La pluma tendenciosa del historiador
Hay algo en el historiador moderno
que siempre tiende a evocar el pasado para criticar las ideas del pasado y a
justificar las doctrinas ideológicas del presente. Hay una tendencia en el
estudiante de historia que, con aires de grandeza, a menudo admira la pluma del
historiador que representa el pasado como una pintura oscura y tenebrosa, y
como un infierno que fue destruido y extinguido solamente con ayuda de una
brillante pintura de relativismo progresista y antropocentrismo confiable. Hay
una tendencia en el típico profesor de historia postmoderno en ridiculizar los
eventos del pasado, en maldecir los ideales morales del pasado, y en bendecir y
embellecer la amoralidad y liberalidad del presente. La mayor parte del tiempo,
el historiador que es parcial no se dedica a ser crítico sino a criticar y a detestar
el pasado a en base a prejuicios ajenos al contexto del evento y del personaje
que juzga.
La tarea de revisar un texto e
investigar más al respecto, complementándolo, defendiéndolo o cuestionándolo,
debatiéndolo o examinándolo, siempre es una tarea compleja, a veces
desgastante, otras veces interesante; a veces vana, otras veces necesaria. Pero,
muy a menudo, es difícil por la tendencia generalizadora de quienes la han escrito.
Cuando nos cuentan, por ejemplo, de la vida en las 13 colonias británicas, muchos
historiadores generalizarán la forma de vida y las costumbres, creencias y
hábitos que se realizaban en la sociedad. Este tipo de generalización es un error muy común, dado que, si se generaliza, no se toman en cuenta todas las corrientes
ideológicas, religiosas, o intelectuales que había en la época, y los esfuerzos
(a menudo contrarios) de promover una cuestión y rechazar otra. La versión contada termina siendo, al fin y al cabo, una versión imprecisa de la realidad.
Es lamentable encontrar escritos
de autores e historiadores que cuentan la historia y hablan de la gente del
pasado con un aire de uniformidad, y con tanta tendencia irreparable a la
generalización, pero para aquellos que han profundizado más en la historia, es
más fácil percatarse de las particularidades y los complejos escenarios en los
que se devolvieron los asuntos históricos del pasado, por lo cual, semejantes
generalizaciones parecen difíciles, o incluso, imposibles de creer. Un buen sociólogo, por ejemplo, comprenderá mejor que la cuestión no es tan simple como parece y los factores y grupos sociales en una situación semejante pueden llegar a tener distintas cosas que decir sobre el pasado.
Hasta cierto punto, es comprensible que a veces es necesario hacer una “síntesis” de cierto tema, y que cuando esto es así, se deben mantener las ideas
principales y se deben mencionar solamente los referentes más prominentes y distintivos
de lo que se asume que fue la experiencia común, la opinión mayoritaria, o la
costumbre promedio en cierto momento de la historia, por ejemplo. Es entendible la necesidad de tratar
el aspecto que más abarca y representa cierto conglomerado de eventos o
situaciones históricas. No obstante, al realizar esta tarea, no se debe perder de vista de que quien la lleva a
cabo necesariamente se ve obligado a excluir datos, discriminar eventos, y omitir detalles, ideas o movimientos alternos que si se estudian pueden llegar a ser
muy valiosos, o incluso imprescindibles, para la comprensión y la complejidad
de la historia misma.
Sin embargo, la narración de muchos
historiadores, lamentablemente, siempre parece estar sesgada a una posición
interpretativa y a una o más posturas ideológicas de diferente índole, dado que
generalmente están dirigidas de una persona específica a un grupo específico.
Usemos el ejemplo de este blog. Con ayuda de nuestra lista de 777 Creyentes Intelectuales se ha documentado la fe o creencia religiosa de más de 777 científicos y/o figuras históricas prominentes. Más de 100 campos de estudios y disciplinas de la ciencia han sido fundados o establecidos por Creyentes Intelectuales. ¿Porqué casi no se sabe? ¿Por qué los historiadores biográficos modernos nos comentan tan poco al respecto (o no comentan nada en absoluto), a pesar de que la fe haya sido relevante en la biografía o vida de una gran mayoría de estas personas?
Al pensar en esto comenté en su momento que, "como respuesta, debo decir que he sido testigo, a lo largo de una larga investigación, que, lamentablemente, muchas biografías escritas por historiadores o editores, lo que hacen habitualmente es: malinterpretar, excluir, censurar, desechar, rechazar o descartar la fe o creencia espiritual de muchos personajes...", y esto es un hecho.
A lo largo de investigación en este blog, me he topado, por ejemplo, con incontables historiadores incrédulos que tratan de convencer y resaltar
figuras, datos y eventos en la historia que favorecen su parcialidad hacia el ateísmo o agnosticismo. En contraste, el historiador cristiano haría un gran bien tratando de contrarrestar la mancha de ateísmo y tratar de rescatar las figuras, datos y eventos que
declaran su preferencia por el cristianismo o la fe teísta.
Estoy convencido de que una de las razones por las
cuales la gente quiere estudiar historia es para defender o justificar sus propias
creencias, ideas, o ideologías; o bien, criticar las creencias, ideas y/o
ideologías que le son aberrantes. Quizá no sea algo de lo que se hable, pero es una realidad. Quizá a veces la gente sea inconsciente de ello. Quizá algunos sólo quieren demostrar que tienen la razón. Al tratarse de una labor interpretativa, hasta cierto punto es inevitable, porque la
historia no es una ciencia exacta. No es enteramente medible. No es una
creación natural que se pueda estudiar a través de un microscopio. A diferencia de las
ciencias experimentales, la historia no se puede repetirse en el sentido
experimental dentro de un laboratorio. Se puede hablar de ella por medio de la deducción; se usa un registro
histórico, se habla de supuestos datos y de supuestos hechos por consenso; pero en muchos registros históricos cabe la posibilidad de que ciertas afirmaciones o negaciones hayan sido verdaderas o
falsas, y que el material histórico sea interpretado de forma propia o impropia, dando lugar al peligro de que la interpretación histórica esté tan
sesgada como el mismo punto de vista del historiador.
El hecho es que cada historiador está de lado de un bando. Esto es algo inevitable. Cada uno cree que está haciendo lo correcto. Proverbios 21:2 lo expresa así: "Todo camino del hombre es recto en su propia opinión...", o, "A cada uno le parece correcto su proceder". Sin embargo, aunque cada uno crea que está haciendo lo bueno al hablar más de cierto aspecto que de otro, la pregunta abierta es: ¿está en lo cierto? o ¿está en lo correcto?
Cada caso es diferente. Hasta cierto punto, dado que la historia es un conjunto de historias colectivas, muchas
veces, las historias que cuenta cada persona o grupo de personas pueden llegar a llamarnos la atención, no por la persona misma, sino por las implicaciones en la
vida de esa personas: por sus creencias, por sus ideas, por los ideales que defendía,
por aquello a lo que se oponía, por sus motivos, por sus acciones, por sus
resultados, por su impacto y demás.
Digan lo que digan, el interés de todo historiador es parcial. A menudo se trata de
probar que “esto fue de tal manera” o “aquello fue esa otra manera”. Dichoso el que habla de alguien o algo que conoció en verdad; pero casi siempre la gente habla de lo que no conoció. A menudo habla, no como testigo, ni como un investigador,
sino como un juez o como jurado con la última palabra, con la pretensión de “este personaje fue bueno” o “tal personaje fue malvado”. A veces se habla en términos grises también, pero aún así con la vista inclinada más a ciertas cosas o a un lado de la balanza. A
menudo se habla de un personaje ignorando todas sus acciones, todos sus motivos y todas las consecuencias que tuvo cierto evento del pasado. El historiador parcial quiere
que “escuchen esto” para que admiren a cierta persona o idea; y que “escuchen esto otro” para que repudien o ridiculicen a cierta persona o idea.
Espero que muchos se hayan percatado de esta cuestión. Esto es, muchas veces inevitable, porque el estudiante de historia siempre busca hacer una narración esencialmente interpretativa de la historia. Algunas personas, con camiseta de progresismo
metodológico, tratan de promover como alternativa la opción de que se haga una
narración meramente descriptiva de la historia. Me refiero a aquellos que dicen: “no cuentes lo que te parece que pasó; cuenta solamente lo que pasó”. Este enfoque descriptivista de la historia puede ser más
realizable en la lingüística, pero pienso que un gran cantidad de veces no se alcanza a lograr en la
historia.
No digo que no se pueda hacer un texto histórico que sea totalmente descriptivo. No digo que sea una utopía. Lo que digo es que a ninguna persona se le pregunta sólo lo que pasó y se le pide que se calle lo demás o que no diga lo que piensa al respecto. Ni el testigo, ni el personaje en cuestión, ni el estudiante de historia se conforma meramente con ‘solamente saber lo que pasó’. Si así fuera, no se dedicaría a la historia, sino al periodismo – o a una especie de ‘periodismo histórico’. Pero hasta el periodismo está bastante empañado de interpretaciones parcializadas a cierta persona o idea.
La sola tarea y razón del
quehacer histórico obliga a que, de alguna forma, lo que estudiemos acerca de la historia sea algo interpretativo. Esto no está mal (siempre y cuando dicha interpretación esté sustentada en la realidad, sea verdadera y esté correctamente interpretada). El problema es que la percepción de la realidad, la verdad y lo correcto son cuestiones en las que siempre se difiere.
Por su puesto,ue un historiador no siempre es parcial. Algunas veces es más fácil hacer una tarea descriptiva, (especialmente cuando no quiere causarse una controversia) pero en esas ocasiones aquello de lo que se habla generalmente no es un asunto notable, apasionante o importante. No digo que no haya historiadores verdaderamente imparciales. Lo que digo es que escasean, porque incluso los que dicen que tratan de ser escudriñadores imparciales de la historia, a veces no se dan cuenta de que no lo son y de que hasta ellos mismos están manchados con parcialidad.
El que tiene intenciones de ser imparcial podrá decir, junto a Nicolás Avellaneda, que el propósito para estudiar la historia es aprender del pasado para no repetir los errores del pasado porque, como dijo George Santayana, aquellos que no la conocen, están condenados a repetirla. Pero otros, de forma más constructiva, agregarán que la historia también sirve para repetir los aciertos del pasado. Se habla de un doble propósito, por lo tanto. Por un lado, el de desaprobar algo; por el otro; el de promover algo más.
Ciertamente, el buen estudiante de
historia siempre buscará entender - plenamente- por qué
pasó lo que pasó y cómo fue que ocurrió. Pero la historia que tenemos disponible es limitada.
Muchos, en el afán de lograr dar una resolución a sus tendencias, erróneamente se aproximan a la historia partiendo desde una posición prejuiciosa - llegando a conclusiones antes de conocer los hechos. Y en esto se da evidencia de que el intérprete de la historia siempre está casado con alguna creencia, con alguna ideología, o con algún ideal. La realidad es que nadie empieza en blanco. Nadie es una tabula rasa cuando de comenzar a estudiar historia se trata. Las creencias están en todos, y todos tenemos creencias - sin importar nuestra postura religiosa o ideológica.
Muchos, en el afán de lograr dar una resolución a sus tendencias, erróneamente se aproximan a la historia partiendo desde una posición prejuiciosa - llegando a conclusiones antes de conocer los hechos. Y en esto se da evidencia de que el intérprete de la historia siempre está casado con alguna creencia, con alguna ideología, o con algún ideal. La realidad es que nadie empieza en blanco. Nadie es una tabula rasa cuando de comenzar a estudiar historia se trata. Las creencias están en todos, y todos tenemos creencias - sin importar nuestra postura religiosa o ideológica.
Al respecto, G. K. Chesterton expresó acertadamente que incluso “el mundo
moderno tiene dogmas tan arraigados, que ni si quiera se da cuenta que son
dogmas”. El médico Tod Worner también lo dijo de esta manera: Todos tenemos dogmas; incluso para el ateo, su propio ateísmo se vuelve
un dogma, aunque él no quiera admitirlo. Montaigne también parecía comprenderlo, por lo cual escribió que "para un ateo, todos los escritos le encaminan al ateísmo; pues el ateo mancha con su propio veneno hasta la idea más inocente". Hecho que ocurre porque incluso el incrédulo más incrédulo tiene ideas preconcebidas y tiene posturas de opinión específicas. La gente en general se forma opiniones, a veces sin conocer plenamente la razón por la cual las tiene, otras veces con justa razón, unas veces más, con confidencia en su interpretación personal, y, por tanto, carentes de razón alguna.
Si todos fuéramos lo
suficientemente reflexivos y honestos, podríamos darnos cuenta de este hecho y podríamos
identificar estas tendencias en los textos históricos. A veces lo hacemos y
decidimos corregirlos. Otras veces, los transformamos a consciencia. Otras veces, decidimos elegir algunas cosas, y otras más, rechazamos otras. Pero todos partimos de ideas o creencias concebidas previamente. Y si éstas son verdaderas, ayudan en verdad; pero si son falsas, perjudican.
Sucede tanto para el religioso
que se vuelve irreligioso, como para el irreligioso que se vuelve religioso.
Tanto para el católico que se convierte en protestante, como también para el católico
que se vuelve ateo. Si incluso se le preguntara al escéptico relativista sobre la concepción
de la verdad, probablemente trataría de contestar que ‘no existe la verdad absoluta’. Preguntémosle entonces: ¿Es esa afirmación absolutamente verdadera?',
y veremos la naturaleza dogmática de la misma. Si contesta que sí, confiesa que
es una afirmación auto-refutable de acuerdo a la lógica. Si contesta que no, abre la puerta a la
verdad absoluta.
Sucede también con el historiador que se dice incrédulo y tiene aires de hacerlo todo por medio de un método propio. Preguntémosle si parte de un concepto a priori en su interpretación de la historia. Entonces contestará que no. Preguntémosle entonces si tiene gustos e ideas personales que le hagan querer estudiar cierta parte del pasado. Entonces dirá que sí (pues de otra manera no tendría interés en ser historiador). Preguntémosle si parte de la premisa de que el cristianismo es verdadero. Dirá, por su puesto, que no. Luego preguntémosle si parte de la premisa de que el cristianismo es falso. Si el incrédulo se dice ateo, dirá que sí: su concepto a priori es que el cristianismo es falso. Si el incrédulo se dice agnóstico, dirá que no. Pero preguntémosle al agnóstico si parte de la premisa de que el cristianismo no es verdadero. Dirá entonces que sí, y he ahí su a priori. En este sentido, las ideas a priori no sólo son afirmativas, sino también son negativas.
Quizá algunos honestos lo reconozcan, quizá
otros o no; quizá se admita, quizá no, pero es como pasa. Con perdón de
Kant, pero todos siempre tenemos un a priori.
La reflexión epistemológica que realizó este personaje fue valiosa, pero no
definitiva; fue parcial e incompleta, y sesgada. Incluso para los que siempre se jacten de comenzar con un “a posteriori”, una vez de que estén
convencidos de la veracidad de su “a
posteriori”, el 'a posteriori' se vuelve un “a
priori” en lo consecutivo. ¿Y que tal si, en primer lugar, su razonamiento fue incorrecto y desde el principio los hizo partir de la premisa equivocada?
Oigo que unos dirán que no es
cierto-- que el “a posteriori”
siempre es un resultado verdadero porque es concluyente y basado en la
experiencia. Pero lo cierto es las personas se pueden convencer de la veracidad
de un ‘a posteriori’ y equivocarse al
no considerar (o al no entender) otras posibilidades propias de la realidad, otras experiencias fuera de sus experiencias vividas, u otros conocimientos que en su momento eran desconocidos para ellos. He tratado más al respecto en mi artículo "¿Hasta no ver no creer?: El problema básico de la incredulidad". Dado que no todas
las personas llegamos a las mismas conclusiones con los mismos argumentos, esto es lo que ocurre. El hombre innegablemente se ve sesgado por su cosmovisión, y como dijo Chip Brogden, la misma experiencia que lleva a un hombre a hablar mal de Dios (o de cualquier otra cosa), puede ser idéntica a la experiencia que lleva a otro hombre a hablar bien de Dios. Es porque la respuesta a lo que pasa tiene un peso de influencia decisiva. Por
esto, tendríamos que aceptar junto a Locke, el padre del empirismo, que la experiencia es válida como
testigo, pero no como juez, porque la experiencia siempre está limitada a las sensaciones, sentidos, e interpretaciones, y el conjunto de experiencias de un individuo no es siempre será la del otro.
No solo el intérprete de la
historia hace esto, sino también, muchas veces, el periodista que reporta una
historia o cualquier persona que cuenta un relato presuntamente real. Se diría que la diferencia entre uno y otro es que el primero de estos lo hace
explícitamente y la mayoría de las veces le gusta admitirlo y explayarse en
su tarea, mientras que el segundo, lo hace implícitamente, y, la mayoría de las
veces, no le gusta admitirlo o no tiene ‘permitido’ hacerlo abiertamente. Puede que el “periodista” postmoderno no se declare abiertamente a favor de tal o cual creencia, postura o ideología, pero lo
cierto es que sí lo hace en su tarea narrativa, en su estilo y en la retórica que
usa, al momento de optar por tal o cual palabra con una connotación positiva
o negativa, y en el momento exacto en el que decide contar sólo algunos datos y omitir
otros.
Omitir datos es una de las cosas
que más exponen la tendencia sesgada del que cuenta la historia. Ningún hombre puede
escribir todo lo que pasó, por lo tanto, es comprensible que a veces se quieran
omitir datos manteniendo la esencia de cierta historia. Sin embargo, muchas
veces la necesidad de sintetizar es algo que realmente abre la puerta al error y a la malinterpretación. Cuando
se hace a breve, es tramposo y equívoco. A veces la gente del pasado es
definida por historiadores interpretativos que, tan parciales como son, o les dan
libre voz y promueven los escritos de aquellos con quienes simpatizan, o le callan la boca al antagonista y esconden ciertos escritos, hechos o detalles con
los que no simpatizan, o que no consideran importantes. Y un detalle puede cambiar el rumbo de las cosas.
En esto se evidencia la
parcialidad (y la arrogancia) de los que se creen muy sabiondos historiadores. Muchos
de ellos se jactarán de ahondar en algunos aspectos del contexto, pero en realidad, por mucho que ahonden en una parte del contexto, el sólo
hecho de omitir otros datos de otra parte del contexto, es evidencia de la falta de
imparcialidad.
Muchas veces, el último recurso del historiador son las estadísticas, que son meramente estimaciones. Pero en ese intento de usar la "estadística" a favor del historiador, muchos pierden de vista que, en su mayoría de veces, el método para llegar a cierta estimación está basado en una
“muestra representativa”, lo cual consiste en seleccionar solamente a una fracción de la población o realidad, y no a la población entera. La “muestra representativa” no es más que otro nombre
para una generalización parcializada: muchas veces esta da lugar a errores de los
más grandes.
Si el propósito original de la estadística era una supuesta contabilización precisa y exacta que ayudara a la obtención de una cifra infalible, el simple hecho de usar “la muestra representativa” hace que el resultado se altamente impreciso, inexacto y falible. A menos que se tome como muestra el grupo entero, se están haciendo conclusiones imprecisas y generalizadas, y por tanto, falibles.
Para ilustrar esto con un ejemplo: una maestra de primaria tiene un grupo de 30 alumnos. Esta es la situación en el salón de clases: muchos estudiantes han tenido problemas de aprendizaje y han estado distraídos en muchas clases, además de que ha habido deficiencias en las clases y la maestra ha faltado varias veces. A pesar de ello, hay algunos cuantos estudiantes que han aprendido mejor que los demás. Cuando se da aviso que un supervisor va a visitar la escuela para aplicar diez exámenes a cada grupo, podría pensarse que la maestra está en problemas. Pero necesita quedar bien, así que decide llamar solo a los diez mejores estudiantes de la clase para hacer ese examen. El resto; es decir, los otros veinte estudiantes que han estado teniendo resultados más bajos, no son llamados, para que no haya muestras de que el grupo estaba yendo mal. Lo mismo se hace en los otros 11 grupos de esa escuela primaria, y al final el supervisor entrega un reporte diciendo que se realizaron exámenes a 120 niños y todos ellos obtuvieron buenos resultados. El reporte pasa a la historia del ciclo escolar. En años posteriores se generaliza, diciendo que en aquella generación de estudiantes se obtuvieron muy buenos resultados. Pero la realidad, que nadie supo en la historia de aquellos grupos, es que los otros 240 niños tenían muchos otros problemas en su aprendizaje. Es algo que nadie nunca supo porque las pruebas estadísticas fueron aplicadas solamente a una tercera parte de la escuela. Pero nadie pensó que fuera malo, porque eran muestra "representativas". Percepciones mutiladas que después generalizaron una realidad mucho más compleja de lo que parecía.
Lo mismo pasa en historia. A veces se toma en cuenta el punto de vista que 10 personas tenían acerca de lo que pasó en un evento histórico; pero se deja de lado la versión de las otras 50 personas que estuvieron implicadas. El punto de vista sesgado de 10 relatos no puede, de manera justa u honesta, usarse como conclusión definitiva para la experiencia de las otras 40 personas. Sin embargo, esto es lo que hacen los historiadores estadísticos. Como Henry Louis Gates comentó algunas vez: "Todos los historiadores generalizan a partir de lo particular. Y a menudo, si nos fijamos en las notas al pie de página de un historiador, el número de ejemplos de casos concretos es muy, muy pequeño".
Si el propósito original de la estadística era una supuesta contabilización precisa y exacta que ayudara a la obtención de una cifra infalible, el simple hecho de usar “la muestra representativa” hace que el resultado se altamente impreciso, inexacto y falible. A menos que se tome como muestra el grupo entero, se están haciendo conclusiones imprecisas y generalizadas, y por tanto, falibles.
Para ilustrar esto con un ejemplo: una maestra de primaria tiene un grupo de 30 alumnos. Esta es la situación en el salón de clases: muchos estudiantes han tenido problemas de aprendizaje y han estado distraídos en muchas clases, además de que ha habido deficiencias en las clases y la maestra ha faltado varias veces. A pesar de ello, hay algunos cuantos estudiantes que han aprendido mejor que los demás. Cuando se da aviso que un supervisor va a visitar la escuela para aplicar diez exámenes a cada grupo, podría pensarse que la maestra está en problemas. Pero necesita quedar bien, así que decide llamar solo a los diez mejores estudiantes de la clase para hacer ese examen. El resto; es decir, los otros veinte estudiantes que han estado teniendo resultados más bajos, no son llamados, para que no haya muestras de que el grupo estaba yendo mal. Lo mismo se hace en los otros 11 grupos de esa escuela primaria, y al final el supervisor entrega un reporte diciendo que se realizaron exámenes a 120 niños y todos ellos obtuvieron buenos resultados. El reporte pasa a la historia del ciclo escolar. En años posteriores se generaliza, diciendo que en aquella generación de estudiantes se obtuvieron muy buenos resultados. Pero la realidad, que nadie supo en la historia de aquellos grupos, es que los otros 240 niños tenían muchos otros problemas en su aprendizaje. Es algo que nadie nunca supo porque las pruebas estadísticas fueron aplicadas solamente a una tercera parte de la escuela. Pero nadie pensó que fuera malo, porque eran muestra "representativas". Percepciones mutiladas que después generalizaron una realidad mucho más compleja de lo que parecía.
Lo mismo pasa en historia. A veces se toma en cuenta el punto de vista que 10 personas tenían acerca de lo que pasó en un evento histórico; pero se deja de lado la versión de las otras 50 personas que estuvieron implicadas. El punto de vista sesgado de 10 relatos no puede, de manera justa u honesta, usarse como conclusión definitiva para la experiencia de las otras 40 personas. Sin embargo, esto es lo que hacen los historiadores estadísticos. Como Henry Louis Gates comentó algunas vez: "Todos los historiadores generalizan a partir de lo particular. Y a menudo, si nos fijamos en las notas al pie de página de un historiador, el número de ejemplos de casos concretos es muy, muy pequeño".
Omitir a los lectores las partes
esenciales de la historia le debería quitar credibilidad a la misma historia y al historiador. La mancha de estereotipos y relatos
imperfectos descontextualizados hace que los lectores se formen una imagen mal
representada de una realidad pasada, o que reciban una imagen engañosa, una imagen errada o equivocada en caso de que se le
crea al historiador.
Ahora bien; la gravedad el caso aumenta porque tampoco se puede
asumir que la verdad se construye en base a lo que las 50 personas dirían.
Puede que 20 de ellas conozcan el evento con precisión y veracidad, mientras
que las otras 30 estén malinformadas o manchadas de malinterpretaciones o
incluso mentiras o ideas preconcebidas.
Un problema mayor surge cuando, en su
intento por justificar lo injustificable, las élites mismas o los grupos de poder contratan a gente
(incluso a historiadores) para presentar un texto que hable de un panorama que ‘justifique’
que se haya tomado tal o cual medida en el pasado. Si una élite, por ejemplo, quisiese
hablar falsedad para conveniencia propia, podría falsificar testimonios o
acudir a esas 30 personas malinformadas y luego generalizar que esa fue la
experiencia de las 50 – falsamente.
La historia es se hace más horripilante cuando se convierte en un
juicio legal, en el cual, a menudo se les niega a los personajes del pasado
contar su propia versión de los hechos; es decir, cuando al acusado no se le brinda el derecho de defenderse por sí mismo. Muchas veces, el historiador no quiere
escuchar la propia versión de los hechos del personaje que descalifica. Muchos optan,
muy a menudo, por escuchar y creerle más al teléfono descompuesto del abogado acusador presentando en el estrado versiones falsificadas creadas por detractores del personaje en cuestión. Más aún, si al autor se le llamara al estrado, el juicio sería más completo, pero en un juicio real el juez pregunta al autor si decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. En un recuento histórico, ¿quién pregunta?
Por ello, tampoco se puede partir
de la idea de que todo lo que dicen los personajes del pasado hablando de sí
mismos o de otros siempre es algo verídico, pero tampoco se puede partir de la idea de
que todo lo que dicen los personajes del
pasado hablando de sí mismos o de otros siempre sea algo falso. Ciertamente, cada caso
es diferente y debe ser estudiado imparcialmente y a detalle. Pero para quienes están cegados
por sus ideas y sesgados en sus razonamientos, esto no es entendido.
Los religiosos fariseos que
vivieron en el tiempo de Jesús son un buen ejemplo de víboras ciegas parcializadas. Ellos a
juzgaban a Jesús sin si quiera conocerle plenamente en lo que decían. A su
defensa, uno de ellos, llamado Nicodemo, les habló, diciendo: “¿Acaso juzga nuestra Ley a un hombre a
menos que le oiga primero y sepa lo que hace?" (Juan 7:51). Pero ellos
estaban tan convencidos de sus propias interpretaciones, que ni le quisieron
oír, ni quisieron saber lo que hacía o decía. Se cumple en ellos la escritura que dice que 'Profesando
ser sabios, se volvieron necios' (Romanos 1:22).
Tanto religiosos como anti-religiosos, también,
tienden a voltearse en contra de la fe od las Escrituras Sagradas citando pasajes fuera
de contexto. Pero en la Biblia, se cita a Dios diciendo que la gente es "destruida por falta de conocimiento, por cuanto ha rechazado el
conocimiento" (Oseas 4:6) y que muchos falsos intérpretes, "quieren ser maestros, aunque no entienden lo
que dicen ni las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas"
(1 Timoteo 1:7). Por eso mismo, "al impío
Dios le dice: ¿Qué derecho tienes tú de hablar de mis estatutos, y de tomar mi
pacto en tus labios? Pues tú aborreces la disciplina, y a tus espaldas echas
mis palabras" (Salmos 50:16-17).
Pero lo cierto es, como dijo el teólogo
Dr. Donald A. Carson, que “un texto sin
contexto es un pretexto”: un texto sin contexto es una justificación de algo contado erróneamente o
conocido sólo parcialmente. ¿Quiénes son los que sentencian a alguien o le
condenan sin antes dejarle hablar plenamente? A veces algunos dejan hablarles
en parte. Pero si se va a formar una opinión de un personaje del pasado, al menos se
debería permitirle contar su propia versión de lo que pasó, con sus propias
palabras, en su propio contexto, en su propia experiencia, en completitud de sus declaraciones. A veces incluso unas
cuantas palabras podrían bastar para hacer la diferencia y permitir cambiar la
percepción de un personaje que estaba siendo mal juzgado por juiciosos
historiadores o lectores que habían tomado favoritismos antes de que empezara el juicio,
y, que habían llegado a conclusiones sin antes investigar más detalles sobre el caso. Debemos cuidar que los historiadores juiciosos no envíen a nuestros personajes del pasado a la cárcel
del estereotipo.
Se puede decir entonces que si
todo historiador está favoreciendo cierta postura cosmogónica, lo más lógico
sería buscar un mayor número de personas que favorezcan a tal o cual postura, y
ahí es donde entra la propaganda del periodismo histórico. Sea consciente o
inconscientemente, todo aquel que escribe historia está sesgado a favorecer o a
desfavorecer cierta cosmovisión, opinión, teoría, o creencia.
Más aún, todo el que se dedica a
la labor histórica en su máxima plenitud, está, de alguna manera, sesgado e interesado a convencer o a ‘desconvencer’. Esto es
inevitable y sería una ilusión el no querer admitirlo. Porque, si es que acaso hubiera alguien que no quisiera convencer a otros, al menos el
historiador trataría de convencerse o desconvencerse a sí mismo; como ya se dijo,
buscando justificar (aunque sea para sí mismo) ciertas ideas, a la vez que busca
descartar otras; buscando glorificar ciertas cosas, a la vez que se maldicen otras.
No quiero concluir dando una mala impresión. En este ensayo no se está aseverando que todas las plumas de todos los historiadores son engañosas. Me parece que en la historia hay historiadores muy ecuánimes que han hecho una labor muy importante y necesaria, trabajando con dignidad y de forma honorable al registrar lo que pudieron o tenían que registrar. Sin embargo, tengo la impresión de que la cantidad de tales historiadores han sido una minoría. Debemos de tener cuenta, como una vez escribió John Hope Franklin, que un historiador puede representar la memoria de una consciencia social: siempre y cuando la honestidad y la consistencia sean factores que nutran esa consciencia, pues de otra manera, se pierde el sentido verdadero de la labor de rescatar la historia, dado que cuando la historia es mal representada o está empañada de mentira, es repudiable, falible o engañosa.
Lo mismo han pensado muchas figuras históricas, como se muestra en la siguiente lista de citas o frases célebres. Algunas de las personas citadas a continuación fueron creyentes; otras muchas, fueron incrédulas; algunas fueron honorables, otras, infames; algunas, con comentarios un tanto exagerados, otras, con observaciones muy atinadas y precisas; sin embargo todos estos comentarios sobre la falibilidad en el recuento de la historia se comparten con la intención de invitar a la reflexión y demostrar que incluso muchos pensadores, intelectuales y otras figuras de la historia han reconocido que lo que se conoce acerca de la historia secular puede llegar a ser muy engañoso y el humano puede llegar fácilmente a manipular, esconder o malinterpretar cosas de la historia -- especialmente al hablar de asuntos controversiales como religión o la fe en Dios.
+ de 150 frases sobre la parcialidad, el engaño y falibilidad de los historiadores
Sobre historiadores que alteran la historia:
* "Incluso la cigüeña en el cielo conoce sus estaciones, y la tórtola, la golondrina y la grulla guardan la época de sus migraciones; pero mi pueblo no conoce la ordenanza del SEÑOR. ¿Cómo es que dicen: 'Somos sabios, y la ley del SEÑOR está con nosotros?', cuando he aquí, la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas?. Los sabios son avergonzados, están abatidos y atrapados; he aquí, ellos han desechado la palabra del SEÑOR, ¿y qué clase de sabiduría tienen?" — Dios (en la Biblia: Jeremías 8:7-9)
* "Llegué a entender que un historiador (o un periodista, o cualquier persona que cuente una historia) se ve obligado a elegir, a partir de entre un número infinito de hechos, qué presentar, qué omitir. Y esa decisión inevitablemente reflejaría, sea conscientemente o no, los intereses del historiador" — Howard Zinn (historiador, dramaturgo y activista social; A People's History of the United States, 1980)
"La Historia que se ha escrito refleja los intereses, las preferencias, e incluso los prejuicios de una generación determinada" — John Hope Franklin (historiador y antiguo presidente de la organización de Historiadores Estadounidense; African American Biography, Volume 2, 1994)
"No todo lo que se nos presenta como Historia ha sucedido realmente y lo que realmente sucedió, en realidad no sucedió de la manera que se nos presenta; más aún, lo que realmente sucedió es sólo una pequeña parte de todo lo que sucedió. ¿No sigue siendo incierto todo en la historia, desde los eventos más grandes, hasta la ocurrencia de lo más pequeño?" — Goethe ((cit. en Heinrich Ludens Gespräche mit Goethe, 1932)
"No todo lo que se nos presenta como Historia ha sucedido realmente y lo que realmente sucedió, en realidad no sucedió de la manera que se nos presenta; más aún, lo que realmente sucedió es sólo una pequeña parte de todo lo que sucedió. ¿No sigue siendo incierto todo en la historia, desde los eventos más grandes, hasta la ocurrencia de lo más pequeño?" — Goethe ((cit. en Heinrich Ludens Gespräche mit Goethe, 1932)
"Por desgracia, también es cierto que los intereses de la época a menudo colorean el pasado con matices no históricos" ~ Wendell Holmes Stephenson, historiador y académico; Southern History in the Making (1964)
"El historiador amputa la realidad" — Gaetano Salvemini (político anti-fascista, escritor y político; cit. en The History Teacher, Volume 8; 1974)
"Uno puede ni debe tratar de borrar el pasado por el mero hecho de que no se ajusta a la actualidad" — Golda Meir (maestra y política israelí; (cit. en The Sickness Bequeathed: Islamic Anti-Semitism, Nazi Fascism and Ethno-centric Nationalism Continuity in the Muslim Middle East, 2008:94))
"Los historiadores, se dice, caen en una de tres categorías. Los que mienten. Los que se equivocan, y los que no lo saben" — Anónimo
"¿Qué es, en términos generales, la verdad de la Historia? - Un conjunto de mentiras acordadas" — Napoleón Bonaparte (en su conversación con Emmanuel, comte de Las Cases; Mémorial de Sainte Hélène; 1816)
"Verán, en mi línea de trabajo tienes que estar repitiendo las cosas una y otra vez, para que se asimila la verdad, como para catapultar la propaganda" — George W. Bush, Catapult the Propaganda)
"Las falsedades más peligrosas son las verdades moderadamente distorsionadas" — Georg Christoph Lichtenberg (científico alemán; The Waste Books)
"La Historia es escrita por los ganadores" — George Orwell (escritor [deísta anglicano]; As I Please, 1944)
"El historiador ... tiene que conformarse a las interpretaciones oficiales del pasado, el filósofo a los dogmas, el escritor a los estereotipos de la acción humana, el que hace mano de obra, a los horarios de producción" — John Passmore (filósofo; The Perfectibility of Man, 1971)
"Aunque no puedo pretender ser una autoridad en el tema, yo mismo me he horrorizado por la forma en que los historiadores de renombre han aceptado como 'pruebas' las declaraciones aisladas de un campesino que fueron obtenidas mediante interrogatorios y torturas" — Arthur Guirdham (médico psiquiátra y novelista, The Cathars and Reincarnation, 1970)
"En la gran mentira siempre hay una determinada fuerza de credibilidad; debido a que las grandes masas de una nación son siempre más fácilmente dañadas en los estratos más profundos de su naturaleza emocional, que en los de su consciente o voluntad; y por lo tanto, en la sencillez primitiva de sus mentes caen más fácilmente como víctimas de la gran mentira que de la pequeña mentira, ya que ellos mismos a menudo dicen pequeñas mentiras en pequeños asuntos, pero se avergonzarían de recurrir a falsedades de gran escala. Nunca entraría en su cabeza el fabricar falsedades colosales, y no creerían que otros pudieran tener el descaro de distorsionar la verdad de manera tan infame. A pesar de que los hechos que demuestren que esto es así puedan traerse a la claridad a sus mentes, todavía los dudarían y vacilarían y continuarían pensando que puede haber alguna otra explicación. Porque la mentira grandemente imprudente siempre deja huellas detrás de sí, incluso después de haber sido clavada, un hecho que es conocido por todos los mentirosos expertos en este mundo y por todos los que conspiran juntos en el arte de mentir" — Adolfo Hitler, Mein Kampf, Vol. I, Cap. X
"La tiranía ideal es aquella que por ignorancia es auto-administrada por sus víctimas. Los esclavos más perfectos son, por lo tanto, los que felizmente y sin estar al tanto se esclavizan a sí mismos. La conmoción inicial de una verdad es directamente proporcional a la profundidad con la que se creyó la mentira. El hecho de que el mundo fuese redondo no es lo que agitaba a las personas, sino el hecho de que no era plano. Cuando una red bien cargada de mentiras se ha vendido gradualmente a las masas durante muchas generaciones, la verdad parece ser completamente absurda y su altavoz parece el de un lunático delirante" — Thomas 'Dresden' James (atribución; cit. en Mary Elizabeth Crof; How I Clobbered Every Bureucratic CashConfiscatory Angency Known To Man, 2005)
"En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario" — George Orwell (escritor británico; [deísta anglicano]; atribuída en Science Dimension, Volumes 14-18, 1982)
"La Historia, al final, es sólo otro tipo de cuento, y los cuentos son diferentes de la verdad. La verdad es desordenada y caótica y está en todos lados. A menudo, simplemente no tiene sentido. Las historias hacen que las cosas cobren sentido, pero la forma de hacer esto es dejando de lado todo lo que no encaje. Y a menudo, eso es demasiado" — Paul Murray (novelista irlandés; Skippy Dies)
"Uno no debe, siendo gobernante, revelar sus propios secretos, ya que uno nunca sabe si los va a necesitar y cuando los pueda llegar necesitar de nuevo.... se sigue el principio de que cuando uno miente, debe ser con una gran mentira, y uno debe atenerse a ella. Mantienen sus mentiras, aun con el riesgo de parecer ridículos" — Joseph Goebbels (político alemán, Director de la Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi; Aus Churchills Lügenfabrik, 1941)
"Los asuntos serios y la Historia son trampas colocadas cuidadosamente trampas para los desinformados" — Dejan Stojanovic (escritor y periodista; The Sun Watches the Sun, 1999)
"Los creadores de la Historia siempre juegan con nuestra impotencia y nuestra ignorancia" — Dejan Stojanovic (escritor y periodista; The Sun Watches the Sun, 1999)
"La Historia, como el romance, es muy apta para rodear a sus héroes con una atmósfera de brillo imaginario" ― James Fenimore Cooper (escritor [presbiteriano]; El Último de los Moicanos, 1826)
"Los historiadores son como gente sorda que acude a responder a preguntas que nadie les ha hecho" — Leo Tolstoy (escritor [filósofo cristiano]; cit. en Leo Tolstoy: Life & Words, 2014)
"Historiador: un novelista sin éxito" — H. L. Mencken (periodista; ateo; A Mencken Chrestomathy, 1949)
"Si un historiador llegara a relatar con sinceridad todos los crímenes, las debilidades y los trastornos de la humanidad, sus lectores pensarían que su libro es una sátira en lugar de Historia" — Pierre Bayle (filósofo y escritor; cristiano; Historical and Critical Dictionary)
Un historiador, que no tiene grandes eventos que descibir, se queda dormido al estar haciendo su travaho, y hace que sus lectores bostecen; pero con una guerra civil, dos o tres conspiraciones, y muchas batallas, los mismos directores, a veces hechos humildes, son exhaltados, afilan su plina, calientan su imaginación, y siempre mantienen a sus lectores sin aliento. Realmente pineso que si al historiador se le mandara escribir una historia de un reino tranquilo, de poca variedad, se quejaría mucho de su destino, de la misma manera en que Caligula se quejó de que en su reinado no pasaba ninguna desgracia. 'Públicamente se lamentaba', dice Suetonius, de la condición de los días en los que vivió, porque no estaban caracterizados por ninguna calamidad pública, diciendo que el reinado de Augusto aún sería recordado en base a la derrota de Varus, y el de Tiberio, por la caída del teatro de Fidenae; pero que el de él estaba en riesgo de caer en el olvido, debido a la prosperidad de los días'. Las desolaciones, las calamidades públicas, son una ventaja para el historiador, y realzan sus escritos.
Se lamenta, si es un buen hombre, de que el ilustre Vestal haya sido enterrado vivo, aborrece al tirano que, para hacer su reino más notorio, le oprimió; pero aún así es un tema favorable y muy ventajoso para su pluma; un punto que llama la atención de su libro. Su trabajo es un velero que nunca navega mejor que en una tormenta, na tempestad en su máximo estado, una calma le desagrado tanto como a un barco real, y cuando un historiador comienza, como Tácito, con "Comienzó una obra fructífera de grandes eventos, horrorizada de guerras, dividida por sediciones, y terrible incluso en el momento de la paz. Cuatro príncipes decapitados, tres guerras civiles, más lo extranjero, y por la mayor parte, se unieron', gana lectores a su favor, y sabe muy bien que ha encontrado un tema ventajoso. Pero después de todo, esto una marca del gusto depravado de preferir un relato con acciones de guerra antes que el de una conducta equitativa; o de admirar más a un hombre en base a la fuerza de sus armas y su valentía, que les da la victoria como un cerdo salvaje o un buey, que por su virtud, la cual le hace dominar sus propias pasiones y le motiva a establecer buenas leyes entre su prójimo" — Pierre Bayle (filósofo y escritor; cristiano; An historical and Critical Dictionary, 1697)
"La Historia es una palabra grande. Yo también he leído a Vico y a Hegel y la Historia no la clase de animal que puedas domesticar" ~ Antonio Tabucchi, (escritor; Pereira Declares: A Testimony, 1997)
"...Entonces esto, pensé, mientras miraba a mi alrededor, es la representación de la Historia. Requiere de falsificación en la perspectiva. Nosotros, los sobrevivientes, vemos todo desde arriba, vemos todo a una, y aún así no sabemos cómo ocurrió" — W. G. Sebald (escritor alemán; After Nature (2002)
"La mitad de escrito en la Historia está ocultando la verdad" — Joss Whedon (guionista; cit. en The Philosophy of Joss Whedon, 2012, 47)
"La poesía es algo más filosófico y excelente que la Historia" — Aristóteles, The Poetics [IX, 3]
"Los historiadores son chismosos de malas lenguas que se burlan de los muertos" — Voltaire, Scribbling Books
"La Historia se compone de una serie de invenciones imaginativas acumuladas" — Voltaire, (cit. en Twayne's world authors series, 1969)
"No existe la Historia. Sólo ficciones con varios grados de posibilidad" — Voltaire, (cit. en Anomalistic History, 2011)
'La Historia solamente puede ser bien escrita en una nación libre' — Voltaire (1737).
"Escribie la historia intelectual es como tratar de clavar gelatina en la pared" — William Hesseltine (1945)
"El historiador tiene ante sí un rompecabezas de muchas piezas que han desaparecido. Esos vacíos solamente pueden llenarse por medio de su imaginación" — Gaetano Salvemini (historiador, escritor y político antifascista; Historian and Scientist)
"Nadie puede saber realmente la vida que ocurre en su propia época, y mucho menos la de las épocas pasadas. El historiador siempre ve como en un espejo oscuro que los rojos y los dorados se vuelven grises por las sombras de tiempo" — Earl R. Beck; historiador, On Teaching History in Colleges and Universities
"La mismísima tinta con la que está escrita toda la Historia no es más que fluido de prejuicio" — Mark Twain; (escritor, Following the Equator)
"Todo lo que los historiadores nos dan son pequeños oasis en el desierto de tiempo, y nos detenemos con cariño en éstos, olvidando las enormes pistas entre uno y otro que fueron pisoteadas por cansadas generaciones de seres humanos — John Alfred Spender, (periodista; The Comments of Bagshot)
"Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados" — Samuel Clemens (escritor y humorista; cit. en Jacques Evans, Scammed, 2014)
"Cuando una persona muere, ¿qué más nos queda, aún con los mejores registros, a excepción de algunos cuantos hechos, y una masa de prejuicios ya qye, aunque hubiese sido la mejor persona en el mundo, sólo fue uno más entre los de su época? La historia que nos queda a nootros, como la de un violinista, la bendamos con prejuicio, deformándola para que se encaje a nuestros miedos... ¿Qué podemos hacer? ¿Los hechos ahí están, pero qué es verdadero? Podemos empezar diciendo: No se puede confiar en ninguna opinión; incluso los hechos no pueden ser nada más que un error de imprenta. Pero si un veredicto es unánimo, es seguro que es un equivocado... Si no podemos hacer que una persona vuelva a vivir una vez que se ha ido, es grosero hacerla prisionera de muerte dentro de una angosta definición, siendo que, a donde estuvieron sus zapatos antes que nosotros, nosotros no pudimos estar. Serían mentiras, un historia como tal, y sería peligrosa" — W. C. Williams (poeta y escritor; William Carlos Williams, In The American Grain, 1956:190)
"No se debería confiar en ningún historiador implícitamente" — G. Kitson Clark (historiador; cit. en The History Teacher, Volume 8; 1974)
"Por su naturaleza, la Historia es siempre la versión de un sólo partido" — Dan Brown (escritor; deísta)
"La Historia siempre la escriben los conquistadores. Cuando dos culturas se enfrentan, el perdedor es borrado, y el ganador escribe los libros de Historia - libros que glorifican su propia causa y menosprecian al enemigo conquistado. Como dijo una vez Napoleón, '¿Qué es la historia, sino una fábula convenida?"
— Dan Brown (2003)
"Todo el conocimiento [pasado] que es de la sociedad humana y no del mundo natural, es conocimiento histórico, y por tanto, yace en el juicio y la interpretación. Esto no es decir que los hechos o los datos no sean existentes, sino que los hechos son considerados importantes a partir de lo que se hace con ellos con la interpretación, porque las interpretaciones dependen mucho de dónde se encuentra el observador, a quién le está hablando, cuál es su propósito, y en qué momento histórico tiene lugar la interpretación" — Edward W. Said (historiador y literato [agnóstico]; Coverin Islam, 2015)
"Se hace más Historia por medio de apretones de manos secretos, que por batallas, reformas, y proclamaciones" — John Barth, (escritor; The Sot-Weed Factor)
"La mayor parte de la historia es adivinanza, y el resto es prejuicio" — Will & Ariel Durant;
(historiador, escritor y filósofo; católico, Our Oriental Heritage)
"Demasiada Historia no es más que política sucia limpiada para ser consumida por niños y otros inocentes" — Richard Reeves (atribución)
"La Historia es la política del pasado, y la política actual de la historia" — John Robert Seeley (historiador y ensayista)
"La política es la Historia siendo fabricada" — Adolfo Hitler, Zweites Buch (1928)
"Los libros de Historia, que ignoraron casi por completo la contribución del negro en la historia de Estados Unidos, sólo sirvieron para intensificar la sensación de inutilidad de los negros y para aumentar la doctrina anacrónica de la supremacía blanca" — Rev. Martin Luther King Jr. (pastor, activista y sociólogo)
"La educación debe permitir que uno se siente y sopese la evidencia y discierne lo verdadero de lo falso, lo real de lo irreal, los hechos de la ficción. La función de la educación, por tanto, debería ser enseñar a pensar intensamente y a pensar de forma crítica" — Rev. Martin Luther King Jr.
(pastor, activista y sociólogo)
"La forma más efectiva de destruir a la gente es negar y destruir su propia comprensión de su historia" ― George Orwell
(escritor; 1984)
"La gente está atrapada en la Historia, y la Historia está atrapada en ellos" — James Baldwin (escritor y crítico social; Notes of a Native Son)
"La forma en que hablan los matemáticos, los físicos y los historiadores es muy diferente, y lo que un físico da a entender con intuición física y lo que un matemático da a entender con belleza o elegancia sí son cosas en las que vale la pena pensar" — Clifford Geertz; cit. en (Inter)views: Cross-disciplinary Perspectives on Rhetoric and Literacy (1991)
"Si los gatos pudieran escribir la Historia, su historia sería sobre todo sobre los gatos" — Eugen Weber (historiador; atribución)
"HISTORIA, n. Un relato en su mayoría falso, de acontecimientos en su mayoría sin importancia, que son provocados por gobernantes, en su mayoría bribones, y soldados, en su mayoría tontos" — Ambrose Bierce (escritor y periodista; The Devil's Dictionary)
"La Historia que leemos, aunque está basada en hechos, en términos estrictos, no es factual en lo absoluto, sino en una serie de juicios aceptados" — Geoffrey Barraclough (historiador; History in a Changing World)
"De donde yo vengo, creemos en todo tipo de cosas que no son verdad... les llamamos Historia" ― Gregory Maguire (escritor; Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West)
"La falsificación de la historia ha hecho más para impedir el desarrollo humano que cualquier otra cosa que conozca la humanidad" ― Juan Jacobo Rousseau (filósofo; atribuída por Donald G. Lett Jr, 2008: 93
"La Historia de la época victoriana nunca se escribirá: sabemos mucho al respecto. Porque la ignorancia es el primer requisito del historiador - la ignorancia, que simplifica y clarifica, que selecciona y omite, con una perfección plácida inalcanzable por el arte más elevada" — Lytton Strachey (historiador; 1918)
"La Historia no es el pasado, sino un mapa del pasado dibujado desde un punto de vista particular para ser usado por el viajero moderno" — Henry H. Glassie, Passing the time in Ballymenone: 1982
"La Historia: esa vieja dama emocionante en quien no se puede confiar — Guy de Maupassant, Sur l'Eau
"Las guerras usualmente tienen el efecto de acelerar el proceso de la Historia" — Pieter Geyl, Debates With Historians,
[La Historia] es falible de la misma manera en que todo ser humano es falible — Arthur Bestor, The Western Humanities Review, Volumes 16-17, 1962,
"Nunca somos completamente contemporáneos de nuestro presente. La Historia avanza disfrazada; aparece en el escenario con una máscara de la escena anterior, y tendemos a perder el sentido de la obra" — Régis Debray, Revolution in the Revolution?
"La ilusión acerca de la Historia es un asunto serio; puede afectar gravemente a la Historia que está esperando ser hecha" — John Terraine, AHA Newsletter - Volumes 19-20, 1981.
"La verdadera Historia no queda escrita, porque no está en los cerebros de las personas, sino en sus nervios y órganos vitales" — Alfred North Whitehead, Dialogues of Alfred North Whitehead
"La Historia es la historia de los acontecimientos, con alabanza o culpa" — Cotton Mather, Selections from Cotton Mather, 1926
"Si la historia fuese una fotografía del pasado, sería plana y aburrida. Afortunadamente, es una pintura; y, como a todas las obras de arte, le falta la verdad más
alta a menos de que tenga imaginación y las ideas se mezclen con las pinturas"
— Allen Nevins, Allan Nevins on history, 1975
"La Historia sería una cosa sorprendente - ¡si tan sólo fuese cierta!" — León Tolstoi, cit. en Leo Tolstoy: His Words (2014)
"Es asombroso cómo la historia, cuando descansa en la memoria de los hombres, siempre toca los bordes de la mitología" ~ Leopold von Ranke
"En cierto sentido, todos los hombres son historiadores" ~ Thomas Carlyle
"Los eventos en el pasado más o menos pueden ser divididos en aquellos que probablemente nunca ocurrieron y aquellos que no importan" ~ W.R. Inge
"La Historia ... es una adición de verdades, medias verdades, semi-verdades, fábulas, mitos, rumores, prejuicios, narrativas personales, chismes, y prevaricaciones oficiales. Es un lienzo sobre el cual miles de artistas de todas las épocas han salpicado sus concepciones e interpretaciones del día y la época. Algunos motivos son grotescos y algunos son magníficos. ~ Philip D. Jordan
No hay tal cosa como 'un historiador neutral' o puramente objetivo. Sin una opinión, el historiador sería simplemente un reloj; ilegible, además. ~ Philip Howard
"La civilización es una corriente con riberas. La corriente a veces está llena de sangre de gente matando, robando, gritando y haciendo las cosas que los historiadores suelen registrar, mientras que en las riveras, inadvertida, la gente construye casas, hace el amor, cria a niños, canta canciones, escribe poesía e incluso esculpe estatuas. La Historia de la civilización es la historia de lo que pasó a la orilla. Los historiadores son pesimistas porque ignoran las riberas del río. ~ Will Durant
La Historia es la propaganda de los vencedores. ~ Ernst Toller
La Historia es una herramienta usada por los políticos para justificar sus intenciones. ~ Ted Koppel
La idea de que una sola persona puede describir "lo que realmente sucedió" es una absurdidad. Si diez - o cien - personas atestiguan un evento, habrá diez - o o cientos - de distintas versiones de lo que sucedió ~ David y Leigh Eddings
Los historiadores tienen una profunda imaginación, lo cual es esencial y peligroso ~Robert Stinson
El historiador nos reporta, no los mismísimos eventos, sino las impresiones que éstos han hecho en él. ~ Heinrich von Sybel
Demasiados, muchísimos de los que se dicen historiadores son realmente 'histerios'; su pensamiento es más visceral que cerebral. Cuando sus deberes como ciudadanos entran en conflicto con sus responsabilidades como académicos, Clio, con frecuencia se pasa al asiento trasero ~ Thomas A. Bailey
La Historia es principalmente la narración inexacta de los hechos que no deberían haber ocurrido. ~ Earnest Albert Hooten
Ese es el triunfo de la historia: que la verdad absoluta no está a la mano; el original con el cual coincide la copia [ya] no está ~ Jacques Barzun
La Historia se ocupa principalmente de los fenómenos humanos, no de los naturales; y la Historia es doblemente humana porque, como idea, es la invención del hombre, desafiándole a trascender los límites de la información acerca de sí mismo y descubrir lo que es mediante la búsqueda de sentido en lo que ha hecho. En pocas palabras, es el comentario del hombre acerca del hombre ~ John Barker
Para mí, de hecho, la marca de lo histórico es la despreocupación con la que se toma a un individuo y se deposita en él una tendencia, de la misma manera en que una casa juguetonamente que es movida por un tornado. ~ Mary McCarthy
Nuestra imaginación histórica a lo mucho se llega a desarrollar levemente. Generalizamos e idealizamos el pasado atroz. Hemos creado pequeños juguetes para presentarlos como símbolos de siglos y complejas vidas de innumerables personas ~ John Dewey,
[La historia es] una tiranía sobre las almas de los muertos -- y también la imaginación sobre los vivos. ~ William Carlos Williams
Lo que permanece es la neblina de la falsa gloria que emerge de la Historia ~ Miguel de Unamuno, En Gredos
La Historia intenta proporcionarle a la sociedad una memoria colectiva artificial. ~ Mark M. Krug
La Historia no es otra cosa que el clavo en el que se cuelga la imagen. ~ Alejandro Dumas,
Toda la historia se vuelve subjetiva; en otras palabras, no existe la Historia propiamente, sino sólo biografía. ~ Ralph Waldo Emerson
La Historia es la esencia de innumerables biografías. ~ Thomas Carlyle,
[La historia es] imaginación petrificada ~ Arthur Baer
La Historia sólo existe, de forma definitiva, para Dios ~ Albert Camus,
"La educación... ha producido una vasta población capaz de leer pero incapaz de distinguir lo que vale la pena leer" — George Macaulay Trevelyan (historiador y académico)
"A todo el mundo le gusta un poco de chisme hasta cierto punto, siempre y cuando sea chisme con algún argumento propio. Es por eso que me gusta la historia. La historia no es otra cosa sino chismes sobre el pasado, con la esperanza de que puedan ser ciertos" ~ Gore Vidal
"La Historia es chisme que ha sido legitimado, y ese es realmente el caso cuando uno revisa algunos de los historiadores romanos. ¡Guau! Estarían justo en casa en reality show" — Esther M. Friesner (escritora)
"Los historiadores se repiten los unos a los otros" — Max Beerbohm (ensayista y humorista)
"La historia falsa se hace todos los días, cualquier día; la verdad del nuevo día nunca se cuenta en las noticias. La historia falsa se escribe todos los días" — Adrienne Rich
"La Historia: chismes bien contados" — Elbert Hubbard
"La Historia: una colección de epitafios" ~ Elbert Hubbard
"La realidad histórica es entonces una "ilusión referencial", en la que tratamos de comprender la realidad (el referente de la lengua) que creemos que está más allá de la barrera de la construcción lingüística de sus narraciones. De este modo, la historia se convierte en un mito o en una ideología, ya que pretende ser la realidad" ~ Dana Arnold
"La gente toma el más largo de los caminos posibles, divaga por numerosos callejones sin salida, y comete todo tipo de equivocaciones. Luego llegan los historiadores, vienen y escriben resúmenes de este proceso desordenado, no lineal, y lo hacen aparecer como una simple línea recta" ~ Dean Kamen
"La Historia no se debería dejar a los historiadores. Más bien, se debería como Churchill: Hacer historia, y luego escribirla" ~ Ferdinand Marcos
Cuando miramos a lo largo de la superficie de la historia no vemos otra cosa mas que rocas pequeñas ásperas y estériles que son la cima de ella ~ Augusto William Hare y Julius Charles Hare
"Por los intentos ingeniosos de explicar a la luz de la razón las cosas que faltan a la luz de la historia para darle sentido, gran parte de las tonterías aprendidas por el mundo han sido hechas" ~ Edward Burnett Tylor,
"La historia es el producto más peligroso que la química de la mente haya inventado. Sus propiedades son muy bien conocidas. Produce sueños y embriaguez. Llena a la gente de falsas memorias, exagera sus reacciones, agrava sus antiguas injusticias, les tormenta en el momento de reposo, y les incita o a un delirio de grandeza o a una ilusión de persecución. Hace que naciones enteras se vuelvan amargadas, arrogantes, insoportables y vanagloriosas" — Paul Valery (ensayista, filósofo y poeta)
"Todos falsificamos la Historia, incluso si sólo se trata de su propia historia personal. A veces, la falsificación es deliberada, a veces inconsciente" — Joseph Freeman (escritor)
"El buen historiador es como el gigante del cuento de hadas: sabe que donde quiera que huela olor de carne humana, allí yace su presa" ~ Marc Bloch
"Los historiadores deben ser leídos con moderación y cautela, y es preciso recordar que no pueden estar presentes en todas las circunstancias" — Cotton Mather (ministro puritano y prolífico autor)
"La tradición generalmente se basa en algo que los hombres conocían; la Historia es a menudo la fabricación de un simple mentiroso" — Jefferson Davis (político)
"La Historia tiene que ser reescrita porque la Historia es la selección de los hilos de causas o antecedentes que nos interesan" — Oliver Wendell Holmes, Jr. (jurista estadounidense)
"La historia es la destilación de rumor" — Thomas Carlyle (escritor)
"Bienaventurado el pueblo cuyos anales estén en blanco en la historia de los libros" ~ Thomas Carlyle
"Todas las interpretaciones de la historia son propaganda de una idea u otra" — Selma Dabbagh (escritora)
"Dios no puede alterar el pasado, aunque los historiadores sí pueden" ~Samuel Butler
"Demasiados escritores históricos son devotos de sectas que, por definición, se dedican a blanquear las verrugas y a colgar auroleas" ~ Thomas A. Bailey
"La historia es la invención de los historiadores" — Napoleón (atribución)
"El típico de los historiadores (a los cuales la mayoría pertenece) destruyen todo; masticarían la carne por nosotros" ~ Michel de Montaigne
"La historia pública de todos los países y todas las épocas, no es más que una especie de máscara, de colores vivos. El interior de la máquina ha de ser fétido. ~ John Quincy Adams
"Las naciones no son comunidades y nunca lo han sido. La historia de cualquier país, se presenta como la historia de una familia: oculta los feroces conflictos de interés (a veces estallando, a menudo reprimiéndolos) entre conquistadores y conquistados, amos y esclavos, capitalistas y trabajadores, dominadores y dominados en la raza y el sexo. Y en un mundo de semejante conflicto, en un mundo de víctimas y verdugos, el trabajo de la gente que piensa, como Albert Camus sugirió, es no estar del lado de los verdugos" - Howard Zinn, A People's History of the United States, 1980)
"Lo que ocurre en realidad es que el autor descarta la personalidad humana, pero lo sustituye por un "objetivo"; el tema del autor es tan evidente como nunca, pero se ha vuelto un tema objetivo... En el plano de la objetividad del discurso, o en la ausencia de pista alguna sobre el narrador, pasa a ser una forma particular de ficción, donde el historiador trata de dar la impresión de que el referente está hablando por sí mismo" — Roland Barthes (crítico literario; filósofo social)
"La historia tiene una forma única de censurar los valores contemporáneos" — Anónimo
"Los historiadores radicales ahora cuentan la historia del Día de Acción de Gracias desde el punto de vista del pavo ~ Mason Cooley
"Me siento un poco incómodo por la manera en que consultan a los historiadores como si la historia fuese a repetirse. Nunca lo hace" ~ Antony Beevor
"El pasado en manos de los historiadores no es lo que era" — Lynn White, Jr. (profesor de historia en Princeton)
(historiador)
"Las mentiras repetidas se convierten en Historia, pero no necesariamente se convierten en verdad" — Colum McCann (escritor)
"El conocimiento de la historia nos libera de ser contemporáneos ~ Lynn White, Jr.
"¿Qué haría que la Historia fuese útil? Aquello que nos pueda enseñar nuestros deberes y derechos, sin aparentar que los enseña ~ Voltaire
"La idea de la historia en cualquier época, al igual que la idea de la propiedad, o del progreso, es un compuesto inestable; se arma cuando es necesaria, por historiadores o por filósofos, a partir de las opiniones irreconciliables de las personas ~ F. Smith Fussner
"La manipulación consciente e inteligente en los hábitos y opiniones organizadas de las masas es un elemento notable en la sociedad...aquellos que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país... Estamos dominados por el número relativamente pequeño de personas... son ellos los que mueven los hilos que controlan la mente del público, quienes aprovechan las viejas fuerzas sociales e idean nuevas formas de unir y dirigir al mundo" — Edward Bernays; periodista y publicista
"La historia es una galería de fotos en la que hay pocas originales y muchas copias ~ Alexis de Tocqueville
"¿Podemos darnos el lujo de ser tan arrogante como para pretender que sabemos algo que no sabemos y decir que saber esto puede transformar nuestras vidas?" - Werner Erhard (atribución por Mary Elizabeth Croft en How I Clobbered Every Bureucratic CashConfiscatory Angency Known To Man (2005)
"La mayor amenaza para la paz es el aluvión de propaganda derechista que retrata la guerra como algo decente, honorable y patriótico" — Jeannette Rankin (activista pacifista)
"[En] Las sociedades democráticas ... el Estado no puede controlar la conducta por la fuerza. Sí puede, hasta cierto punto, pero es mucha más limitada en su capacidad de controlar por la fuerza. Por lo tanto, tiene que controlar lo que piensas... una de las maneras que controlas lo que la gente piensa es mediante la invención de la ilusión de que hay un debate ocurriendo, pero asegurándose de que ese debate se mantiene dentro de círculos muy estrechos. En otras palabras, tienen que asegurarse de que ambas partes del debate aceptan ciertas suposiciones y esos supuestos resultan ser el sistema de propaganda" — Noam Chomsky (1986); (historiador, filósofo, lingüísta, crítico social)
"El término 'propaganda' suena una campana melodramática y exagerada, pero una prensa que, ya sea por temor, por arribismo, o por convicción falta de crítica, repite afirmaciones falsas del gobierno y las informa como un hecho, o trata a funcionarios electos con una reverencia reservada para la realeza, no puede ser descrita en términos de ninguna otra otra función" — Greenwald (abogado, escritor y periodista)
"La historia es una sarta de mentiras sobre acontecimientos que nunca ocurrieron contados por personas que nunca estuvieron allí" ~ George Santayana
Incluso la historia más laboriosa es un puente sobre un misterio eterno ~ Bruce Catton
"La historia es una sarta de mentiras sobre acontecimientos que nunca ocurrieron contados por personas que nunca estuvieron allí" ~ George Santayana
Incluso la historia más laboriosa es un puente sobre un misterio eterno ~ Bruce Catton
"Si leones fueran historiadores, los cuentos de la selva no siempre favorecerían al cazador"— Proverbio africano
"¿De verdad crees... que todo lo que los historiadores nos dicen sobre los hombres o las mujeres es realmente cierto? Debes considerar el hecho de que tales historias han sido escritas por hombres, los cuales nunca dicen la verdad, excepto por accidente" — Moderata Fonte (escritora y poeta)
"La Historia es el libro de los libros abiertos. Nosotros los historiadores no somos sacerdotes que lo expongan con infalibilidad: nuestra función es enseñar a la gente a leerla y reflejarse en ella" — G. M. Trevelyan (historiador)
"El historiador Australiano Keith Windschuttle dice en su libro 'El Asesinato de la Historia' que por 2,300 años hemos tomado la historia seriamente y creído que podemos llegar a conocer ciertas cosas del pasado, comenzó. 'Ahora, en nuestros días, hay escepticismo acerca de si podemos llegar a alguna conclusión sólida acerca de la historia. El estudio de la historia es visto como no otra cosa más que un conjunto de interpretaciones que son reemplazadas por otras. Se nos deja sin ninguna confianza sobre el enfoque de la historia'... Lo interesante es que cuando la gente dice que tenemos que ser escépticos históricos, ¡hablan con muhca confianza del escepticismo!... Hacen afirmaciones notoriamente fuertes sobre la incertidumbre del estudio de la historia. Mas la pregunta todavía debe de hacerse: '¿Por qué deberíamos tomar SU interpretación de la historia en vez de la de cualquier otra persona?'. Es sorprendente como la gente echa la historia a la basura" — Lee Strobel (In Defense of Jesus: Investigating Attacks on the Identity of Christ)
"La Historia demuestra que cuando la gente no quiere creer en algo, tiene enorme capacidad de ignorarlo por completo" — Jim Butcher (escritor)
"El historiador Australiano Keith Windschuttle dice en su libro 'El Asesinato de la Historia' que por 2,300 años hemos tomado la historia seriamente y creído que podemos llegar a conocer ciertas cosas del pasado, comenzó. 'Ahora, en nuestros días, hay escepticismo acerca de si podemos llegar a alguna conclusión sólida acerca de la historia. El estudio de la historia es visto como no otra cosa más que un conjunto de interpretaciones que son reemplazadas por otras. Se nos deja sin ninguna confianza sobre el enfoque de la historia'... Lo interesante es que cuando la gente dice que tenemos que ser escépticos históricos, ¡hablan con muhca confianza del escepticismo!... Hacen afirmaciones notoriamente fuertes sobre la incertidumbre del estudio de la historia. Mas la pregunta todavía debe de hacerse: '¿Por qué deberíamos tomar SU interpretación de la historia en vez de la de cualquier otra persona?'. Es sorprendente como la gente echa la historia a la basura" — Lee Strobel (In Defense of Jesus: Investigating Attacks on the Identity of Christ)
"La Historia demuestra que cuando la gente no quiere creer en algo, tiene enorme capacidad de ignorarlo por completo" — Jim Butcher (escritor)
"Hemos tenido que aprender que la Historia no es ni una Diosa ni una redentora" — Reinhold Niebuhr (teólogo cristiano y predicador)
"La Historia no es y no puede ser la regla de la fe y de la vida que sea enteramente necesaria para la salvación. Dios, no la Historia, es el que da la fe, y Dios trabaja por medio de amor y vence al mundo. Los millones que creyeron en la Historia han sido vencidos por el mundo - estancados espiritualmente en el mundo y en las prácticas del mundo. La regla debe ser compatible con y cumplir las necesidades de la fe. Eso debe guiarme en mi deber. La Historia me dice acerca de las acciones de las otras personas, pero esas acciones pueden no proveer una guía para mí... puede que no sea mi deber repetir esos eventos únicos y por tanto no son mi guía..." — William Penn (1668); (filósofo cuáquero)
"La Historia será borrada en el purgatorio universal" — Dejan Stojanovic (escritor y periodista; The Sun Watches the Sun, 1999)
"Es inútil tratar de demostrar las verdades espirituales meramente haciendo referencia a la Historia externa, ya que la Historia no se trata para nada de hechos infalibles o indudablemente correctos, y los hechos espirituales no dependen en ningún sentido de la carta de la Historia" — Wilberforce J. Colville (1884); (teólogo)
"Al hacer mi Diccionario como una obra histórica, no debo representar a la gente como debieron haber sido, sino como eran en realidad. No puedo suprimir sus faltas ni sus virtudes. Viendo entonces que no progresa en nada la moral de algunos ateos, sino lo que cito de los autores que se relacionan a ellos, nadie debe tener motivos de ofenderse conmigo. Hacer que mis críticos sean sensatos a la verdad de lo que digo, sólo les tengo algo que preguntar: ¿creen que la supresión de los hechos verdaderos es el deber de un historiador? Me aseguro en mí mismo que yo nunca me adheriré a tal proposición. No; pero creo que hay algunos los suficientemente ingeniosos para confesar, que es un hecho que deben ser suprimidos por el historiador, cuando disminuyan la aversión al ateísmo, o la veneración por la religión en general. Pero de la manera más humilde yo les ruego que no me tomen a mal que yo continúe creyendo, que Dios no necesita de la habilidad de la retórica" — Pierre Bayle (filósofo y escritor; cristiano; Historical and Critical Dictionary)
"La Historia puede derrotar al Cristo, pero, no obstante, apunta a Él como la ley de la vida" — Reinhold Niebuhr; (teólogo cristiano y predicador)
"Aquello en lo que decidimos hacer hincapié en esta compleja Historia determinará nuestras vidas. Si tan sólo vemos lo peor, destruye nuestra capacidad de hacer algo. Si recordamos los tiempos y lugares (y hay muchísimos) donde la gente se ha comportado magníficamente, esto nos da ánimos para actuar, y, al menos, la posibilidad de enviar este trompo del mundo a una dirección diferente. Y si sí actuamos, por pequeña que sea la acción, en cierto modo, no tenemos que esperar la llegada de algún gran futuro utópico. El futuro es una sucesión infinita de presentes, y vivir ahora como pensamos que los seres humanos debemos vivir, sin importar todo lo malo que nos rodea, es en sí una maravillosa victoria" ― Howard Zinn, A Power Governments Cannot Suppress, 2013: 270.
"Cuando miro en la historia del mundo a la luz de la Palabra de Dios, entonces dudo fuertemente que podamos esperar mejores tiempos. Los políticos no tienen antídoso para este progreso el ateísmo. Alguien ha dicho: 'Hemos alcanzado el punto en el que ña historia de nuestra civilización está a punto de tener la crisis más seria que jamás haya experimentado la humanidad'. Esto es cierto. Hay una gran batalla llevándose a cabo en el mundo inisible. Es fácil creer lo que escribió Pedro; parece, de hecho, una realidad más clara ahora en estos días: "Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. 9Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo" (1 Pedro 5:8-9). Quiera o no, todo cristiano está implicado en este combate. El enemigó tratará con todo su poder de separarnos de Dios, de destruir nuestra fe en Jesucristo y volvernos rebeldes contra la palabra de Dios. Podemos cerrar nuestros ojos al peligro y no discernir a donde nos llevará el curso de la historia del mundo. Pero Jesús dice en Lucas 21:35: "Estén despiertos, por lo tanto, y oren siempre, que sean tomados por dignos de escapara todas esas cosas que pasarán, y de estar de pie ante el Hijo del Hombre". Corrie ten Boom, Marching Orders for the End Battle, 2012
Bueno, hermano. Te hablo como historiador y como creyente de años, habiendo oficiado como pastor durante 17 años. Los historiadores tienen intencionalidad. Ningún historiador, ni siquiera los cristianos, de distintas denominaciones, se pueden abrogar el derecho de escribir objetivamente. Luego de los escritos históricos se hacen usos políticos, incluso las iglesias también. Habrás leído que un bautista trata de demostrar desde el inicio mismo de la cristiandad que el bautismo se hace por inmersión, y más allá que yo también lo creo, se trata de justificar que es por inmersión, y no por aspersión. Y también te encontrarás que hay bautistas que piensan que el apóstol Pablo era bautista. Y lo hacen intencionadamente para demostrar que "solo ellos" son herederos de Cristo. ¿te suena a barbaridad? Es que siempre vemos las intencionalidades de los otros. Te lo digo como bautista. Al punto que piensan que ellos son la novia del Cordero, y que las otras iglesias son invitadas a esa boda. Esa estupidez la creen, en parte, porque no quieren reconocer la historia. Por eso es importante la historia. De acuerdo a todas las citas que leo que has puesto, con clara intencionalidad de demostrar que la historia miente "siempre", ¿también mentiría en este caso del bautismo por inmersión? ¿Miente la historia cuando un historiador romano nos habla de un tal "Crestós" y su secta en Roma? ¿Nos miente la historia los juristas romanos acusaban a los cristianos de "ateos" por no creer en su divinidades? Cuando Gibbon en el siglo XVIII decía que la causa de la caída del Imp. romano era la debilidad de los cristianos ¿qué intencionalidad tenía? Hoy esa tesis ya no se cree, aunque el libro es impresionante. pero si tu escribes algo al contrario de Gibbon para defender al cristianismo, también te acusarán de que lo haces porque tienes un interés. No importa la opinión que tengas del cristianismo: para un historiador digas lo que digas, tendrás que traer pruebas, demostraciones, argumentos. No es opinar en una charla de café, como muchos hacen. La historia no es tan simple como la gente la ve. Todos le huyen a la física cuántica porque la ven tan complicada, y sin embargo, piensan que pueden entrarle a la historia, habiendo leído a su historiador de cabecera, y así repetir como loro lo que piensan que es la verdad. Además, cada historiador mira el pasado haciéndose preguntas desde el presente.Me refiero a los historiadores científicos, y no a los que usan la historia como arma política de un partido. Hoy en día no se estudia simplemente la batalla tal o cual, sino que se estudian las mentalidades de los seres humanos de a pie de los que cuales no sabemos nada. ¿Cómo pensaba un campesino castellano en 1212 minutos antes de la batalla de Las Navas de Tolosa? Es muy complicado encontrar fuentes, pues ese hombre no escribía nada. Entonces se encuentran respuestas "no definitivas". A veces se pueden encontrar textos escritos por algún hombre en una aldea perdida del Piamonte, y sabemos cómo pensaba. A eso se lo llama microhistoria, ejemplo, el libro "El queso y los gusanos" escrito en 1976 por Carlo Guinzburg, donde retrata el pensamiento de un campesino friulano ante la Inquisición que busca condenarle. Espero que te sirva. Bendiciones. José Nuñez, BsAs. Argentina.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario tan brillante y las alusiones que comparte, en base a su experiencia.
Eliminar"Los historiadores tienen intencionalidad. Ningún historiador, ni siquiera los cristianos, de distintas denominaciones, se pueden abrogar el derecho de escribir objetivamente."
Concuerdo totalmente. Todo el que escribe una historia tiene un propósito en mente, y al omitir y al elegir cosas, busca lograr ese objetivo. En ese sentido, la imparcialidad parecería un tanto utópica. Es lo que trataba de exponer en este ensayo. Pero me he dado cuenta que cada quien es libre de elegir la intencionalidad planteada, o "tomar lo bueno y desechar lo malo". Y una cosa más, me he dado cuenta de que no es malo ser parcial si el punto desde el que se parte es el correcto. La cuestión es estar seguro del punto de partida y del camino que se está tomando. Cuando no, como dijo C.S. Lewis, "Si estás en el camino equivocado, el progreso sería darse la vuelta y volver a empezar hacia el camino correcto, y en ese caso, el que da más pronto recapacita es el hombre más progresista". La cuestión es estar en el camino, tener la vida, y estar en la verdad.
Hola Omar me gusta mucho el trabajo que has realizado con esta pagina. Ha sido muy edificante. Ojala que puedas seguir alimentándola porque hay verdaderos creyentes intelectuales que aun son de influencia para otros. Bob dylan es uno de ellos. Te mando un fuerte abrazo y agradezco a Dios por personas como tu que donan parte de su tiempo en ser de bendición para otros. Saludos
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