lunes, 4 de enero de 2016

"Lo que un cristiano puede y no puede hacer" (1887) por Leo Tolstoy

"Lo que un cristiano puede y no puede hacer" (1887)*
por Leo Tolstoy

"Hace ochocientos ochenta años, una nueva ley fue revelada a los seres humanos por Jesucristo. Por Su vida y Su muerte, Cristo mostró a los seres humanos lo que quiere que se sea un discípulo suyo; lo que un cristiano puede hacer y lo que no puede hacer. 
De acuerdo a la enseñanza de Cristo, los hijos del Padre son libres (Mateo 17:26), porque conocen la verdad, y la verdad los hará libres (Juan 8:32). La enseñanza de Cristo, entonces, era tan contraria a la enseñanza del mundo como lo es ahora. De acuerdo a la enseñanza del mundo, los poderes gobiernan las naciones, y, para gobernarlas, fuerzan a algunas personas a matar, ejecutar y castigar a otros, y a jurar que harán todo para hacer la voluntad de los gobernadores. De acuerdo a la enseñanza de Cristo, un hombre no solo no ha de matar a otro hombre, sino que no debe ni si quiera hacerle violencia o resistirle por la fuerza. No debe hacerle maldad alguna a su prójimo, ni si quiera a su enemigo.  
Las enseñanzas del mundo y de Cristo siempre han sido y siempre serán opuestas entre sí. Cristo sabía esto y se lo dijo a Sus discípulos. Él les predijo que Él mismo sufriría y que ellos también sufriría y serían afligidos y asesinados (Mateo 24:9), y que el mundo les odiaría porque no eran siervos del mundo, sino del Padre (Juan 15:19-20).  
Todo ocurrió justo como Jesús lo había predicho. El mundo le odió y trató de arruinarlo. Todos (los fariseos, los saduceos, los escribos y los herodianos) lo reprendieron por ser un enemigo del César, porque decían que prohibió a los hombres pagarle el tributo, y por perturbar y corromper al mundo. Dijeron que Él era un malhechor y que Él mismo se había hecho un rey, y por tanto era un enemigo del César (Juan 19:12).  
Incluso antes de que fuera entregado para ser puesto a muerte, ellos, mirándolo, enviaron a hombres astutos a Él, para atraparlo en algo de lo que dijeron, y luego entregarlo a las autoridades y al poder del gobernante. Le preguntaron: 'Maestro, sabemos que eres un hombre de integridad y que enseñas el camino de Dios de acuerdo a la verdad. No eres inclinado por las apariencias de los hombres, porque no pones atención a quienes son. Dínos, pues, ¿cuál es tu opinión? ¿Es bueno pagarle impuestos al César, o no?'. Pero Jesús, sabiendo la maldad que ellos tenían en sus intenciones, les dijo: '¡Hipócritas! ¿por qué tratan de hacerme caer? Muéstrenme la moneda usa para pagar los impuestos". Ellos le trajeron un denario y él les preguntó: '¿De quién es esa imagen y de quién es esa inscripción?'. 'Del César', replicaron ellos. Entonces Él les dijo: 'Denle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios'. Cuando escucharon esto, se asombraron. Así que lo dejaron y se fueron (Mateo 22:16-22).  
Ellos habían esperado que Él dijera que era lícito o necesario pagar el tributo al César (y así destruirían Su entera enseñanza sobre la libertad de los hijos, sobre la obligación del ser humano de vivir como los pájaros, no preocupándose por el mañana, y muchas cosas similares) o que dijera que no era lícito pagar tributo al César (y así mostrarían que Él era sí un enemigo del César). Pero Cristo dijo: 'Dad al César lo que es del César, y dad a Dios lo que es de Dios'. Él dijo mucho más de lo que ellos habían esperaban de Él. Definió todo, separando todo lo que tien el ser humano, en dos partes: la humana y la divina; y dijo que lo que es del hombre debe ser dado al hombre, mas lo que es de Dios, no puede ser dado al hombre, sino solo a Dios; y lo que que Dios y el César demandan debe ser dado ante Dios. 
Con estas palabras Él les dijo que, si un ser humano cree en la ley de Dios, puede cumplir la ley del Cesar siempre y cuando no sea contraria a la de Dios. Para los fariseos, que no conocían la verdad, había aún una ley de Dios que no deberían trangreder, aunque la ley del César se los demandara. Ellos no se hubieran alejado de la circuncisción, de la observancia del día de reposo, del ayuno, y de muchas otras cosas. Si César les hubiera ordenado que trabajaran en el día Sábado, le hubieran dicho: 'Al César le tocan todos los otros días, pero no el Sábado'. Lo mismo hubiese sido cierto en cuando a la circuncisión y otras cosas.  
Cristo les mostró con Su respuesta que la ley de Dios es más alta que la del César, y que un hombre le puede dar al César siempre y cuando no sea esto contrario a la ley de Dios.  
Ahora bien, para Cristo y para Sus discípulos, ¿qué es lo de César y qué es lo de Dios? 
¡Ante esta pregunta, uno se horroriza al pensar la respuesta que se puede llegar a escuchar de parte de cristianos en ésta época! Lo que es de Dios, en la opinión de los cristianos de hoy en día, nunca interfiere con lo que es del César, y lo que es del César siempre está en concordancia con lo que es de Dios. La vida entera de nuestra cristiandad de hoy en día es dedicada al servicio al César y solamente lo que no interfiere con lo del César es entregado a Dios.  
Cristo no lo comprendía de esa manera. Para Cristo, la vida entera es un asunto de Dios, y lo que no es de Dios puede ser dado al César. 'Dar al César lo que es del César, y dar a Dios lo que es de Dios'. 
¿Qué es lo del César?: La moneda, lo que es carnal, lo que no es tuyo. Es dar, por lo tanto, todo lo carnal a aquél que lo retiene. Pero tu vida y las vidas de todos los seres humanos, que han sido recibidas de parte de Dios, son todas de Dios. No pueden ser dadas a nadie más, sino sólo a Dios, porque la vida humana, de acuerdo a la enseñanza de Cristo, es el servicio para Dios (Mateo 4:10), y uno no puede servir a dos señores (Mateo 6:24). Un hombre debe darle todo lo carnal a alguien, y por tanto puede dárselo al César, pero no debe servir a otro Señor que no sea Dios.  
Si los seres humanos creyeran en la enseñanza de Cristo y en Su enseñanza de amor, no podría ignorar todas las leyes divinas reveladas por Cristo, con tal de cumplir las leyes del César".  
Traducido al español para Creyentes Intelectuales. Editado a partir de la transcripción y edición en inglés, "What a Christian May and May Not Do", disponible en www.nonresistance.org -- NOTA: Esta transcripción no tiene protección de derecho de autor. Es un regalo para ti. Puedes copiarla libremente, imprimirla y transmitirla, pero por favor no cobres por ello ni la vendas.

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