. H. Huxtley, Charles Lyell, Joseph Dalton Hoooker y Ernst Haeckel proporcionaron a Darwin... el trabajo de Mendel no tuvo la propaganda y la fanfarria que le había robado crédito al [deista] Alfred Russell Wallace para ensalzar a Darwin." [A. E. Samaan. 2013. From a Race of Masters to a Master Race: 1948 To 1848, por p. 667]
Aunado a esto, en la década de 1860, había surgido, un grupo anticlerical británico, conocido como el "X-Club" (o "Club-X"). Entre los miembros del grupo figuraban Thomas H. Huxtle y Joseph Dalton (dos figuras conocidas por promover incesantemente la teoría de Darwin), Francis Galton (primo de Darwin y principal promotor de la eugenesia); y Herbert Spencer (principal promotor del darwinismo social), entre otros. Tom Flynn (2007.411), señala la tendencia de ellos:
"Su entusiasmo por la evolución se debía en parte a la ausencia de teología en la teoría de Darwin. Huxtley usó la teoría de Darwin para promulgar sus puntos de vista anti-teológicos y anticlericales, y como un vehículo para ganar poder en ámbitos intelectuales, institucionales y políticos." [Tom Flynn (2007), "The new encyclopedia of unbelief", Prometheus Books, p. 411]
Thomas Huxley acuñó el término "agnóstico" y "agnosticismo" para describir su propia postura religiosa, escéptico de todo. Sin embargo, el también llamado "bulldog de Darwin", junto a sus compañeros del X-Club, realizó una campaña concreta contra las figuras cléricas, determinado a secularizar la ciencia, alegando que los científicos tenían que desligarse completamente de la religión en todos los niveles. En este sentido, exigían que la teoría de la evolución de Darwin reemplazara a todas las demás perspectivas que los círculos científicos tenían sobre el origen de la vida. Alegaban, asimismo, que la religión era un impedimento para el avance de la ciencia y se encargaron de hacer gran propaganda del mito de que el pensamiento científico y el pensamiento religioso son "incompatibles", asegurando que "tener una mente sacerdotal no conduce a la ciencia."
Lo irónico de todo esto es que en esos mismos momentos, un sacerdote agustiniano, desde su monasterio en Checoslovaquia, estaba haciendo experimentos científicos y trabajando en lo que sería el primer gran aporte histórico en la historia de la genética; un avance que fue menospreciado por los secularistas durante casi medio siglo, como veremos con más detalle.
Diversos autores han señalado que el artículo del monje fue descartado e ignorado negligentemente, y afirman esto, con la certeza de que el estudio había sido difundido lo suficiente, como para no haber llamado la atención: el artículo de Mendel fue difundido en dos conferencias, se publicó en un boletín austriaco, y 150 copias fueron enviadas a las principales librerías de todo el mundo, como lo señala Orel (1996):
"Los resultados publicados fueron distribuidos a más de 100 sociedades académicas en Europa, incluyendo la Royal Society y la Sociedad Lineana en Inglaterra." [Vítězslav Orel (1996), "Gregor Mendel: The First Geneticist", p. 197]
Desafortunadamente, el artículo de Mendel "permaneció sin ser leído en los estantes" de ambas organizaciones, "durante otros veintiséis años." (Schwartz (2009:34). El que Mendel hubiera visitado Londres en julio y agosto de 1862, y él mismo había tratado de dar a conocer su estudio personalmente, enviando copias a científicos y naturalistas prominentes en la época, no fue suficiente para convencer a sus contemporáneos sobre la importancia de las leyes hereditarias (Samaan, 2013: 667).
|
Karl Wilhelm von Nägeli (1817 –1891 |
Uno de los científicos que había recibido una copia del artículo fue el evolucionista Carl Nägeli, quien era entonces "un célebre botánico" suizo, y uno de los primeros defensores y proponentes de Darwin, con quien se escribía correspondencia.[6] Nägeli leyó el trabajo de Mendel, y llegaron a escribirse 10 cartas en donde discutían y expresaban sus cuestionamientos. Sin embargo, "Nägeli no pudo comprender los hallazgos de Mendel," y seguía bastante escéptico de los resultados de Mendel (Hartl, 1955:69). Lo que pasó aquí se resumen en que:
"Nägeli no consideró que el trabajo de un simple profesor de secundaria [y clérigo] fuera digno de su completa atención, y Mendel esperó más de tres meses para recibir la respuesta de Nageli, que está fechada el 27 de febrero de 1867... su carta demostró un completo fracaso para comprender el significado del trabajo de Mendel.
Nägeli rechazó el resultado clave: que los híbridos auto-fertilizados producían descendencia con crías puras, e ignoró la evidencia masiva que ascendía a más de 355 fertilizaciones artificiales y 12,980 registros de observaciones que Mendel había realizado para sostener su teoría.
Aún era aún más preocupante la sentencia de que Mendel 'debía considerar las expresiones numéricas solamente como algo empírico, puesto que no podía probarse que fueran racionales', con lo que Nägeli implicó su rechazo al modelo racional de Mendel" (Schwartz, 2009:97).
|
Charles Darwin (1809-1882) |
Además de esto, Mendel también había enviado una copia de su artículo al mismísimo Charles Darwin, pero increíblemente, Darwin ni siquiera tuvo la decencia de abrir el librillo. Esto fue señalado por la revista National Geographic, en su edición en inglés de noviembre del 2004, (p. 32):
"Mendel había enviado a Darwin una copia de su artículo y Darwin la ignoró completamente. Darwin tenía una copia del documento de Mendel en su librería. Nunca la leyó. Una examinación reciente demostró que sus páginas estaban pegadas y se dejaron intonsas. Y los evolucionistas han de saber: la obra de Mendel fue publicada inmediatamente después de "El origen de las especies," y su trabajo fue completamente ignorado por los evolucionistas durante cincuenta años."
Un caso más de negligencia ocurrió a manos de Kerner von Marilaun (Henig, 2001:142), pero lo cierto es que si estos científicos elitistas se negaron a leer el reporte de un monje agustiniano porque pensaban que incluiría posturas religiosas explícitas, en realidad se equivocaban. El autor Samaan señala que a pesar de que Mendel era un fraile, él nunca incluyó referencias filosóficas, teológicas o religiosas en sus reportes científicos, y a diferencia de muchos evolucionistas darwinistas, "en ningún momento prostituyó su trabajo por causas políticas a favor o en contra del papel de la Iglesia..." (Samaan, 2013: 667). Schwartz reporta que en este panorama, solo se conoce el nombre de un par de personas que sí hicieron caso del artículo de Mendel:
|
Wilhelm Olbers Focke (1834–1922) |
"A pesar del hecho de que el boletín de Mendel de 1865 había recibido muy poca atención, el boletín en el que fue publicado, las "Transacciones de la Sociedad de Historia Natural en Brno", había sido enviado a 120 librerías alrededor del mundo, y además Mendel mismo había enviado cuarenta reimpresiones, una de las cuales había sido leída por De Vries.
El libro de [Wilhelm Olbers] Focke, la referencia estándar sobre hibridación, tenía quince referencias a Mendel. En efecto, [el alemán Carl Eric] Correns había visto una referencia en el libro de Focke." [James Schwartz (2009), In Pursuit of the Gene: From Darwin to DNA, Harvard University Press, p. 107]
El redescubrimiento de la obra de Mendel y las controversias que surgieron entre evolucionistas
|
Erich von Tschermak (1871-1952) |
Se dice que, después de 35 años, la obra de Mendel fue redescubierta parcialmente en el año de 1900 por el británico William Bateson, el holandés Hugo De Vries, el austriaco E. Tschermak, y el alemán K. Correns, quienes pronto comenzaron a discutir sobre sus implicaciones científicas. (Pickens, 1968:48). Huyssteen (2003) en la Enciclopedia sobre ciencia y religión, señala:
"El redescubrimiento del trabajo de Mendel en 1900 por tres científicos distintos: — Hugo de Vries, Carl Correns, y Erich von Tschermak — ocurrió en el contexto de debates sobre la evolución.
La [teoría de la] evolución biológica estaba siendo ampliamente aceptada por científicos europeos, pero los científicos no tenían ninguna explicación apropiada sobre cómo ocurre la variación o cuales eran los mecanismos de herencia" (p. 558).
A partir de su redistribución y una difusión inconstante, el trabajo de Mendel entró en otra etapa de entre 30 y 40 años de debate. Por un lado, era rechazado y negado por científicos darwinistas; por otro lado, fue impulsado por defensores de Mendel como Bateson y De Vries, quienes identificaron diversos puntos contra el darwinismo en la ciencia genética. Bateson y De Vries trataron de dar explicaciones alternativas a la variabilidad de especies, aunque con el paso del tiempo éstas tampoco dieron resultado.
Puede que al lector le resulte sorprendente escuchar esto, ya que el tema de "Mendel contra Darwin" es poco conocido en la actualidad, manejado como un tabú científico, un capítulo escondido en libros de historia y de neo-darwinismo. El debate ha sido ampliamente ignorado en las escuelas contemporáneas, sin embargo, en verdad fue un notorio conflicto de ideas a principios del siglo XX, cuando los científicos prominentes se daban cuenta de las contradicciones entre cada postura.
"La genética mendeliana proporcionó nuevos conocimientos acerca de la herencia, pero también planteó nuevos problemas para la teoría evolutiva." (Huyssteen, 2003:558)
A continuación, se revisarán las razones históricas y los postulados teóricos que exponen la oposición entre el Mendelismo y el Darwinismo. Se revisarán los escritos directos que hablan al respecto, y el contexto de los mismos.
1.1. William Bateson
|
William Bateson (1861 –1926) |
Aunque comparte crédito con los otros redescubridores de Mendel, fue William Bateson quien, por así decirlo, "lanzó a la fama" el trabajo de Mendel, al traducir su obra al inglés, el idioma de la genética naciente. Bateson fue el primero en acuñar el término "genética" y es considerado el fundador formal de ésta rama de la ciencia. En 1909, publicó una obra en inglés llamada "Los Principios de Herencia de Mendel: Una Defensa," en donde manifestó que:
"Mendel no estaba totalmente de acuerdo con los puntos de vista de Darwin que en ese tiempo estaban adquiriendo prominencia, y se embarcó en sus experimentos con guisantes, que, como sabemos, continuó durante ocho años." [W. Bateson, Mendel's Principles of Heredity, 1909, Cambridge University Press, p. 311]
Bateson no era religioso y creía en una transformación biológica de las especies, y sin embargo, vio en el trabajo de Mendel principios que contradecían las bases de la teoría darwinista. Más tarde, él mismo señalaría que la naciente rama de la ciencia genética entraba en conflicto con la teoría de Darwin, y en su libro "Los Principios de Herencia de Mendel," Bateson escribió:
"El concepto de la «evolución» como algo que procede de la formación gradual de masas de individuos por la acumulación de cambios impalpables, es un concepto que el estudio de la genética demuestra inmediatamente que es falso. De una vez por todas, esa carga tan gratuitamente llevada en ignorancia de la fisiología genética por los evolucionistas del siglo pasado, puede ser dejada en el olvido...
Ahora tenemos una prueba experimental de que las variaciones son controladas por una ley fisiológica." [W. Bateson, Mendel's Principles of Heredity, 1909, Cambridge University Press, p. 289]
Bateson no sería sólo el primero en señalarlo, pues otros autores también verían en el trabajo de Mendel contradicciones para las bases teóricas del darwinismo.
1.2. Hugo de Vries
|
Hugo de Vries (1848– 1935) |
Hugo De Vries fue un botanista holandés, uno de los primeros genetistas, y quien acuñó el término "genes", y el término "mutación". Es recordado como otro de los biólogos que ayudó a difundir el artículo de Mendel en 1900. Al leerlo, se impresionó inmediatamente con el estudio que concordaba con sus propios experimentos, y en seguida empezó a compartirlo con varios colegas. Publicó un artículo en un diario científico francés llamado "Comptes Rendus," donde hacía referencia al trabajo de Mendel.
En su libro de 1904, De Vries comenzó manifestando que, para Darwin, el estudio de las especies se había tratado de un "objeto de indagación" sobre los origenes, pero que para él, tenía que ser más bien un "objeto de investigación experimental." Continuó señalando que la teoría de Darwin en sí llegaba a tener errores científicos y aspectos "de dudosa validez," debido al desconocimiento del trabajo de Mendel:
"La experiencia de los criadores era bastante inadecuada para el uso que Darwin hizo de ella. No era ni científica, ni críticamente precisa. Las leyes de variación apenas fueron conjeturadas; los diferentes tipos de variabilidad solo se distinguieron de forma imperfecta. La percepción de los criadores era suficiente para fines prácticos, pero la ciencia necesita una comprensión clara de los factores en el proceso general de variación.
Repetidamente Darwin trató de formular estas causas, pero la evidencia disponible no cumplía con sus requisitos. La ley de [Adolphe] Quetelet sobre la variación todavía no había sido publicada. La aseveración de Mendel sobre unidades hereditarias para explicar ciertas leyes de híbridos descubiertos por él, aún no se había hecho. La clara distinción entre cambios espontáneos y repentinos, en comparación con las siempre presentes variaciones fluctuantes, es algo que solamente en los últimos tiempos ha sido reconocido por los agricultores.
En el tiempo de Darwin se desconocían innumerables aspectos secundarios que dilucidaban la experiencia de los cultivadores, con los cuales ahora estamos bastante familiarizados. No es de extrañarse que él haya cometido errores, y puesto énfasis en modos de descendientes que desde entonces se ha demostrado que son de poca importancia o incluso de dudosa validez" (De Vries, 1904: 5-6).
De Vries concluyó su obra citando un enunciado importante que le causaba inquietud:
"En términos recientemente elegidos por el Sr. Arthur Harris en una crítica amistosa de mis puntos de vista: «Puede que la selección natural explique la supervivencia del más fuerte, pero no puede explicar la llegada del más fuerte»." [De Vries, Hugo (1904), "Species and Varieties: Their Origin by Mutation, The Open Court Publishing Company, Chicago.]
Al igual que Bateson, De Vries tampoco era religioso, pero eso no le impedía reconocer estos cuestionamientos metódicos y teóricos.
Mendel vs Darwin: Una enemistad teórica
Controversia 1: Las lecturas de Gregor Mendel y Charles Darwin
1.1. Mendel y su lectura crítica hacia Darwin
|
Dibujo del monasterio de Brno. (ca. 1800); A Winkler Dentro se hallaba la Biblioteca de Mendel |
Como ya se señaló, a pesar de que Mendel y Darwin fueron dos hombres que vivieron en la misma época, Darwin desconocía por completo los postulados de Mendel, y había relegado la obra del monje en su biblioteca. Mendel, en cambio, había leído algo sobre Darwin, y hay evidencia histórica de que relegó algunos de sus postulados.
Al respecto, Allan Franklin sugiere que desde 1862, Mendel pudo haber leído la primera edición en inglés de El origen de las especies, en la época en la que la Sociedad de Historia Natural de Brno adquirió una copia de la traducción alemana de 1859; (según Franklin, 2008:294). Bishop (1996), por su parte, señala:
"Mendel pudo haber entrado en contacto con las ideas de Darwin ya desde 1860, cuando se publicó la primera edición en alemán de "El origen de las especies" y el capítulo fue publicado en un diario que era accesible para él. Esto le hubiera dado a Mendel un tiempo para hacer un programa experimental que se correlacionara con la metodología que Di Trocchio (1991) afirma que debió haber utilizado para obtener sus datos."
|
Joseph Butler (1692 –1752) Obispo anglicano |
Fuera de las especulaciones, lo que sí se sabe con certeza es que, en 1863, Mendel adquirió una copia personal de la segunda edición del "Origen de las especies" (1860). Lo interesante, y lo que cabe mencionar, es que en ese libro, Darwin mostraba todavía una perspectiva deísta que aceptaba la creencia en Dios, a quien, hizo un par de alusiones en su libro. En la introducción, Darwin también había incluído tres epígrafes de figuras cristianas. Una de ellos, la frase del teólogo anglicano y apologista cristiano Joseph Butler, que decía:
"El único significado distinto de la palabra natural está declarado, fijado o sentado; puesto que lo que es natural requiere y presupone un agente inteligente que así lo lleve a cavo, esto es, que lo efectúe continuamente o en momentos determinados, tal como lo que es supernatural o milagroso lo hace para efectuarlo por una ocasión." [Joseph Butler, "Analogy of Revealed Religion"]
|
Francis Bacon (1561 -1626) gran defensor de la fe cristiana |
Otra frase era del científico cristiano Francis Bacon:
"Que ningún hombre debido a una presunción débil de sobriedad o una moderación mal aplicada, piense o mantenga, que un hombre puede buscar demasiado lejos, o ser demasiado docto en el libro de la Palabra de Dios, o en el Libro las obras de Dios, en la divinidad o en la ciencia; mas prefiramos dejar que los hombres procuren un progreso ilimitado o una capacidad en ambas cosas." [Bacon, "El avance del aprendizaje" (1605)]"
En el cuerpo del libro, Darwin había escrito de sus propias palabras:
"...debo inferir por analogía que probablemente todos los seres orgánicos que han vivido en esta tierra han descendido de alguna forma primordial, en la que el aliento de vida fue soplado por primera vez por el Creador." [14]
Y en la última parte del libro, aunque desviándose del principio bíblico como lo hacen los deístas, Darwin hablaba de "leyes impresas en la materia" por Dios:
"Autores de la más alta eminencia parecen estar completamente satisfechos con la idea de que cada especie ha sido creada independientemente. En mi opinión concuerda mejor con lo que sabemos de las leyes impresas en la materia por el Creador, que la producción y la extinción de los habitantes pasados y presentes del mundo debe haber ocurrido debido a causas secundarias, como aquellas que determinan el nacimiento y la muerte del individuo." [Cap. XIV. Conclusión, p. 489]
Estas son algunas referencias que leyó el austriaco en el libro que dedicaba un capítulo entero al fenómeno de hibridación de plantas. El tema principal de la obra, sin embargo, terminaba sugiriendo que una especie podría llegar a cambiar tanto como para convertirse en otra especie por medio de lo que Darwin denominaba la "selección natural."
Lo interesante es que los autores e historiadores que han revisado los libros que estaban en posesión de Mendel, han señalado que las copias que tenía el monje contenían notas hechas en los márgenes del libro, de las cuales, algunas mostraban aprobación y otras mostraban desaprobación (Iltis 1924; Moore, 1963; Voipio 1987; Hartl & Orel, 1992; Orel, 1996).
Años más tarde, Mendel consigió la copia de otro libro de Darwin titulado "Variación de los animales y plantas bajo domesticacion" (1868), en donde el clérigo también había escrito notas al margen de sus páginas. Sobre esto, el reconocido académico Vítězslav Orel, en el libro biográfico "Gregor Mendel: El Primer Genetista" (1996), detalla específicamente algo que Mendel había escrito en su copia de "Variación":
"En la página 412 hay una descripción de los experimentos de [Andrew] Knight con los [guisantes] Pisum. Luego sigue la opinión de [M. T.] Master de que la naturaleza del suelo tiene una influencia en la pérdida del carácter que tienen las variedades de las plantas. Mendel agregó con lápiz [la palabra] «Wiederlegung», que significa «contradictorio»." [Vítězslav Orel (1996), "Gregor Mendel: The First Geneticist" Oxford University Press, p. 194]
Teniendo en cuenta además que la palabra alemana «Wiederlegung» también puede usarse como un verbo que significa "rebatir" o "refutar", se puede entender con más claridad la importancia de estas notas. Deichmann y Travis (2010) señalan más detalles aunado a esto:
"Mientras que algunos párrafos fueron marcados obviamente porque Mendel estaba de acuerdo con Darwin (en cosas como la forma arbitraria en que se distinguía entre variedades y especies y la existencia del fenómeno de hesterosis), Mendel, en la mayor parte de los casos, parecía haber marcado pasajes en los que estaba en desacuerdo con Darwin:
- El siguiente párrafo [de Darwin] fue tachado con dos líneas verticales y fue el único que se incluía en el número de la página 32 de la edición germana que tenía Mendel:
- "La débil variabilidad de los híbridos en la primera generación, en contraste con la que existe en las generaciones sucesivas... apoya la opinión que he admitido acerca de una de las causas de variabilidad ordinaria, o sea que el aparato reproductor, por ser sumamente sensible al cambio de condiciones de vida, en tales circunstancias deja de realizar su función propia de producir descendencia sumamente semejante por todos conceptos a la forma progenitora. Ahora bien; los híbridos, en la primera generación, descienden de especies que, exceptuando las cultivadas durante mucho tiempo, no han tenido su aparato reproductor modificado de modo alguno, y no son variables; pero los híbridos mismos tienen su aparato reproductor gravemente perturbado, y sus descendientes son sumamente variables." [Charles Darwin, El origen de las especies, Capítulo IX: Hibridismo, "Comparación entre los híbridos y los mestizos, independientemente de su fecundidad"]
[Ute Deichmann, Anthony S. Travis (2010), "Darwinism, Philosophy, and Experimental Biology", p. 53]
Para entender más sobre el pensamiento de Mendel, se han hecho estudios comparativos y contrastivos entre los escritos de un autor y otro; entre ellos, Clegg (1997) afirma que "no hay evidencia de que una creencia en la selección natural se incrustara en el trabajo" de Mendel (Clegg, 1997).
Por su parte, B. E. Bishop, en su artículo "La oposición de Mendel a la evolución y a Darwin", publicado en 1996 en los Journals, de la Universidad de Oxford de Inglaterra, considera que efectivamente hay notorias contradicciones entre el pensamiento de Gregor Mendel y la teoría de Charles Darwin. Asimismo, señala que los detalles del contexto histórico y científico de los eventos, permiten entender oposiciones en las posturas del esquema mendeliano y la teoría darwinista. Por ello, Bishop se aventura a asegurar que:
"El objetivo de Mendel al escribir su artículo sobre los Pisum, publicado en 1866, fue el de contribuir a la controversia de la evolución que se había estado librando desde la publicación de "El origen de las especies" de Darwin, en 1859."
1.2 Lecturas de interés para Mendel: Gärtner, Kölreuter, y Knight.
Los naturalistas alemanes Joseph Gottlieb Kölreuter y Carl Friedrich von Gärtner eran dos intelectuales que sostenían que, aunque hubieran algunas variedades de híbridos con diferentes grados de fertilidad, las especies de híbridos eran estériles invariablemente. Aunque ambos reconocían que hay especies vegetales que son completamente fértiles, ninguno de ellos creía que la hibridación o la selección natural fuera un mecanismo que diera lugar a nuevas especies. De esta forma diferían con otro creyente intelectual, Carlos Lineo, quien había desarrollado postulados teóricos a veces referidos como la "teoría de creación especial."
|
Joseph Gottlieb Kölreuter (1733-1806) |
Kölreuter había realizado experimenos cuidadosos con híbridos e identificó dos fenómenos biológicos (reversión y transformación), como procesos por los cuales se estudiaba la proliferación de los híbridos vegetales. La reversión es el fenómeno en que las sucesivas generaciones de híbridos autofertilizados regresan a la forma original de la planta madre del híbrido. La transformación es la convergencia de generaciones híbridas a una forma parental específica, cuando éstas se cruzan repetidamente con esa planta padre. En conjunto, la reversión y la transformación fueron percibidas por Kölreuter como los mismísimos mecanismos por los cuales los híbridos no podrían propagarse indefinidamente (Olby 1966). Kölreuter, descubrió rasgos particulares al cruzar dos especies de tabaco y con esto estableció fundamentos que son importantes para la genética cuantitativa.
Gärtner, que era miembro de la Academia alemana de las ciencias naturales Leopoldina, realizó experimentos que mostraron que aunque algunos híbridos "se propagan sin ningún tipo de cambio, al igual que las especies puras," los mismos descendientes no pueden volverse en nuevas especies porque su fertilidad disminuye invariablemente en las generaciones posteriores. Gaertner, quien era protestante, escribió en 1849:
|
Carl Friedrich von Gärtner (1791-1847) |
"La hibridación es todavía considerada por muchos botánicos como parte del diseño y el propósito natural, especialmente por aquellos que creen que los diversos géneros de especies podrían haberse formado a través de la hibridación, tales como [Thomas Andrew] Knight, W. Herbert, H. Lecoq, L. Reichenbach, y muchos otros...
Kölreuter ya ha disputado ésta hipótesis, y se demostrará aquí, ya que nuestras investigaciones conciernen la naturaleza de la hibridación, que la naturaleza esencial de las especies puras contradicen dicha afirmación." [Gärtner, 1849. Versuche und Beobachtungen über die Bastarderzeugung im Pflanzenreich, mit Hinweisung auf die ähnlichen Erscheinungen im Thierreich, pp. 14-15]
En este sentido, coincidió con Kölreuter en la afirmación de que los híbridos no podrían ser responsables de la introducción de ninguna nueva especie, y asimismo, en la postura de que las especies retienen una estabilidad constante que invariablemente tiende a retener rasgos de su ascendencia (Callender 1988).
Mendel tenía una copia de la obra de Gärtner de 1849, y se sabe que conocía bien sus opiniones y las de Kölreuter. Concordaba con ellos parcialmente, aún no estaba satisfecho con los experimentos que ellos habían usado para justificar sus postulados, porque no habían documentado los suficientes detalles ni determinado constantes específicas. Como expresa Schwartz (2009:90):
"En el curso con Unger, Mendel leyó el trabajo del gran botánico alemán Carl Friedrich von Gaertner, cuyos 'Experimentos y Observaciones sobre hibridación en el Reino Vegetal', acababan de publicarse por primera vez en alemán. En su libro, Gaertner reportó más de 10,000 experimentos en 700 especies que pertenecían a 80 diferentes géneros de plantas, de los cuales obtuvo cerca de 350 plantas híbridas diferentes, y está claro por el subrayado de Mendel que él estudió el libro con gran detalle.
Como era característico de los hibridistas de la era, Gaertner creía en la naturaleza interior de las especies, una naturaleza que era un reflejo del propósito Divino, y que por lo tanto, no podría ser alterada en el proceso de hibridación. En este mismo sentido, la infertilidad de los híbridos era una expresión de la voluntad divina, que prevenía al hombre de entrometerse con la Creación de Dios."
Otro autor sobre el que Mendel había escuchado era Andrew Knight:
"En su copia del libro de Gaertner, Mendel también tenía referencias subrayadas sobre el botánico inglés Andrew Knight, quien era de la idea de que mientras los híbridos formados entre diferentes especies eran estériles, los híbridos formados entre variedades eran fértiles." [James Schwartz (2009), In Pursuit of the Gene: From Darwin to DNA, Harvard University Press, p. 91]
|
Thomas Andrew Knight (1759–1838) |
En la primera edición del Origen de las especies, Darwin hacía 32 menciones directas a Gärtner y 11 menciones a Kölreuter. Darwin quería argumentar contra ellos, pues había oído, por medio de una tercera persona, que "Andrew Knight había cruzado guisantes de campo con una variedad de jardín conocida como el guisante Prusiano, y que el producto había resultado ser fértil" (Candoll (2011:329). Darwin argumentaba que las conclusiones de estos botánicos no eran reglas universales, alegando que la variación biológica llevaría a cambios biológicos que darían lugar evolución ilimitada de los seres vivos.
Mendel, por otro lado, estudiaba el papel de la hibridación en la diversidad biológica y la variación de especies, pero llegó a reconocer la forma en la que la progenie híbrida retenía características específicas de cada progenitor. Su trabajo defendía la ley del regreso, o el hecho de que la progenie regresa eventualmente a las características de sus
|
Célula vegetal |
progenitores. En línea de pensamiento con científicos como John Ray, Mendel aseguró:
"En el sentido de que el embrión híbrido está compuesto por células de la misma clase en que las diferencias son completamente y permanentemente mediadas, entonces una consecuencia adicional sería que el híbrido se mantendría siendo constante en su progenie como cualquier otra variedad vegetal estable." (Mendel 1866, p. 42)
Mendel había enlistado las especies vegetales con las que Gartner había experimentado, y, al final de su artículo concluye con las siguientes palabras, expresando una visión parcialmente favorablemente hacia el trabajo de su predecesor:
"Gartner, por medio de los resultados de los experimentos sobre transformación [de especies], fue conducido a oponerse a la opinión de aquellos naturalistas que disputan la estabilidad de las especies vegetales, y que creen en una evolución continua de la vegetación. Él percibe en la idea de la transformación completa de una especie en otra, una prueba indiscutible de que las especies están sujetas a límites más allá de los que no pueden cambiar. Aunque esta opinión no puede ser aceptada incondicionalmente, por otro lado, encontramos en los experimentos de Gartner una confirmación notable de esta hipótesis sobre la variabilidad de las plantas cultivadas."
La interpretación de este fragmento ha sido usado de formas antitéticas. H.E. Le Grand (1990:145) expresa que usalmente hay desacuerdos sobre lo que Mendel quizo decir:
"¿Quiere decir este fragmento que Mendel era evolucionista o anti-evolucionista?. R. A. Fisher (1936:18) comenta: "Se verá que Mendel expresamente se deslinda de la oposición de Gärtner a la teoría de la evolución, señalando que, por un lado, los resultados de Gärtner se explican fácilmente con la teoría de Mendel de los factores hereditarios. De forma similar, Gavin de Beer (1964:208), comentó que "este pasaje viene a ser una aceptación tan cercana de la mutabilidad de las especies, como cualquiera quisiera." Sin embargo, Callender (1988:54), ofrece exactamente la interpretación opuesta: "Si esta declaración ha de entenderse literalmente, como Mendel seguramente quería que se tomara, lo que dice entonces es que simplemente la da una aceptación condicional a la visión expresada por Gaerner 'de que las especies están sujetas a límites, más allá de los cuales no pueden cambiar'."
Cantor (2009) junto a Callender, asegura que la evidencia demuestra que Mendel tenían una sofisticada opinión: que estaba parcialmente de acuerdo con la postura de Gärtner y Kölreuter, pero parcialmente de acuerdo con la tradición de William Herbert (1778-1847).
También se asegura que su visión está completamente en sintonía con la teoría de la creación especial de Carlos Linneo, padre de la taxonomía y legendario naturalista cristiano que aseguraba que las especies creadas por Dios sí podían tener transformaciones biológicas, pero de una forma que denotaba límites y estabilidad perceptibles.
Controversia 2: Las variaciones biológicas de las especies
La "variación discontinua" de Mendel contra la "variación continua" de Darwin
Dentro de cada género o especie vegetal y animal, hay diversas variaciones biológicas, tales como el tipo de pelo, el color de piel, ciertas facciones o rasgos físicos de un mismo ser, como el tamaño del pico en un pájaro o la cola de un perro. Estas son variaciones biológicas que permiten que haya tantos tipos de perros como los que hoy en día se conocen. ¿Estas variaciones en los rasgos de las especies son limitadas o ilimitadas?
La "variación continua" (defendida por Darwin) versus la "variación discontinua" (defendida por Mendel) fue un tema de gran debate en la biología de la segunda mitad del siglo XIX, y uno de las contradicciones que Bateson, De Vries y otros naturalistas percibieron entre el mendelismo y el darwinismo durante la primera mitad del siglo XX. Darwin había escrito:
"Parece muy claro que los seres orgánicos deben hallarse expuestos durante varias generaciones a nuevas condiciones de vida para causar cualquier suma apreciable de variación, y que cuando la organización haya comenzado a variar, ésta permanece variable por muchas generaciones." (Darwin, 1861, p. 7)
Darwin decía que las variaciones biológicas se acumulaban con el paso de grandes periodos de tiempo, para luego dar lugar a macro-cambios, o cambios biológicos gigantes e ilimitados que permitían el surgimiento de criaturas diferentes que se salían de sus propios géneros parentales. En este sentido, él y sus seguidores creían que las especies tendrían una supuesta "inestabilidad" biológica en donde los cambios biológicos eran ilimitados. En palabras del evolucionista Ernst Mayr (1982:684):
"Esta variación individual, como Darwin nunca dejó de enfatizar, es lo que proporcionaba la materia prima para la selección natural y para el cambio evolutivo. La naturaleza de esta variación continua sobre la que el propio Darwin estaba tan incierto, se mantuvo como algo controversial."
Darwin, pues, basó su teoría de evolución en el supuesto de que la inestabilidad de las especies que era lo que hubiera permitido dar lugar a todas las especies por medio de una evolución. En su libro el Origen de las especies, por ejemplo, Darwin mismo especuló que con el paso del tiempo, incluso un oso sería capaz de convertirse en una criatura tan gigantesca como una ballena (una especulación que David Brewster criticó en su excelente artículo Los hechos y las fantasías de Darwin).
Mendel, en oposición, pudo ver con los resultados de sus experimentos que la progenie de las generaciones filiales presentaba un fenómeno de fluctuación con una clara tendencia a regresar a las formas parentales. Esto lo dejó en claro en la conclusión de su artículo, donde escribió:
"Los híbridos de las variedades se comportan como las especies de híbridos, pero poseen mayor variabilidad en su forma y una tendencia más pronunciada a revertirse a los tipos originales." (Mendel, 1866, p. 38)
Mendel rechazaba la idea de Darwin sobre cambios ilimitados. Esto es claro en su artículo donde defendía la tesis de que las variaciones biológicas ocurrían por medio de micro-cambios que estaban sujetos a límites naturales, y a la estabilidad de las especies. Otra vez la tesis de Linneo. Como Mendel mismo escribió en su memorable artículo sobre hibridación vegetal:
"A menudo se ha expresado la opinión de que la estabilidad de la especies es perturbada en gran manera, o trastornada totalmente por medio del cultivo, y que consecuentemente, hay una inclinación a considerar el desarrollo de formas cultivadas como una cuestión del azar carente de reglas. El colorido de las plantas ornamentales de hecho suele citarse como un ejemplo de gran inestabilidad.
No obstante, no está claro por qué la simple transferencia a tierra de jardín resulte en una revolución tan completa y persistente en el organismo de la planta. Nadie afirmaría seriamente que en el campo abierto, el desarrollo de las plantas se rige por otras leyes que en el jardín del hogar. Tanto aquí, como allá, los cambios de tipo deben ocurrir si se alteran las condiciones de vida, y si las especies poseen la capacidad de acoplarse a su nuevo entorno.
En buen grado se asume que por medio del cultivo, se favorece el desarrollo de nuevas variedades, y que por medio del trabajo humano, se adquieren muchas variedades que, bajo condiciones naturales, se perderían; pero nada justifica la suposición de que la tendencia a la formación de nuevas variedades se incrementa tan extraordinariamente que las especies pierden toda sus estabilidad, y que sus descendientes divergen en series interminables de formas extremadamente variables. Incluso aquí han surgido numerosas variedades durante un periodo cultural de más de 1000 años bajo las más distintas condiciones, y, a pesar de ello, bajo ambientes no cambiantes éstas mantienen una estabilidad tan grande como la de las especies silvestres." [Experiments in Plant Hybridization (1865)]
La contradicción "Mendel versus Darwin" es bien resumida en palabras de Pravda (2008):
"Darwin enseñó que no había límites a la variación biológica y que, si se les diera suficiente tiempo, un pez podría convertirse en un ser humano.
Mendel, por otra parte, mostró que hay límites naturales a las variaciones biológicas. Las variaciones dentro de los géneros biológicos (tales como variedades de perros, gatos, caballos, vacas, etc.) son posibles, pero no las variaciones más allá de géneros biológicos, especialmente de los más simples a otros más complejos."
Aquella idea especulativa de que las bacterias se pueden convertir en peces, los peces en aves, las aves en reptiles, los reptiles en anfibios y los anfibios en mamíferos; son suposiciones que la ciencia empírica de la genética mendeliana demuestra que son falsas, y que reubica en el campo de la ciencia ficción.
William Bateson, en su libro "Problemas En la Genética" (1913), escribió un poco al respecto al hablar sobre el panorama de debate a principios de siglo:
"Conforme se iniciaba la investigación sistemática de los hechos naturales se encontró a la vez que las ideas aceptadas sobre la variación [darwinista] estaban infundadas.
[Con los hallazgos de Mendel] la variación fue vista con mayor frecuencia como un fenómeno definido y específico, que afecta a las diferentes formas de vida de diferentes maneras, pero en toda su diversidad muestra indicios múltiples y, a menudo evidentes de regularidad.
Esta observación no era novedosa en esencia. Varios ejemplos de variación definida habían sido conocidos por Darwin y otros, pero, muchos, sobre todo el propio Darwin en sus últimos años, se habían dispuesto a despreciar la importancia de tales hechos. Ellos, por consiguiente luego cayeron en descrédito general. Tras la consulta más cuidadosa la abundancia de tales fenómenos resultó ser mucho mayor de lo que se supone actualmente, y una discusión de su naturaleza llevó a la prominencia de una consideración de mayor peso. A saber, que las diferencias por las cuales estas variaciones discontinuas o definidas se constituyen una y otra vez, se aproximan a, y son comparables con, la clase de diferencias por la cual las especies se distinguen unas de otras..."
Controversia 3. Las leyes biométricas darwinistas
Una gran influencia de la teoría de Darwin,un gran tropiezo contra las leyes de Mendel
|
Francis Galton (1822–1911) |
Karl Pearson y Francis Galton, ambos conocidos como proponentes principales de la eugenesia y darwinistas acérrimos, fueron dos personajes que desarrollaron lo que se llamó el "enfoque biométrico" o la estadística eugenésica. Siendo ambos darwinistas sociales, proponían la "ley de la herencia ancestral", una supuesta ley hereditaria que más tarde se demostró falsa y pseudocientífica. Galton, que era sobrino de Erasmus Darwin y primo de Charles Darwin, destacó como un principal difusor del evolucionismo y estipuló en su "teoría de la herencia directa", con la siguiente expresión:
"El porcentaje que un hombre conserva en la constitución de sus descendientes remotos es inconcebiblemente pequeño. El padre transmite, en promedio, la mitad de su naturaleza, el abuelo un cuarto, el bisabuelo un octavo; el porcentaje disminuye paso a paso, en una proporción geométrica, con gran rapidez." (Galton, 1865:326)
|
Karl Pearson (1857-1936) |
Esta idea fue descrita en los libros de Galton "Hereditary Genius" (1869) y "Herencia Natural" (1889). Karl Pearson, que era su estudiante, pronto se convirtió en un proponente de la misma teoría hereditaria Galton y de Darwin, las cuales promovió en su obra "Contribuciones matemáticas a la teoría de la evolución: Sobre la ley de la herencia ancestral" (1989).[9]
"El objetivo principal de la ley de la herencia ancestral (como fue nombrada más tarde por Karl Pearson), era integrar todo el fenómeno hereditario en un esquema o expresión conceptual. Este objetivo teórico se discierne en los escritos de Galton sobre la herencia (1865-1898). Estaba basado en una intuición simple, ingenua y un tanto arcáica que Galton nunca abandonaría, a pesar del fracaso de sus intentos cada vez más complejos de encontrar una expresión estadística para ésto." (Jean Gayon:132)
La teoría de Galton, sin embargo, tenía grandes problemas. Este británico, considerado fundador de la psicometría, desconocía sobre Mendel e impulsó en su escuela biométrica la idea de que todo podía ser medido, incluyendo la capacidad intelectual:
"Galton creía que tanto los caracteres mentales como los físicos podían ser heredados. Además, insistía que así como era posible que por medio de la selección cuidadosa se produjera una raza "superior" de ganado o de caballos, debía ser posible producir una "raza superior" de hombres por medio de matrimonios juiciosos durante varias generaciones consecutivas". [James Schwartz (2009), In Pursuit of the Gene: From Darwin to DNA, Harvard University Press, p. 4]
Pronto Darwin se dejó llevar por la doctrina de su primo, y en su libro "The Descent of Man" (1871), escribió:
"En todas las familias del hombre observamos hechos parecidos, y los admirables trabajos del Sr. Galton nos han enseñado que el genio [la inteligencia], que implica una combinación maravillosa y compleja de elevadas facultades, tiende a ser hereditario."
Usando la teoría hereditaria de Galton como una de las bases para sus especulaciones sobre la teoría de la evolución humana, Darwin defendió la idea de una supuesta inferioridad de la mujer en ese terrible libro conocido en español como "El origen del hombre":
"La principal distinción de las facultades intelectuales entre los dos sexos se demuestra en que, en cualquier cosa que emprende, el hombre retiene una mayor eminencia que la mujer; ya sea que requiera de pensamiento profundo, razón, o imaginación, o simplemente el uso de los sentidos y las manos. Si se hicieran dos listas de los hombres y mujeres más eminentes en la poesía, pintura, escultura, música, incluyendo la composición e interpretación musical, la historia, la ciencia, y la filosofía, con media docena de nombres en cada materia, las dos listas no tendrían comparación.
Podríamos también inferir, por la ley de desviación de promedios, tan bien ilustrada por el Sr. Galton en su obra "Genio Hereditario", que si los hombres son capaces de una eminencia determinada sobre las mujeres en muchos temas, el nivel estándar de facultad mental en el hombre debe ser superior a la de la mujer... Así es como el hombre definitivamente se ha vuelto superior a la mujer." [Darwin, The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex. Volumen II, Cap. XIX: "Secondary Sexual Characters of Man", pp. 327-328]
Darwin dio a conocer lo que él consideraba como "obstáculos" importantes para el incremento numérico de "hombres de cualidades superiores." Su argumento se centraba en que el carácter y la personalidad se heredan, una creencia que persiste hasta nuestros días:
"Existe en las sociedades civilizadas un obstáculo importante para el incremento numérico de los hombres de cualidades superiores, sobre cuya gravedad insisten Gray y Francis Galton, a saber: que los pobres y holgazanes, degradados también a veces por los vicios se casan de ordinario a edad temprana, mientras que los jóvenes prudentes y económicos, adornados casi siempre de otras virtudes, lo hacen tarde a fin de reunir recursos económicos con que sostenerse y sostener a sus hijos.... Resulta así que los holgazanes, los degradados y, con frecuencia, viciosos tienden a multiplicarse en una proporción más rápida que los próvidos y en general virtuosos... En la lucha perpetua por la existencia habría prevalecido la raza inferior, y ha sido menos favorecida sobre la superior, y no en virtud de sus buenas cualidades, sino de sus graves defectos." (Darwin (1961), Parte 1, Cap. V, p.186)
En la misma línea de pensamiento, Darwin creía que la propagación de supuestas "razas inferiores" causaría un "grave detrimento de la especie humana":
"De tal forma que, los miembros débiles de las naciones civilizadas van propagando su naturaleza, con grave detrimento de la especie humana, como fácilmente comprenderán los que se dedican a la cría de animales domésticos. Es incalculable la prontitud con que las razas domésticas degeneran cuando no se las cuida o se les cuida, y a excepción hecha del hombre, ninguno es tan ignorante que permita sacar crías a sus peores animales" [Cap. III: Comparación entre las faultades mentales del hombre y las de los animales inferiores. p. 135]
|
A finales del siglo XIX, miles de aborígenes y negros comenzaron a ser capturados para luego ser llevados a Europa y ser exhibidos en "zoológicos humanos", donde los evolucionistas los querían mostrar como "pruebas vivientes" de seres primitivos o eslabones perdidos. |
En el capítulo 5 de su libro, titulado "La selección natural afectando a las naciones civilizadas", Darwin presentó los conceptos de "raza inferior" y "raza superior", usando la craneometría para establecer que el hombre blanco europeo era superior; esperando que los "monos con forma de hombre" fueran exterminados en el futuro, y alegando que los negros y "aborigenes australianos" eran "razas salvajes" equiparables a los gorilas y babuinos:
"En algún periodo del futuro, no muy distante, como en cuestión de siglos, es casi seguro que las razas civilizadas del hombre exterminarán y reemplazarán a las razas salvajes en todo el mundo.
Al mismo tiempo, los monos antropomorfos, tal como el profesor Schaaffhausen ha señalado, serán sin duda exterminados. La ruptura entre el hombre y sus aliados más cercanos entonces será más amplia, porque intervendrá en el hombre en un estado más civilizado, como podemos esperar, incluso que el de los caucásicos, y algunos monos tan inferiores como el mandril, en lugar de como ahora [pasa] entre el negro o el australiano y el gorila." (Darwin (1871), Cap. VI, "En el lugar de nacimiento y la antigüedad del hombre").
|
W. F. R. Weldon (1860–1906) |
Galton y Darwin llegaron a ser muy influyentes y más tarde sus descendientes y seguidores siguieron promoviendo sus ideas. En 1901, Francis Galton, Karl Pearson y Walter Frank Raphael Weldonn fundaron la revista "Biometrika", cuyo tema giraba en torno a la biometría (la supuesta medición estadística y analítica de la herencia, a favor de la eugenesia). William Bateson fue uno de los contados detractores de estos tres darwinistas que creían firmemente en la variación continua. Ellos, por su parte, reconocían que sus propios argumentos entraban en conflicto con las leyes de Mendel, pero esto les hacía sentirse reacios hacia la genética mendeliana. Weldon incluso leyó el artículo de Mendel, y por las contradicciones que encontraba con su teoría darwinista, criticó la teoría de Mendel.[8] Como acto seguido, las revistas biométricas se rehusaron a publicar artículos sobre Bateson o Mendel. Su fe en las especulaciones evolucionistas de Darwin era absoluta.
En 1911, los hijos de Darwin, Horance, Francis y George, formaron un grupo darwinista-eugenésico en Cambridge. En 1908, Francis Galton había fundado la Sociedad Eugenésica Británica, de la cual, el cuarto hijo de Darwin, Leonard, fungió como Presidente hasta 1928. Leonard Darwin esperaba que la eugenesia se volviera "un sustituto de la religión, como Galton había esperado", por lo cual, sus grupos influyentes promovieron los escritos biometristas ampliamente. La credibilidad que se le dio a los evolucionistas eugenicistas y darwinistas sociales fue amplia en esos años que precedieron a las guerras mundiales. Bajo la influencia que las ideas de Galton y Darwin tenían sobre la herencia, en esa época surgieron el conductismo y los tests de coeficiencia intelectual. Afortunadamente, hoy en día, muchos círculos intelectuales consideran esas ideas hereditarias como mera pseudociencia.
|
Emile Zola (1840 –1902) |
El psiquiatra Charles Arthur Mercier, fue un crítico temprano al comentar contra las falacias que leyó en libros de Francis Galton y Émile Zola, quien también creía en la tesis de que la mente y la moral se heredan:
"Creo que estos escritos están basados en una concepción totalmente falsa de lo que son las leyes de la herencia, y en cuanto a la forma en que se trabajan en la raza humana. Supone que, ya que los padres tienen ciertas peculiaridades mentales y morales, los niños las reproducirán con las variaciones. No es así. Miren a su alrededor entre sus conocidos; noten el carácter intelectual y moral de los padres y los niños, y, como mi distinguido predecesor, el doctor Maudsley, ha dicho, encontrarás que en una misma familia hay extremos antitéticos. Es dudoso que los rasgos morales son hereditarios." [Dr Charles Mercier. 1904. The American Journal of Sociology. Volume X; July, 1904; Number 1]
Controversia 4.
La "herencia particulada" de Mendel contra la "herencia mezclada" de Darwin
Otra gran dificultad para la difusión del descubrimiento de Mendel fue la idea de la "herencia mezclada" (conocida en inglés como "blending inheritance"). Esto no es más que la conjetura de que los atributos de los padres se trasmitían "a medias" a sus hijos, una hipótesis con la que se sospechaba que las características de los padres "se mezclaban" para dar con nuevos rasgos.
"El trabajo de Mendel fue largamente ignorado debido a la popularidad de la idea de la herencia mezclada con la que se consideraba que los rasgos observados en la descendencia eran el resultado de un promedio o una mezcla de los rasgos parentales." (Tollefsbol, 2014:19)
Para ejemplificar la idea, imaginemos que un conejo blanco se cruza con un conejo negro. Bajo el concepto de la herencia mezclada, se pensaría que invariablemente, en un momento los conejos descendientes serían grises. Si se tomara el caso de los guisantes verdes y amarillos y se asumiera la idea de herencia mezclada, se esperaría que alguna generación de guisantes resultara en algún momento con semillas de color amarillo verdoso, con una textura medio-lisa, medio-arrugada. Si se pensara en la reproducción de una planta de flor azul con una planta de flor amarilla, los defensores de la herencia mezclada esperarían que en algún momento las descendientes resultarían en una flores de color verde.
Mucha gente y muchos naturalistas (incluyendo evolucionistas) pensaban que este era un mecanismo hereditario que actuaba en la naturaleza, aunque no podían comprobarlo. En general, antes de Mendel las personas tenían ideas difusas y no claras sobre la herencia, pero a los darwinistas les convenía asumir la idea porque sólo así se podría justificar la teoría de que la descendencia de los seres vivos, con el paso de mucho millones de años, cambiaría sumamente hasta conformar nuevos organismos. Al respecto, se sabe que Darwin se adhería a la idea:
"Darwin, como la mayoría de los demás, creían en la herencia mezclada, y esto es justamente claro a través de la escritura de su primera edición de el Origen, aunque entonces no había tratado las cosas a un nivel causal- esta creencia influyó claramente su postura. . . Parece que en parte para contrarrestar los efectos que hundían a la 'mezcla' Darwin comenzó a defender (a través de las distintas ediciones del Origen) un papel más amplio sobre la herencia de los caracteres adquiridos. Sabemos que él siempre se había suscrito a esta idea, pero para calmar las críticas sobre la incapacidad de la selección, él comenzó a darle una mayor parte en su teoría, tanto como un mecanismo evolutivo por sí mismo, como un proveedor de más variación que echaba leña selectiva a la variación." (Ruse, 1999:210-211)
El trabajo histórico de Mendel presentó en cambio la idea de la "herencia particulada" o concreta (en inglés: particulate inheritance). Esto era "la hipótesis de que los factores genéticos transmitidos a un individuo por sus padres no se fusionan después de la fertilización, sino que retienen su integridad a través de su ciclo de vida entero" (Barrows, 2011:643). En una carta enviada el 16 de 1867 a Nägeli, Mendel escribió sobre este fenómeno observado en sus experimentos:
"Me inclino por considerar que la separación de los rasgos parentales en la descendencia de los híbridos en los Pisum es completa y por lo tanto permanente. La progenie de los híbridos lleva uno u otro de los rasgos parentales, o la forma híbrida de los dos. Nunca he observado transiciones graduales entre los rasgos parentales o un enfoque progresivo hacia uno de ellos. El proceso de desarrollo consiste simplemente en esto: que en cada generación aparecen los dos rasgos parentales, separados y sin cambios, y no hay nada que indique que uno de ellos haya heredado o se haya apoderado de cualquier aspecto del otro." (Mendel, 1867)
Este proceso genético se conoce hoy como recombinación. Implica un proceso que es como barajar los genes, y muestra la causan por la cual los niños se parecen a sus padres muy de cerca, pero no son exactamente como ninguno de los dos, [ni se ven como la mezcla exacta de los dos]. Ésta se explica en el entendido de que los padres transmiten lo que Mendel llamó "factores de herencia" o "unidades heredables" (hoy llamados 'genes') que hacen que se retengan sus cualidades constitutivas en las descendencias.[1]
|
En esta figuran se contrasta el esquema de la herencia mezclada (izquierda) con el de la herencia particulada (derecha) |
Como ya se dijo, el descubrimiento de estos principios de recombinación por Mendel, mostró que hay rasgos que pueden estar ocultos por una generación, que normalmente no se pierden, y que cuando ciertos rasgos aparecen es porque habían factores genéticos que habían estado allí todo el tiempo (Patman, 1998). Por esto, al hablar de herencia particulada a nivel fenotípico se habla de una "variación discreta." Otra razón por la cual los biometristas darwinistas encontraban enemistad en estos postulados que, si aceptaban, restarían importancia a los modelos cuantitativos de la herencia que trataban de hacer. De tal manera:
"Karl Pearson y los otros biometristas que estudiaron la herencia basados en el concepto de herencia mezclada aceptaron que esta idea estaba en oposición entre el Mendelismo y el Darwinismo... Puesto que la teoría de Mendel era una de variación discreta, los biometristas concluyeron que el Mendelismo debía ser falso, y por consiguiente, lo atacaron" (Rose 2000, pp. 37-41).
Esta también fue una de las razones por las cuales el trabajo de Mendel fue descartado por el mismo Carl Nägeli, quien "compartía con Pearson, Weldon y Weismann una fe inamovible en la herencia mezclada" (Ryan, 2002:61). Nägeli estaba tan convencido de ello que le recomendó a Mendel que mejor abandonara sus estudios sobre herencia:
"Nägeli creía tan fuertemente en la "herencia mezclada" que concluyó que Mendel debía estar mal e ignoró su trabajo. El libro de Nägeli de 1884 sobre evolución y patrones de herencia no hace mención alguna de Mendel. Nägeli inclusó le sugirió que mejor estudiara las vellosillas, lo cual Mendel hizo... La famosa reclamación principal a Nägeli hoy en día, por lo tanto, es la de ignorar, y luego tratar de extraviar, al Padre de la Genética."
[Stanley (2009:267)]
Esa falta de consenso sobre la teoría de Darwin y el debate entre "herencia mezclada" versus "herencia particulada" también contribuyó a que los evolucionistas se encontraran a menudo en desacuerdo sobre sus propias interpretaciones. El libro de Andrew Brown, Darwin Wars (2002), documenta todas esas batallas teóricas y las contradicciones que los darwinistas tenían entre sí.
Una de esas batallas en el siglo XIX, fue debido a que Charles Darwin y muchos de sus contemporáneos seguidores asumieron tácitamente la idea de herencia mezclada y pensaban que los rasgos de los padres se mezclaban en la descendencia (Hamilton, 2011). En su libro "El origen de las especies", Darwin favorecía abiertamente la idea de la herencia mezclada , lo cual le fue reprochado por un importante creyente intelectual de la época:
|
Fleeming Jenkin (1833–1885) |
"En 1867, el ingeniero escocés Fleeming Jenkin argumenta que, de ser cierta la 'herencia mezclada' de Darwin, con el tiempo las características individuales de las personas se diluirían hasta que todos tuvieran el mismo aspecto. (Oca, 2010.51)
El cuestionamiento de Jenkins fue perfectamente válido, y, en vida, Darwin expresó que esta objeción "le estaba dando más problemas que ninguna otra". En un fallido intento de responder a esta crítica a su teoría, Darwin subsecuentemente desarrolló una infame teoría sobre la herencia, pero nunca pudo resolver las objeciones que emergían del tema de la herencia.
Los hallazgos de Mendel refutaron las suposiciones que defendían Darwin, los biometristas, y los evolucionistas darwinistas sobre la herencia mezclada. Mendel probó que "los caracteres transmisibles están vinculados con factores que no se mezclan ni se diluyen, sino que pasan sin alteración de generación en generación, siendo entes separables, disociables unos de los otros". Los progenitores transmitiendo estos caracteres completamente e individualmente (Papp, 1983, 240).
A pesar de ello, los darwinistas, desde la época de Mendel tomaron una postura conocida ahora como "gradualismo" o la idea de que una "evolución gradual" pudo haber originado los seres vivos y sus constituciones biológicas. Por las críticas que surgieron a la idea de esa "evolución lenta", a principios del siglo XX se formó otro grupo de evolucionistas que sugerían la idea de que los seres se pudieron haber originado por medio de "mutaciones", cambios "bruptos" o "saltos" gigantescos naturales.
|
Parodia del saltacionismo |
Esa hipótesis teórica fue conocida como "saltacionismo" y a menudo Bateson y Hugo de Vries también manipularon el trabajo de Mendel para proponer la teoría "saltacionista." Surge entonces un enfrentamiento más duro entre evolucionistas "gradualistas" contra los evolucionistas "saltacionistas". Sin embargo, ambos estaban equivocados en su visión de la herencia. Los evolucionas gradualistas erraron al sugerir que los rasgos hereditarios se "diluían" con el paso del tiempo, para dar lugar a nuevos rasgos; los evolucionistas saltacionistas, al sugerir que habían rasgos hereditarios que aparecían de la nada por medio de mutaciones inmediatas en la descendencia, sugieriendo también que habrían rasgos hereditarios que desaparecían en las generaciones posteriores a causa de esas mutaciones.
La realidad, sin embargo, es que Mendel nunca habló de mutaciones, ni tampoco de bruptos cambios biológicos.
De lo que el monje sí habló explícitamente fue en contra del "gradualismo" de su época, lo que es muy claro en una carta de 1867 dirigida a Nägeli, en donde Mendel había presentado sus argumentos con la seguridad de que estaban basados en la experimentación y no en salvajes supuestos teóricos, como la mayoría de lo que proponían los contemporáneos. Mendel informó a Nägeli que una planta híbrida denominada "Aa" recuperaba los rasgos paternales "A" y "a", entre su progenie híbrida. Aseguraba que de acuerdo a los experimentos que llevó a cabo, los caracteres de los padres no se fusionan (no hay herencia mezclada), sino que permanecían independientes:
"Me inclino a considerar que la separación de los rasgos de los padres en la descendencia de los híbridos en Pisum es completa y, por lo tanto, permanente. La progenie de los híbridos lleva uno u otro de los caracteres parentales, o la forma híbrida de los dos. Nunca he observado transiciones graduales entre los caracteres parentales ni un acercamiento progresivo hacia uno de ellos. El curso del desarrollo consiste simplemente en esto: que en cada generación, los dos caracteres parentales aparecen separados e inalterados, y no hay nada que indique que uno de ellos haya heredado o tomado algo del otro... Como ejemplo, permítame señalar los paquetes, números 1035 a1088, que le envié. Todas las semillas se originaron en la primera generación de un híbrido en el que se combinaron cubiertas seminales de color marrón y blanco. A partir de la semilla de color marrón de este híbrido, algunas plantas se obtuvieron con cubiertas seminales de un color blanco puro, sin mezcla de color marrón. Espero que aquellas conserven la misma constancia de carácter que se encuentra en la planta parental". (Mendel, en su carta del 18 de abril de 1867, citada en Daniel L. Hartl (1955), "Essential Genetics: A Genomics Perspective", Prentice-Hall, p. 69.]
A finales de la década de 192, un biólogo hispano que había leído el artículo del austriaco escribía su impresión:
"Las teorías mendelianas, debidas a Gregorio Mendel, que me ha sido dado indagar en experiencias zootécnicas y fitotécnicas, inclinan el ánimo, no sólo contra la herencia absoluta u ortogénesis, sino aun contra la evolución exclusivamente selectiva de Darwin. No hay, propiamente, factores persistentes e irreversibles, sino, más bien, dominantes unos y recesivos otros, que dan por resultado una ley natural de discontinuidad del "genes" o elemento genotípico, esencia del descubrimiento de Mendel (que muchos comparan con la teoría de la discontinuidad de los átomos de [John] Dalton)." [Revista de Ciencias Económicas, 1928]
|
Peter J. Bowler (1944-) |
Actualmente existen "darwinistas modernos," "nuevos darwinistas" o neodarwinistas que descartando la herencia particulada de Mendel, han continuado con nociones de la herencia mezclada.
Algunos de ellos como Peter J. Bowler, a finales del siglo XX, han insistido en que “el darwinismo podría funcionar muy eficazmente con un modelo de herencia mezclada” (Bowler (1989), pp. 48, 63, 139).
Controversia 7.
La "herencia suave" de Darwin contra la "herencia dura" de Mendel
Galton y Darwin incorporaron a sus teorías el concepto de "herencia suave," es decir, la idea de que los rasgos heredables de los organismos son "flexibles" o "suaves", sin firmeza, ni un establecimiento concreto. Darwin, Spencer y Haeckel fueron los primeros en tratar de justificar este concepto (Churcill, 1976) y "Darwin creyó siempre en una herencia suave y amalgamada" (Revista de occidente, 1982).
En contraste, los estudios de Mendel establecían que en el material genético las combinaciones de unos alelos no formaban una mezcla fusionada con el otro alelo. En este entendido, a la herencia mendeliana se le llama "herencia dura", que es exactamente opuesto al esquema de herancia mezclada de Darwin y a la herencia de carácteres adquiridos propuesta originalmente por Lamarck (Michael R. Rose, p. 40). Lo que pasó más tarde fue:
"Los biometristas no podían esperar vencer a los mendelianos en lo que se refiere a herencia. En los hechos, los biometristas estaban equivocados sobre la maquinaria de la herencia. Era particulada y "dura" como lo había propuesto Mendel. Por lo tanto, la mendelianos pronto se encontraron triunfantes" (200:41).
Hoy en día, con el avance del estudio del ADN, se sabe que la idea de la "herencia suave" es de naturaleza pseudocientífica.
Controversia 6.
La idea de carácteres adquiridos: de Lamarck a Darwin
|
Jean-Baptiste Lamarck (1744 – 1829) |
Como hemos visto, un problema mayor para la teoría de Darwin fue el nunca poder explicar el mecanismo hereditario por el que ocurría la variación biológica. Pero para tratar de justificar que su teoría de la evolución era la correcta, no solo retomó ideas sobre la herencia mezclada, sino también retomar la "teoría de los carácteres adquiridos" que había sido propuesta anteriormente por el francés Jean-Baptiste Lamarck. Sus seguidores y defensores se conocieron como Lamarckistas, y actualmente esta teoría está desacreditada por el conocimiento de la genética.
Gordon Rattray Taylor reprochó que esas ideas aberrantes hayan influido tanto en Darwin:
"[Sobre] el Lamarckismo... conocido como la idea de los caracteres adquiridos. El mismo Darwin, es un hecho, se inclinó a creer que dicha herencia ocurría y citó un reporte del caso de un hombre que había perdido sus dedos y tuvo hijos sin dedos... [Darwin] dijo que no había tomado ninguna idea de Lamarck. Esto fue doblemente irónico, puesto que Darwin jugaba repetidamente con la idea de los caracteres adquiridos, y si ésta es tan terrible, es Darwin quien debería ser denigrado en vez de Lamarck...
En la edición de 1859 de su obra, Darwin habla de "los cambios de condiciones externas que causan variación", pero posteriormente estos cambios son descritos como los que dirigen y cooperan con la variación y con la selección natural al dirigirla... En 1868, cuando publicó "Variedades de Plantas y animales bajo la domesticación" dio toda una serie de ejemplos de supuesta herencia lamarckista: como el de un hombre que perdió parte de su dedo meñique y todos sus hijos nacieron con dedos meñiques deformados, y de niños nacidos con prepucios muy cortos como resultado de generaciones de circuncisión" (Taylor, R. Gordon, 1984, pp. 34-41).
Cuando Mendel adquirió la copia de aquél libro, seguramente éste se sorprendió al ver que el británico daba por hecho algunos datos extraños que no se justificaban correctamente. Darwin escribió:
"Se han registrado varios casos de gatos, perros y caballos que habiendo tenido sus colas, patas, etc.. amputadas o lesionadas, produjeron descendencia con las mismas partes malformadas; aunque como no es raro para nada que malformaciones similares aparezcan espontáneamente, todos esos casos podrían ser por mera coincidencia.
|
Johann Friedrich Blumenbach (1752-1840) clasificó a la especie humana en 5 grupos raciales: 1) "caucásicos," 2) "mongoloides," 3) "malayos," 4)"americanos" y 5)"etíopes" o "negroides." |
Sin embargo, el Dr. Prosper Lucas ha dado, en base a buenas autoridades, una lista tan larga de partes heridas, que es difícil no creer en ella. Así, una vaca que ha perdido un cuerno por un accidente, con la supuración consecuente, produjo tres terneros a los que le faltaba el cuerno en el mismo lado de la cabeza. Con el caballo es difícil dudar que las exostosis óseas de las patas, causadas por viajar tanto por caminos largos, sean heredadas.
Blumenbach registra el caso de un hombre que tenía casi mutilado el dedo meñique de su mano derecha, y que, consecuentemente, había crecido torcido, y sus hijos habían tenido torcido el mismo dedo de la misma mano de manera similar. Un soldado, quince años antes de que casarse, perdió su ojo izquierdo debido a una oftalmia purulenta, y sus dos hijos tuvieron microftalmia en el mismo lado del ojo.
Si se reportó con veracidad, en todos estos casos en los que el padre había tenido un órgano herido de un lado, y más de un niño había nacido con el mismo órgano afectado del mismo lado, las posibilidades contra una mera coincidencia son enormes.... En su conjunto, difícilmente podemos evitar el admitir que las heridas y las mutilaciones se heredan ocasionalmente, especialmente las que van acompañadas de enfermedades, o tal vez exclusivamente las que ocurren cuando éstas les siguen." [Darwin, Charles. The Variation of Animals and Plants Under Domestication. Cap. XII. pp. 23-24]
En el Capítulo XII: Herencia, del mismo libro, Darwin dijo que este tipo de historias, también mencionadas por Charles Brown-Séquard, le llevaron a concluir que "poseemos ahora evidencia concluyente de que los efectos de las operaciones se heredan algunas veces." Brian Hall (2011:120) comenta que "la herencia de rasgos, a su juicio se veían afectadas por el uso y el desuso", lo cual explica que los seguidores modernos de Darwin digan que el dedo meñique y otros órganos de los humanos "desaparecerán" en futuras generaciones.
Lynn Margulis, una bióloga que ha criticado el darwinismo y el neo-darwinismo en el siglo XXI, expresó su disgusto con las sugerencias de Darwin:
|
Lynn Margulis (1938 –2011) |
"La «herencia de características adquiridas», expresión inseparable ya del nombre de Lamarck, se conoce como lamarckismo y se equipara con error. Sin embargo, y al igual que Lamarck, el propio Darwin se debatió con el problema de la fuente primigenia de la variación heredable, llegando también a conclusiones erróneas»
«Al parecer se prefiere olvidar que, como señala Mayr en su libro (1982), que Darwin acabó por inventarse una explicación lamarckiana —su hipótesis pangenética— para explicar el origen de las variaciones heredables. Según esta teoría, las gémulas, supuestas partículas de las que todo ser vivo estaría dotado, y sujetas a la experiencia durante la vida de sus portadores, mandan representantes a la siguiente generación. El punto de vista de Darwin, difícilmente diferenciable del de Lamarck, constituye una declaración formal en favor de la «herencia de características adquiridas»
Controversia 7.
La teoría de pangénesis sin las leyes de Mendel
Como lo señala Margulis, en sus últimas ediciones de El origen de las especies, y en sus últimos libros sobre biología, Darwin promovió lo que llamó su "teoría de pangénesis", una teoría hereditaria que servía como base para justificar su teoría de la evolución.
Con el tiempo, la idea se volvió tan penosa para la biología, que a menudo las biografías del evolucionista prefieren no hacer mención de ella, y se opta por omitir la importancia que Darwin le adjudicó dentro de su teoría de la evolución.
La relación de la "pangénesis de Darwin" con la teoría hereditaria de Lamarck era total, aunque la idea de que las características adquiridas podían ser transmitidas a la descendencia, también había sugerida primero por Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin y de Francis Galton. Lamarck la había retomado del abuelo y desarrollado su teoría muy similar a la de Darwin:
"Lamarck decía que los individuos contenían "fluido nervioso" y que los órganos o los rasgos que se usaran o ejercitaran más frecuentemente atraían más de ese fluido nervioso, causando que esos mismos rasgos u órganos se desarrollaran más en la descendencia.
Su ejemplo más conocido es el del largo cuello de la jirafa, que él decía que se había formado porque estos animales lo usaban continuamente estirándose para alcanzar las hojas de los topes de los árboles. Más tarde, Charles Darwin y muchos de sus contemporáneos se suscribieron a la idea de la herencia mezclada." [Hamilton, Matthew (2011). Population Genetics. John Wiley & Sons. Cap. 2. Genotype Frequencies]
"Darwin declaró en las páginas de 'Variación' que las gémulas eran "gránulos diminutos... que circulaban libremente a través del sistema y que "debían difundirse completamente" (añadiendo que este proceso era posible), "considerando... la circulación continua de fluidos por todo el cuerpo." (Gayon, 1998:112)
En palabras de Ruse (37), "Darwin no podía aceptar ningún tipo de explicación sobre la herencia excepto la herencia que implicara herencia mezclada y continua". Aceptando esas falacias, era más fácil creer que una criatura pudiera cambiar en otra, razón por la cual retomó y explicó el ejemplo del cuello de la jirafa:
"La selección natural preservará y por lo tanto separará a los individuos superiores, permitiéndosle cruzarse libremente, y destruirá a todos los individuos inferiores. Por esto proceso continuado durante mucho tiempo, que exactamente corresponde con lo que he llamado la selección inconsciente del hombre, combinada, sin duda, de una forma importante con los efectos heredados por el uso incrementado de partes, me parece casi seguro que un cuadrúpedo con pezuñas pueda haberse convertido en una jirafa." [Darwin, Charles, The Origin of Species, Cap. VII]
En épocas de escasez de alimentos, Darwin pensaba que las jirafas "estirarían" sus cuellos para alcanzar las hojas altas, supuestamente dando como resultado descendencias con cuellos más largos.
Darwin creía que la "selección natural" causaba una evolución en la que se eliminaban los rasgos que no se habían usado mucho por los organismos parentales:
"Él especulaba que las situaciones de uso y abandono de los órganos y de otras formas de herencia de caracteres adquiridos podrían contribuir a la existencia de esta variabilidad. Sabemos ahora que Darwin estaba fundamentalmente equivocado en esta interpretación, al igual que lo estaba al pensar que había cierto grado de "herencia suave", de mezclas que podían producir una fusión de caracteres paternos y maternos."
[Universidad Nacional Autónoma de México, 1989. Universidad de México: revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, Volume14 44, Issues 462-467. p.14]
Michael R. Rose, señala más aspectos erróneos sobre la teoría pangenésica de Darwin:
"Con respecto al mecanismo general de la herencia, Darwin desarrolló una elaborada teoría que llamó "pangénesis". Combinaba la herencia mezclada con la herencia de caracteres adquiridos. Él supuso que el material de herencia estaba conformado por un largo número de "gémulas," que [pensaba] que eran partículas las partículas de la herencia. Sin embargo, estas hipotéticas gémulas no estaban fijas en estructuras físicas y podría haber un número variable de ellas de un mismo tipo.
Darwin pensaba que las gémulas migraban a través del cuerpo recogiendo información sobre el estado de las diferentes partes del cuerpo. Antes de la reproducción, algunas gémulas migrarían de regreso hacia las gónadas, donde entonces conseguirían subir a bordo del gameto antes de la fertilización." [Ruse, 1999. Darwin's Spectre: Evolutionary Biology in the Modern World, p. 36]
El británico estipulaba "que algunas partes del cuerpo emitían "gémulas" que se acumulaban en las gónadas; que luego la modificación de caracteres por medio de selección natural modificaba las gémulas, las cuales serían transmitidas a la siguiente generación. Esta idea esencialmente Lamarckiana fue el mayor error científico de Darwin" (Carr, 2005:400).
Las creencias de Darwin sobre la herencia eran una combinación de todas las percepciones erradas sobre la herencia, que ya hemos revisado. Pero Darwin las usó para tratar de explicar la evolución por selección natural y lo que él percibía como la posibilidad de que las siguientes generaciones "evolucionaran." Darwin creía que las gémulas permitían que el "comportamiento adaptativo" de los progenitores fuera heredable, y esto fue retomado por sus creyentes:
"Los contemporáneos de Darwin ciertamente reconocieron las implicaciones evolutivas de su hipótesis de pangenésica; vieron que, aunque en apariencia era una teoría de la herencia, la pangenesis llevaba las semillas de una teoría de mecanismo evolutivo que podría suplantar en gran medida la de la selección natural. La teoría de gémulas puede encajar libremente la teoría de Lamarck." (Romanes 1893, p. 104; Evolution and Learning, R. C. Bolles, M. D. Beecher, p. 43)
Su primo también aplicó estas ideas a la biométrica, como comenta Gayon (1998: 111):
"En su libro [Genio Hereditario (1869)], Galton de hecho adoptó la hipótesis de pangénesis e incluso la propuso cuando dijo que las gémulas "circulan en la sangre", un detalle que Darwin había eludido cuidadosamente en 'Variación', pero que en sus primeros intercambios con Galton, también fue cuidadoso de no negar."
La pangénesis de Darwin representa hoy en día uno de los errores más ignominiosos sobre la herencia. Mendel estaba al tanto de las deficiencias metodológicas de Darwin, quien basó sus especulaciones sobre la herencia en especulaciones y relatos de otras personas. Al austriaco no le parecía que Darwin se hubiera basado en lo que la gente le había contado para hacer aseveraciones tan atrevidas. Por ello, cuando Nägeli citó la visión de Darwin como un autoridad infalible que había afirmado sus hipótesis en su libro dobre domesticación, Mendel escribió en respuesta:
"...Las afirmaciones de Darwin sobre los híbridos de los géneros mencionados en "La variación de animales y plantas domesticados", basados en los reportes de otros, necesitan ser corregidas en muchos aspectos."
Mendel, con su experimentación, marcó un panorama en el que los rasgos biológicos estructurales eran transmitidos de los padres a los hijos, sin que hubiera pérdida de información:
"Los experimentos que Mendel llevó a cabo, en cambio, demostraban la veracidad de lo que se conocería como el concepto de herencia particulada. Mendel demostró que los rasgos o fenotipos se determinan por unidades discretas que se heredan intactas e incambiables a lo largo de generaciones.
Su hipótesis fue suficiente para explicar tres observaciones comunes: 1) El fenotipo a veces es idéntico entre padres y descendencia. 2) La descendencia en el fenotipo puede diferir de la de los padres. y 3) los fenotipos puros de generaciones previas pueden omitirse en generaciones y reaparecen en generaciones posteriores. Ni la herencia mezclada ni la herencia de carácteres adquiridos son explicaciones satisfactorias para todas estas observaciones.... los resultados de Mendel fueron verdaderamente revolucionarios y sirvireron como el mismísimo fundamento de la genética de población." [Hamilton, Matthew (2011). Population Genetics. John Wiley & Sons. Cap. 2. Genotype Frequencies]
|
August Weismann (1834-1914) |
En la década de 1880, August Weismann realizó experimentos en los que les cortó las colas a 68 ratones blancos que se procrearon a lo largo de cinco generaciones. Weismann esperaba que después de varias generaciones nacieran ratones sin colas, como Darwin aseguraba en su teoría que pasaría eventualmente. Weismann, sin embargo, quedó desilusionado al darse cuenta de que invariablemente, todos los ratones descendientes nacían siempre con colas iguales a la especie. Ni uno solo nació sin colas, como reportó:
"Nacieron 901 [ratones] jóvenes por cinco generaciones de padres mutilados artificialmente y sin embargo no había un solo ejemplo de una cola rudimentaria ni cualquier otra anormalidad en el órgano". [August Weismann. 1889. Essays Upon Heredity. Clarendon Press, Oxford].
Esto llevó a Weismann y a teóricos posteriores a abandonar la creencia en la herencia de carácteres adquiridos (Lipton, 2008:12). William Bateson era uno de los que también estaban conscientes de los errores que Darwin sobre la transmisión hereditaria: la pangénesis y la herencia mezclada. Sabía que eran ideas que los darwinistas defendían, lo cuál criticó:
"La ocurrencia de una adaptación progresiva que es transmitida por efectos de uso le había parecido algo tan natural a Darwin y a sus contemporáneos que no pensaron que ninguna prueba de la realidad fisiológica del fenómeno fuera necesaria.
El experimento de [Wallace] Weismann reveló la insuficiencia absoluta de las pruebas en que se basaron tales creencias. Eran, sin duda, observaciones asiladas que pueden ser interpretadas como favorables a la creencia en tales transmisiones [señaladas por los relatos de Darwin], pero ese tipo de indicaciones escasas, como son en realidad, se admite por consenso general que son demasiado leves para servir en el intento de comprender cómo surgieron mecanismos adaptativos de lo más complejos." [W. Bateson, Mendel's Principles of Heredity, 1909, Cambridge University Press, p. 5]
¿Que pasó luego? La teoría de pangénesis fue reemplazada eventualmente por las leyes de herencia, algunos años después de que éstas fueran descubiertas.
Controversia 8.
La ciencia experimental de Mendel,
VS la pseudociencia especulativa de Darwin
Llegando a este punto debe reconocerse con honestidad que otra gran diferencia entre Mendel y Darwin es el método que utilizaron y la naturaleza de los argumentos que usaron. Gabriel Gellon, doctor en biología por la Universidad de Yale explica a su manera algunas diferencias en el método experimental de Mendel y las especulaciones de Darwin, en su artículo "Mendel versus Darwin":
"A diferencia de las ideas de Darwin y Weismann,... las de Mendel alcanzaron éxito perdurable y dieron lugar a un aluvión de experimentos y refinamientos teóricos que, en poco menos de diez años, se habían consolidado en un lenguaje, una disciplina, y un programa de investigación maduros. Los libros de genética de 1910 tenían muchas de las mismas ideas que hoy estudiamos en la escuela. ¿Por qué triunfó Mendel?...
Darwin procedió con la herencia de manera similar a como lo había hecho al formular la teoría de la evolución. Comenzó por acumular la mayor cantidad de datos que pudo de la mayor cantidad posible de fuentes; consultó a veterinarios, criadores de animales, jardineros, horticultores y coleccionistas. Había reclutado laboriosamente buena parte de ese verdadero ejército de colaboradores mientras escribía El origen de las especies. Con los informes que recibía, Darwin comenzó a nadar en un mar de datos, de los cuales era muy difícil extraer conclusiones útiles...
El contraste de Darwin con Mendel no puede ser más grande. En vez de tratar de abarcar un vasto número de especies y tratar de observar todos los posibles tipos de fenómenos, [Mendel] eligió solo una especie: la arveja.
De entre todas las variedades posibles de arvejas, se concentró inicialmente en 34, y finalmente se restringió a 22. Y de entre todas las características posibles de esa especie, se limitó a siete. Tan ajustada fue su elección del objeto de estudio como de los problemas a estudiar. Eligió características que parecían existir en dos variantes posibles, como la forma lisa o arrugada de la semilla, el color amarillo o verde de esta, el largo del tallo, que puede ser chico o grande, etcétera. Su trabajo de cruzamiento constituyó un enorme experimento para poner a prueba la idea de que cada individuo lleva en sí dos copias de cada factor, aunque una de esas copias no se exprese, y que esas copias ni se mezclan ni se destruyen sino que aparecen intactas en la progenie. Para probarlo se valió del recuento de los caracteres de la progenie y del análisis pormenorizado de un caso en extremo acotado. Podríamos decir que mientras que Darwin tenía la mirada puesta en el bosque, Mendel estaba absorto examinando una simple bellota."
[Ciencia en el aula, "Mendel versus Darwin", ¿Qué se aprende de realizar comparaciones?. Asociación Civil Expedición Ciencia. Volumen 20 número 119 octubre - noviembre 2010, p. 61-62. (Ver Caché)]
Los autores darwinistas a menudo pasan por alto el hecho de que Darwin se basó ampliamente en la especulación, en teorizaciones raramente verificadas por medio de observación. Sus experimentos y autores citados fueron, en gran manera, sesgados y omitiendo datos a su propio favor.
Para dar una muestra, Mendel abordó el tema de la fertilización de las flores, sabía que Charles Darwin, en su libro, hablaba de que la única forma de lograse este proceso requería de varios granos de polen. Charles Victor Naudin decía que al menos se necesitaban tres. Darwin asumió estas cosas como verdaderas, sin haber hecho experimentos. Incluso Ernst Mayr comenta sobre esto que "la opinión de Darwin en gran medida estaba basada en una malinterpretación del trabajo de Naudin." Mendel, del otro lado, quiso comprobar qué tan ciertas eran las conclusiones que se citaban sobre los experimentos de Naudin. Tiempo después le describía a Nägeli una carta con los resultados de sus experimentos:
"Concierne la opinión de Naudin y Darwin que un solo grano de polen no es suficiente para la fertilización del óvulo.
|
Mirabilis jalapa |
Yo usé Mirabilis Jalappa para una planta experimental, como lo había hecho Naudin. El resultado de mi experimento, sin embargo, fue completamente diferente. A partir de fertilizaciones con granos de polen individuales, obtuve dieciocho semillas bien desarrolladas, y de éstas, un número igual de plantas, de las cuales diez ya han florecido.
La mayoría de las plantas son tan vigorosas como las derivadas de la autofecundación libre. Algunos ejemplares están algo retrasados en su crecimiento hasta el momento, pero tras el éxito de todos los demás, la causa debe estar en el hecho de que no todos los granos de polen son igualmente capaces de fertilización." (Carta VIII de Mendel a Nägeli, 03 de julio de 1870).
Usando la flor conocida como dondiego de noche, Mendel fue también el primero en demostrar que un solo grano de polen es suficiente para lograr la fertilización vegetal.
Darwin, por otro lado, se aventuró a especular más sobre la evolución de especies haciendo suposiciones sobre los origenes de éstas, haciendo suposiciones inobservables sobre el pasado (lo que en la filosofía de la ciencia algunos llaman "ciencia histórica" y clasifican como algo muchísimos más falible). Francis Bacon habló también habló del uso de "ciencia especulativa" que termina derivando en muchas afirmaciones pseudocientíficas.
Vemos que gran parte de las salvajes especulaciones darwinistas no tienen posibilidad alguna de ser comprobadas por el método científico baconiano. Darwin dijo, por ejemplo, que el amor surgió en el hombre como un mero "instinto animal" Sus razonamientos sesgados en "El Origen del Hombre" (1871, Cap. XIX: Hombre - Diferencias sexuales. págs 564-565), también le llevaron a asegurar que "el hombre ha llegado a ser finalmente superior a la mujer", sin tomar en cuenta que los datos alude como evidencia pueden tener causas sociales, tales como la represión que se le ha dado a muchas mujeres.
Con esto se trata de mostrar simplemente que, a lo largo de su obra, Darwin usaba principalmente un método especulativo, y parcializado hacia sus pretensiones y prejuicios personales. Muy lejos de reconocer el límite de su propio conocimiento, Darwin hablaba entusiastamente sobre supuestos eventos de un pasado inobservable, o de igual manera, de un lejano futuro inobservable para el ser humano. De la misma forma, los supuestos cambios evolutivos de un género a otro (macroevolución) es una idea que los darwinistas aceptan como algo que no puede comprobarse porque dicen que tienen que pasar miles de millones de años para que suceda. En las palabras del evolucionista ateo Richard Dawkins: "Estamos condenados a vivir sólo por unas décadas y eso es muy lento, muy pequeño en la escala del tiempo para ver la evolución progresando;" o como declaró la antropóloga atea Gail E. Kennedy: "la evolución no es comprobable en el tiempo."
Mendel, por el contrario, se enfocó en experimentar sobre la hibridación de las especies, haciendo estudios empíricos que sí pudieran ser comprobables con pruebas en tiempo real. En su boletín, por ejemplo, Mendel señaló que él no buscaba dar conclusiones especulativas, sino conclusiones que puedan ser derivadas de su experimentación. En una carta a Nägeli, Mendel había escrito:
"Permítame señalar que, como trabajador empírico, debo definir la consistencia de género como la retención de un carácter durante el periodo de observación."
Por ello Mendel pudo demostrar cosas que claramente pueden ser verificadas y comprobadas, y que sí pueden ser experimentadas. Por esta misma razón, propuso una postura lógica sobre la herencia, proponiendo la herencia particulada y sus leyes mendelianas. Y sin embargo, las inferencias que no pudo observar, como las unidades hereditarias o genes, resultaron ser ciertas.
En la tradición de Bacon, Mendel observó del libro de la naturaleza siendo precavido y cauteloso de registrar y explicar detalladamente su experimentación, y evitando imponer sus opiniones personales. En breves términos, las investigaciones de Mendel ayudaron a entender que las únicas variaciones biológicas que sí se pueden observar y comprobar con un método científico son las que ocurren dentro de géneros taxonómicos, según las constantes hereditarias que le dan estabilidad a las especies.
Mendel publicó resultados obtenidos a partir de una experimentación puramente metódica, y empírica en esencia, Darwin publicó conjeturas ambigüas sobre la herencia a partir de una interpretación meramente teórica, y retórica en esencia.
Darwin estaba acostumbrado a hacer suposiciones sin haber hecho una debida experimentación; trataba de explicar "el origen" y el pasado en una forma que a él le parecía "racional", pero esto mismo le llevó a caer en falacias de interpretación sobre el mecanismo de herencia.
Mendel pertenecía a la vieja escuela de científicos que sí se apegaban y creían en el método empírico baconiano, el método que se centra en estudiar científicamente los hechos del presente (siendo ciencia experimental). Esto lo diferencía en gran parte de Darwin y de otros autores modernos que se sienten libres de especular salvajemente sobre el pasado o futuro inobservable en el cual no hay posibilidad de aplicar el método empírico.
Controversia 9.
Darwin no sabía matemática elemental
Mendel sabía matemáticas avanzadas
Fallos importantes en la teoría de la evolución de Darwin se deben a que ésta planteaba fundamentos que ignoraban y dejaban de lado completamente las ciencias exactas. Recientemente, el astrofísico Mario Livio señaló sobre esto, que:
"Darwin realmente no sabía nada de matemáticas, así que su teoría es completamente no-matemática." (Moskowitz, 2013)
De hecho, eso es algo que el inglés mismo reconoció en su biografía, comentando:
"Durante los tres años que pasé en Cambridge [estudiando teología] mi tiempo fue desperdiciado en cuanto a estudios académicos se refiere, como lo fue completamente en Edimburgo y en la escuela. Traté con las matemáticas, e incluso fue durante el verano de 1828 con un tutor privado (un hombre muy torpe) en Barmouth, pero iba muy lento. La tarea fue repugnante para mí, principalmente porque no fue capaz de ver ningún significado en las cosas básicas de álgebra. Esta impaciencia fue muy necia, y después de los años, he lamentado profundamente que no haya procedido lo suficiente, al menos, para comprender algo de los grandes principios rectores de las matemáticas, puesto que los hábiles en éstas parecen tener un sentido extra." [Darwin, Charles; Ed. por Francis Darwin (1887). The Autobiography of Charles Darwin. ed. 2010. Bibliolis Books; Volume I, Ch. II: p. 32]
En breve, la teoría de Darwin no solamente se ignoraban las matemáticas sino que también se excluían conocimientos esenciales sobre la física y la química. Esto se sabe porque Darwin no tenía ningún estudio científico formal. Pero así como se puede entender porqué él pensaba que un conjunto de gas eventualmente podría convertirse en una bacteria, o un pez en un ser humano.
|
Richard Smalley (1943-2005), "Padre de la Nanotecnología" |
Esta falta de lógica científica en su teoría, llevó al científico Richard Smalley ("padre de la nanotecnología"), a rechazar la teoría de la evolución en 2005, cuando declaró: "con mis conocimientos de química y física, es claro que la evolución no pudo haber ocurrido."
Otro gran intelectual, David Brewster, comentó al respecto:
"Preparado en una escuela mucho menos severa que la de la geometría y la física, sus razonamientos son casi siempre vagos e inconclusos. Sus generalizaciones parecen haberse alcanzado antes de que haya obtenido los sustentos sobre los que los apoya: sus datos, aunque con frecuencia son nuevos e interesantes, a menudo son poco más que conjeturas, y los grandes fenómenos del mundo de la vida, y el instinto, y la razón, que otras mentes han entrelazado con verdades nobles y elevadas, así se han convertido en manos del Sr. Darwin en la base de una especulación peligrosa y degradante." [Los hechos y las fantasías del Sr. Darwin, 1862]
Toda esa falta de conocimientos contrasta sobremanera con la carrera científica del clérigo Mendel, quien incorporó a la biología y al estudio natural, los conocimientos que tenía sobre sobre física experimental, lógica simbólica y matemáticas avanzadas.
|
Notas de Mendel con calculos matemáticos |
|
Christian Doppler (1803 –1853) |
Esto es bien sabido porque además de haber tomado cursos en química y zoología, recordemos que Mendel tuvo una profunda preparación en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Olomouc, donde fue alumno personal de dos grandes fisicomatemáticos: Friedrich Franz, para guiarle con las matemáticas aplicadas, y Christian Doppler, como un físico experimental célebre por haber teorizado el efecto Dopler en 1842.
Conclusiones analíticas de las controversias
Me parece que la mejor conclusión se resume en palabras de Wolf-Ekkehard Lönnig (2001), investigador egresado de las Universidades de Berlin, de Mainz y de Frankfurt. En su artículo "Johann Gregor Mendel: ¿Por qué sus descubrimientos fueron ignorados por 35 (-72) años?", señala que después de un periodo continuo de debate en sociedades científicas, el principal impedimento fueron los darwinistas elitistas que se habían apoderado de la opinión pública:
"Como los Darwinistas ganaron la batalla a mediados de el siglo 19, no dejaron espacio en las siguientes décadas para la aceptación de las verdaderas leyes científicas de herencia descubiertas por Mendel, y el mayor trabajo en la genética se continuó principalmente por críticos de Darwin entre los científicos.
|
Wolf-Ekkehard Lönnig |
Las razones han sido indicadas o señaladas claramente por varios pioneros de la genética como De Vries (1901), Bateson (1904, 1909, 1924), Johannsen (1909, 1926) así como por varios historiadores de la biología, o biólogos como Niessl (1903, 1906), Richter (1941, 1943), Stern (1962), Lönnig (1982, 1986, 1995), Callender (1988) y Bishop (1996).
Toda la evidencia apunta a la razón principal de la siguiente manera: las ideas de Mendel sobre la herencia y la evolución eran diametralmente opuestas a las de Darwin y sus seguidores.
Darwin creía en la herencia de los caracteres adquiridos (y trató de apoyar sus ideas con su hipótesis pangénesis, que incluso Stebbins llama una "desafortunada anomalía") y, por supuesto, la continua evolución.
Mendel, por el contrario, rechazó tanto, la herencia de los caracteres adquiridos, así como tal evolución. Se entendió que las leyes descubiertas por él eran leyes de los elementos constantes de una gran, pero finita, variación, no sólo para las variedades de cultivo, sino también para las especies en el medio silvestre (Mendel 1866, pp. 36, 46, 47)."
Bishop (1996), (quien por cierto se muestra como alguien favorable a la evolución), señala lo siguiente en su artículo "La Oposición de Mendel a la Teoría de Darwin":
"El contenido del trabajo de Mendel demuestra que él estaba familiarizado con "El origen de las especies"; cuando Mendel hace eco de los temas de la evolución, la población, y la herencia de Darwin, demuestra que él se oponía a la teoría de Darwin: Darwin alegaba por la descendencia con modificación a través de la selección natural, Mendel se mostraba a favor de la doctrina ortodoxa de la creación especial.
La teoría de Darwin se basaba en la supervivencia diferencial y el éxito reproductivo diferencial; la de Mendel, en la igualdad a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida: la igualdad de gametos que se unen aleatoriamente para formar cigotos iguales que crecen en plantas iguales, reproduciéndose por igual generación tras generación. Los conceptos de Darwin eran los de variación continua, mutación, y herencia "suave"; Mendel se adhería a la variación discontinua y a la herencia "dura"." [B. E. Bishop (1996), Mendel's Opposition to Evolution and to Darwin, Journal of Heredity 87, Oxford University Press; pp. 205-213; ayrýca]
|
Linneo |
El análisis comparativo que se ha hecho entre los dos personajes, es de mucha ayuda para identificar las dimensiones diametralmente contrarias entre cada uno de sus postulados esenciales. Los estudios de Mendel mostraron que la tendencia de los híbridos tiende a la estabilidad, y que la variación entre una misma especie, es la excepción, más no la regla (Henig, 141). Como lo explica Franklin et.al. (2008:294):
"El Mendelismo surgió históricamente como una forma sofisticada de la doctrina de la Creación Especial. Esta forma, que combinaba conceptos maltusianos con la versión modificada de la doctrina de la creación especial propuesta por Linneo... emergió en abierto conflicto con la concepción darwinista de la evolución como descendencia modificada por medio de selección natural."
Al leer sobre las oposiciones, sobre el modelo mendeliano, es perceptible que el monje austriaco afirmaba que cada generación obtenía una proporción de características inalterables, e identificaba la diversidad de especies de híbridos como un fenómeno de fluctuación en las que la variabilidad biológica de los seres se mantenía en línea [o radio] con sus formas parentales.
|
Representación Gráfica de una fluctuación |
En su breve tratado, "Experimentos sobre la hibridación de las plantas," Mendel habló incesantemente de la sorprendente regularidad en los híbridos, de "caracteres constantes," "descendencia constante," "combinaciones constantes," "formas constantes," "ley constante," "una especie constante," etc. (En tales combinaciones, el adjetivo "constante "ocurre 67 veces en su documento original). Después de sus años de experimentación, el austriaco terminó señalando que la descendencia real de la progenie de los híbridos Pisum, "siempre permanecía constante" durante cuatro generaciones (Schwartz (2009:97).
Cabe volver a citar las palabras de Mendel en su artículo:
"Nada justifica la suposición de que la tendencia a formar variedades aumenta tan extraordinariamente que las especies pierden toda estabilidad, y su descendencia diverge en una serie interminable de formas extremadamente variadas." (Mendel, 1865)
Esto es una clara declaración de escepticismo hacia el darwinismo, que termina alinenando a Mendel con científicos creacionistas que le precedieron (John Ray, Herman Booerhaave, Anton van Leeuwenhoek...), con otros que vivieron en su misma época (John William Dawson, Adam Sedgwick, Francis Buckland, Louis Agassiz, James Dwight Dana...) y otros que vinieron después (Robert Millikan, Duane Gish, Douglas Dewar, John C. Sanford, etc). Al igual que ellos, el clérigo reconoció la adaptación de las especies evidente en la variabilidad biológica, pero nunca dijo que un fenómeno similar hubiera sido el causante del origen de la vida, y rechazó tajantemente que pudiera llevar al surgimiento de "una serie ilimitable" de nuevas especies "evolucionadas."
Daniel Hámmerly Dupuy explica respecto al legado de Mendel, entendido con los descubrimientos modernos del genoma humano:
"Los estudios de la herencia biológica dieron resultados asombrosos. Mendel demostró que la herencia depende de leyes fijas. La genética, ciencia que... fue completamente ignorada por Darwin, ha demostrado que la transmisión de características adquiridas es imposible, debido a la ley del retorno. Cada ser lleva en sí células generatrices en cuyos cromosomas están las características de sus antepasados. Esas características no pueden ser alteradas sino por el alcoholismo y por factores patológicos, lo cual implica una degradación y no una evolución. Las especies no representan clasificaciones arbitrarias, sino reales : pertenecen a la misma especie los seres que tienen descendientes como consecuencia de su unión." [Daniel Hámmerly Dupuy (1947), El mundo del futuro, Pacific Press Pub. Association, p. 99]
A pesar de que nunca atestiguó que su trabajo científico fuera tomado seriamente, el austriaco sabía la trascendencia de los resultados que había obtenido, y hubo un momento en el que hablando con su compañero de monasterio, Franz Barina, confesó su esperanza en que la extensa investigación que realizó diera frutos en la prosperidad:
"Mi trabajo científico me ha traído mucha satisfacción, y estoy seguro que pronto será reconocido por el mundo entero." [Mendel, citado por Edelson, 2001:13]
Babu G. Ranganathan (2009) es uno de los que lo reconoce en estos términos:
"Nuestra comprensión sobre el cambio biológico no proviene de Charles Darwin, sino, más bien, de Gregor Mendel. Las obras de Darwin y Mendel se contradicen entre sí. Darwin enseñó que no había límites a la variación biológica y que, si se les diera suficiente tiempo, un pez podría convertirse en un ser humano. Mendel, por otra parte, mostró que hay límites naturales en las variaciones biológicas. Las variaciones dentro de los tipos biológicos (tales como variedades de perros, gatos, caballos, vacas, etc.) son posibles pero no variaciones que atraviesen los tipos biológicos, especialmente de los más simples a los más complejos...
Si Darwin hubiera sabido de la obra de Mendel nunca habría escrito su libro sobre El Origen de las especies. Darwin mostró que la selección natural en verdad ocurre en la naturaleza, pero lo que muchos no entienden es que la selección natural no produce rasgos biológicos o variaciones. El término "selección natural" es simplemente una figura retórica. La naturaleza, por supuesto, no hace ninguna selección activa o consciente. Se trata de un proceso totalmente pasivo. Darwin no supo lo que producía variaciones biológicas. Darwin simplemente asume que cualquier tipo de cambio o variación biológica era posible en la vida. Sin embargo, ahora sabemos que los rasgos biológicos y variaciones están determinadas por el código genético."
La relevancia de Mendel en el debate moderno
En el contexto del debate moderno entre darwinistas y científicos proponentes del Diseño Inteligente, todo lo que hemos aprendido de Mendel nos es de suma relevancia. Pasaron casi 72 años para que los hallazgos de Mendel obtuvieran reconocimiento internacional, pero esto no quiere decir que entendimiento u aceptación universal. Las falacias que promulgó Darwin desde 1859, aunado a la falta de pruebas, sus problemas teóricos, la popularización de la eugenesia, y la contradicción con otras leyes científicas, no fueron suficientes para prevenir que en diversos gobiernos Occidentales decidieran determinar que la teoría de Darwin fuera enseñada de manera forzosa en las escuelas. En Estados Unidos, el caso legal contra Scopes se usó para que los medios masivos y la cultura popular hablara del darwinismo como algo que habían triunfado contra el "fundamentalismo" religioso.
En la década de 1930 y 1940 surgió una nueva generación de evolucionistas que pretendieron mezclar por primera vez las ideas de Darwin y las de Mendel en una nueva teoría. Es así que surgió el llamado "nuevo darwinismo", la "teoría sintética de la evolución", también conocida como la "síntesis moderna": una teoría que a sabiendas de las irregularidades de teoría darwinista de la evolución, excluyó las ideas ridículas de Darwin, incluyó las ideas necesarias de las leyes mendelianas, desechó las afirmaciones de estabilidad y regularidad constante de las que habló Mendel, y agregó nuevos supuestos especulativos saltacionistas, con los que se trataron de "reconciliar" las propuestas de ambos personajes.
|
R. A. Fisher |
Uno de los actores que participó en este reduccionismo científico fue R. A. Fisher, y gracias a ellos es que el neo-darwinismo se enseña en las escuelas actualmente a manera de una teoría materialista y especulativa que censura las contradicciones originales entre Mendel y Darwin, y se aventura a especular sobre el pasado y los orígenes sin basarse en el método empírico. Entre los neo-darwinistas más afamados actualmente se encuentran innumerables cientifistas y personajes como Richard Dawkins, autor del libro "El Gen Egoísta", y uno de los anti-religiosos más hostiles hacia el cristianismo.
Es normal, sin embargo, que el neodarwinismo siga teniendo grandes falacias científicas, y ya que no todos están de acuerdo con sus tendencias, en las últimas décadas han aumentado las críticas contra sus postulados. A pesar de la politización de la teoría y la imposición del neo-darwinismo, desde finales del siglo XX y a principios del siglo XXI, el neo-darwinismo ha estado siendo objeto de cada vez más críticas por parte de la propia comunidad científica irreligiosa, incluyendo críticas provenientes del neo-racionalismo y de intelectuales, como Thomas Nagel,[7][8] Edward Goldsmith,[8] Jerry Fodor, Massimo Piattelli, [8] Michael Pitman, Lynn Margulis y muchísimos otros.[9][10][11]
Entre todos éstos nombres figuran tanto científicos creyentes como científicos agnósticos y ateos, varios de los cuales, vuelven a evocar las contradicciones esenciales entre la ciencia genética y la teoría de Darwin, resaltando que es imposible la reconciliación de ambas. Uno de las críticas más famosas ha sido precisamente Lynn Margulis, quien en la revista Discover declaró que en la genética no existe prueba alguna a favor de la teoría neodarwinista:
"Durante más de cuarenta años he oído repetidamente hablar de los errores genéticos. Los errores genéticos existen, pero generan enfermedades. No se conoce que haya surgido ninguna especie mediante errores genéticos.
Este es el problema que tengo con los neo-darwinistas, ellos enseñan que lo que está generando novedades es la acumulación de mutaciones al azar en el ADN, en un sistema directo dirigido por la selección natural. Si quieres huevos más grandes, sigues eligiendo los genes que causan que haya huevos más grandes, y obtienes huevos más y más grandes; pero también consigues gallinas con plumas defectuosas y piernas temblorosas. La selección natural elimina y tal vez mantiene, pero no crea."
Daniel Lapazano, en el primer volumen de su libro de "De esto no se habla", comenta:
"La genética nos dice que los rasgos de las criaturas y sus diferencias respecto de sus progenitores provienen de los genes, no del azar. Los genes determinan las propiedades biológicas de los animales, no la casualidad...
"La hipótesis de las “mutaciones naturales” no ayuda realmente a explicar el origen de nuevas especies. De esta manera deducimos que no es posible entender cómo la vida pudo haber evolucionado cuando los mecanismos de la herencia, que garantizan la perpetuidad de las especies, no son renovadores sino, por el contrario, conservadores. No son pocos los que opinan que la genética conspira contra la teoría de Darwin…
En el famoso best seller de Pauwels y Bergier (La Rebelión de los Brujos) los autores critican con sorna el darwinismo diciendo que “La teoría de los cromosomas de Weisman y las leyes de Mendel destruyeron la tesis sobre las mutaciones que habían venido en apoyo del transformismo. Al afirmar que los caracteres trasmitidos son invariables y que no puede haber trasmisión de los caracteres adquiridos, ya que la herencia actúa, no de organismo a organismo, sino de germen a germen estable, la genética no dice nada en absoluto a favor del evolucionismo”. Esta crítica de autores como Pauwels tiene, para desgracia de los evolucionistas, plena vigencia hasta hoy...
Se puede ver a las claras que no existe concordancia entre lo que opinan los genetistas y lo que dicen los biólogos, ya que las variaciones que reconoce la genética están “restringidas” a la información existente mientras que la que sugieren los darwinistas son “muy amplias” y no obedecen a nada (son azarosas)." (p. 40)
Por su parte, Michael R. Rose y Todd H Oakley, en su artículo "La nueva biología: más allá de la síntesis moderna" escribdn:
"El último tercio del siglo 20 presenció una acumulación de resultados de investigación que severamente cuestionaron los supuestos de la "síntesis moderna", que sentó las bases para la mayoría de la investigación biológica durante ese siglo. Los fundamentos de que la biología "modernista" se derrumbaron, por lo tanto, en gran medida por el comienzo del siglo 21. Esto a su vez plantea la cuestión de los cimientos de la biología en el siglo 21." [The new biology: beyond the Modern Synthesis, 24 de noviembre, 2007]
Persecución y censura contra la obra de Mendel
|
Carlos Marx (1818-1883), declarado darwinista, hostil a la religión |
Otro lugar en el que se rechazó fieramente la teoría de Mendel fue en la U.R.S.S. marxista-leninista. En en el contexto de la década de 1920, hallamos a Lenin y a Stalin planeando poner en marcha la teoría del materialismo histórico de Marx, por medio de la revolución rusa. Marx era un evolucionista, y el mismo se declaró un "sincero admirador" de Darwin, cuyo libro consideró "absolutamente espléndido" y cuya teoría asumió tomó base para sustentar su concepto de "la lucha de clases." (Véase: La influencia de Darwin en la teoría de Marx).
Cuando se erigió la U.R.S.S., a mediados de la década de 1930, el pseudocientífico soviético Trofim Lysenko, aprobado y apoyado por el dictador Joseph Stalin, inició una campaña política en contra de Gregor Mendel.
|
Trofim Denisovič Lysenko (1898-1976) |
Acusaban al austriaco de ser un supuesto "burgués fascista capitalista inspirado por los clérigos". Estos prejuicios contra el carácter religioso de Mendel, y el simple hecho de mencionar que era sacerdote, fueron argumentos suficientes para que los soviéticos lo desacreditaran en todo sentido. El Premio Nobel de Literatura Aleksandr Solzhenitsyn explica más a fondo el panorama en la Unión Soviética, donde el comunismo forzó e impuso una política ateísta en la que los líderes y comunistas activos perseguían y prohibían con la KGB a todo el que estuviera relacionado con la religión.
Como Mendel era un clérigo, los soviéticos prohibieron toda investigación sobre la genética o todo lo relacionado con los escritos sobre Mendel, retrasando el avance de esta ciencia así en los pueblos que dominaban, e impulsando en su lugar el trabajo materialista del ruso Alexander Oparin, que iba en contra de la ciencia de Louis Pasteur.
En 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia fue ocupada por los nazis. Muchas iglesias fueron cerradas y cientos de clérigos y frailes fueron perseguidos y ejecutados por el régimen de Hitler. Casi una década después, con la caída del nazismo, el régimen comunista en su expansión por Europa invadió Checoslovaquia en 1948. Los soldados comunistas que llegaron a la puerta de la abadía de Santo Tomás y les dijeron a los clérigos que tenían una hora para empacar sus cosas personales y salir del lugar. Luego los llevaron a la cárcel, donde fueron encerrados durante muchos años.[2]
La abadía de Santo Tomás fue cerrada y secularizada. Aunque por fortuna algunas personas fueron capaces de salvar los escritos de Mendel en el último momento, se piensa que pudieron haber notas personales que se perdieron para siempre y fueron quemadas.
|
Moravské zemské muzeum (Museo Moravio) |
En 1959, el lugar fue desocupado por los comunistas y la campaña contra Mendel no terminó sino hasta mediados de la década de 1960, después de la muerte de Stalin. Con el tiempo se fueron encontrando y recolectando más materiales escritos por el checo. Algunos escritos habían sido escondidos en baúles dentro del Museo Moravio. A finales de este periodo, fue cuando se halló uno de los tratados teológicos de Mendel, que eran prueba de las convicciones de fe que el científico tenía en el cristianismo.