Reivindicación
del Trinitarismo de Newton
(Newton NO era antitrinitario)
Con el paso del tiempo, diversos autores y malinterpretes han
tergiversado la teología de Isaac Newton imputándole toda clase de
calificativos heréticos, atribuyéndole un supuesto deísmo, o propagando el
rumor de que era unitario, sociniano o arriano (términos que se refieren a distintas clases de doctrinas religiosas antitrinitarias, o doctrinas religiosas que niegan la
Trinidad).
Muchos han perpetuado estos rumores, citando como supuesta “prueba”
el texto ''Two Notable Corruptions of the
Scripture'' en el que Newton argumenta que los versículos 1 Juan 5:7 y 1Timoteo 3:16 (ambos de índole trinitaria), fueron alterados por la Iglesia
Romana Católica. Sin embargo, dicho
texto no es ninguna prueba definitiva de que Newton haya negado la Trinidad. Al leer el mismo texto, no hay lugar explícito en el que lo haga. Más
aún, el escrito solo se enfoca en la traducción de dos versículos, y aún cuando Newton hubiera puesto en duda
la traducción que los eclesiásticos católicos hicieron de esos dos versículos, no puso en duda la traducción de otros
versículos de verdad trinitaria, tales como los Salmos 110:1, Mateo 1:20-23,
Mateo 22:44, Mateo 28:19, Juan 1.1, Juan 1.14, Juan:24, 8Juan 15:16, Juan 15:26, Juan8:58, Romanos 8:9, Romanos 9.5, 2 Corintios 13.14, Colosenses 1:16, Colosenses 2:9, 1ª Juan5:20, y demás.
La realidad es que los escritos propios de Newton demuestran
no solo que Newton nunca negó la divinidad de Cristo, sino que lejos de hacerlo, con el paso del
tiempo fue reafirmando cada vez más un sentido de la verdad trinitaria, a tal grado de aseverar una explicación de esta
doctrina por escrito.
Para sostener una defensa del trinitarismo de Newton,
acudimos primero a David Brewster, notable
científico, que hasta la fecha sigue siendo el biógrafo de Newton más prominente
en muchos sentidos. Él revisó los escritos del matemático a lo largo de dos décadas,
los examinó meticulosamente y como resultado publicó la histórica biografía “Memorias de la vida, escritos y
descubrimientos de Sir Isaac Newton", en donde informa que, durante su
tiempo de vida, Newton nunca fue acusado de ser arriano ni nada parecido. Por el contrario, informa que los rumores al
respecto comenzaron hasta después de la muerte del físico y fueron causados en
principio por William Whiston, que era un clérigo arriano que, de hecho, tuvo
tensiones con el propio Newton y además se sabe que manipuló ciertos escritos
para imponer información alterada.
De ahí en adelante, muchos se han
encargado de esparcir los rumores. Brewster explica que fue la manipulación de
los socinianos la que causó mayor confusión cuando, años después de muerto
Newton, aquellos republicaron el manuscrito con el título “Sir Isaac Newton on the Trinitarian Corruptions of Scripture”, el
cual no era la idea original del texto. Sin embargo, son muchos los biógrafos los que
han contribuido a la mitificación de Newton como un "hereje"
arriano (especialmente los mismos unitarios o los enemigos del cristianismo que
minimizan o dejan de lado el papel que la religión tuvo en su vida y obra).
Brewster, sin embargo, llegó a la
conclusión de que, aunque las oraciones de Newton hacen una especial
diferenciación entre el papel y la manifestación de Dios como Padre e Hijo, éstas diferenciaciones nunca significaron realmente una
negación de la Trinidad. Newton jamás negó la Trinidad expresamente y nunca se
declaró a sí mismo como arriano, ni sociniano, ni antritinitario, en ningún
escrito. Su biógrafo comentó:
"El hecho de que él no era sociniano se prueba por su proclamada
creencia de que nuestro Salvador fue objeto de “adoración entre los cristianos primitivos,” y de que él era “el Hijo de Dios, tanto como por la Resurrección
de los muertos, como por su nacimiento sobrenatural de la virgen…”
No dudé, al escribir la vida de Sir Isaac Newton en 1830, en llegar a la
conclusión de que él era creyente de la Trinidad, y al emitir este dictamen en
el credo de un hombre tan grande y tan infatigable estudiante de la Escritura,
era muy consciente de que hay varias formas de la verdad trinitaria y varios
modos de expresarla, que han sido recibidos como ortodoxas [hasta] en las sociedades más
puras de la Iglesia Cristiana” [David
Brewster, Memoirs of the Life,
Writings and Discoveries of Sir Isaac Newton, 2 vols.; Edinburgh, 1860), II, p. 340]
El hecho de que Newton no era ninguna especie de antitrinitario se hace especialmente claro
gracias a sus manuscritos teológicos que se conservan todavía en la Universidad de
Jerusalén. En la sección 3 del escrito
"Drafts
of the History of the Church", Newton expresa a todas luces sus
creencias equiparables un trinitarianismo particulado, pero bíblico. Digo “trinitario”
porque expresamente habla de la unión consustancial del Hijo y del Padre y
del Espíritu, así como de la adoración y el culto que se le debe rendir a Dios como Jesucristo; digo “particulado”,
porque, a pesar de ello, se ocupa de hacer un distinción especial en la manifestación, extensión o magnitud de Dios como Hijo, Padre y Espíritu; digo “bíblico” porque tanto la
diferenciación que hace, como la adoración que propone hacia Cristo, es
escritural, basada respectivamente en Juan 14:28 y en Mateo 28:9, Mateo 28:17,
Juan 9:38, Hebreos 1:6.
El científico había estado examinando
los artículos no-bíblicos que habían sido añadidos por la Iglesia al credo de
Nicea, y después de descartar uno por uno aquellos que no fueron escritos
originalmente por la Biblia, el físico expresa una confesión reformulada del
credo básico de fe apostólica que él aprueba. Aseguró:
"Creemos en un Dios, el Padre Celestial, el Hacedor de todas las
cosas visibles & invisibles: y en nuestro Señor Jesucristo el Hijo de Dios,
el único únigenito del Padre, que es de la sustancia del Padre, Dios de Dios,
luz de luz, el Dios verdadero del Dios verdadero, engendrado, no creado,
consubstancial al Padre, por quien todas las cosas que están en el cielo y en
la tierra fueron hechas, quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación
descendió y fue encarnado y hecho hombre, y sufrió, y resucitó al tercer día,
ascendió al cielo y vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. También
creemos en el Espíritu Santo... por quien los profetas hablaron.
Este credo es fácil de entender por las más simples capacidades y de
esta manera es apto para ser propuesto a todos los hombres como los primeros
principios que deben ser de la religión y en esta consideración puede
compararse adecuadamente con leche para bebés. Es corto y fácil de
recordar como uno de los símbolos de lo que la religión debe ser. Todos los
artículos están en las Escrituras en palabras expresas y por lo tanto son
libres de discusión. No contiene repeticiones ni meras teorías como algunos de
los artículos que hemos omitido, sino verdades prácticas en las que toda la
práctica de la religión depende, y por tanto, un sistema de fe en condiciones
de ser aprendido en el primer lugar como el fundamento de toda la religión.
Debemos creer en un sólo Dios a quien amar y temer. Debemos creer que él
es el Padre Todopoderoso, o el primer autor de todas las cosas mediante el
poder de su voluntad, para que podamos agradecerle y adorarlo sólo a él por
nuestro bienestar y por todas las bendiciones de esta vida. Debemos creer que
Él es el Dios de Moisés y los judíos, que creó el cielo y la tierra, el mar y
todas las cosas el mismo, como expresó en uno de los diez mandamientos, que no
tomemos su nombre en vano, ni hagamos imágenes de culto ni semejanzas visibles
ni tener en nuestra adoración cualquier otro Dios más que Él. Porque Él es, sin
semejanza, Él es el Dios invisible a quien ningún ojo ha visto ni puede ver, y
por lo tanto no debe ser adorado en ninguna forma visible. Él es el único Dios
invisible y el único Dios a quien debemos adorar y por lo tanto, no debemos
adorar a ninguna imagen ni ninguna semejanza de imagen visible o de forma.
No se nos prohíbe dar el nombre de dioses a los ángeles o Reyes, pero sí
se nos prohíbe adorarlos como a dioses. Por consiguiente, pueden ser que se
hayan llamado dioses en el cielo o en la tierra (como hay muchos Dioses y
muchos Señores), pero para nosotros no hay sino un solo Dios, el Padre del cual
proceden todas las cosas y nosotros en Él y nuestro Señor Cristo Jesús, por
quien todas las cosas son y nosotros existimos en él, esto es, un solo Dios y
un solo Señor en nuestra adoración: Un Dios y un solo mediador entre Dios y el
hombre: Cristo Jesús.
Tenemos prohibido adorar dos dioses, pero no se nos prohíbe adorar a un
Dios, y un solo Señor: un Dios por la Creación de todas las cosas y un solo
Señor por redimirnos con su sangre. No debemos orar a dos dioses, pero hemos de
orar a un Dios en el nombre de un Dios único. Debemos por lo tanto, pensar
en un solo Señor Jesús y comportarnos nosotros mismos obedientes a Él, como
sujetos a Él, y guardar sus mandamientos, y darle a Él el honor y la
gloria y la adoración que se debe a Él como nuestro Señor y Rey, de otra forma
no seríamos su pueblo. Tenemos que creer que este Señor Jesús es el Cristo,
el Mesías Príncipe, profetizado por Daniel, y debemos adorarlo como el
Mesías, de lo contrario no somos cristianos.
A los judíos que se les enseñó a tener solamente a un Dios también se
les enseñó a esperar a un Rey, y a los cristianos se les enseña en el credo a
tener el mismo Dios y creer que Jesús es el Rey. Y para que le demos el más
alto honor también debemos creer que Él es el hijo de Dios nacido de la virgen
María sin ningún otro Padre mas que Dios mismo. "¿Quién es el mentiroso", dijo Juan,
"sino aquél que niega que Jesús es el Cristo? El anticristo es aquel
que niega al Padre y al Hijo." Y estamos autorizados a llamarlo a él
también Dios: porque el nombre de Dios es en Él. Exod. 23.21. Y debemos creer también que por su encarnación en la
virgen él vino en carne no en apariencia solamente sino realmente y
verdaderamente, siendo semejante en todo a sus hermanos (Heb. 2 17) por cuya
razón él es llamado el Hijo del hombre."
[Isaac Newton, en: Drafts on the history of
the Church (Section 3), (1670), cit. por Yahuda Ms. 15.3, National Library of Israel,
Jerusalem, Israel. Versión Online en The
Newton Project]
Estos fragmentos fueron leídos por Albert Einstein y Ethel Yahuda, quienes los estudiaron en la Universidad de Jerusalén y lograron
estar al día con su publicación en el
siglo XX. Una vez difundidos, han servido para esclarecer aspectos de la
teología newtoniana.
Dado que la Biblia afirma que "Dios
es Uno" y, al mismo tiempo, que Jesucristo dijo: "Mi
Padre y Yo somos Uno", Newton, afirmó su fe en la adoración hacia
Jesucristo, a quien, dice él, podemos llamarle Dios, “porque Dios está en él”,
y a quien "debemos adorar” como nuestro Mesías
divino, “o de lo contrario no somos cristianos".
En su estudio extenso titulado “¿Era Isaac Newton arriano?”, Thomas C. Pfizenmaier concluyó
que:
“Para Isaac Newton la trinidad era válida, mas siempre y cuando se concibe con
una idea monarquiana de dominio como la clave para la comprensión de la unión
del Padre y del Hijo. Newton aplicó este Monarquianismo consistentemente en su
opinión de lo que es la adoración correcta. Varios artículos de “On our Religion to God, to Christ, and the Church”, reflejan el
aspecto... ahí vemos reflejada la preocupación de Newton del ordenamiento
adecuado de la adoración trinitaria de acuerdo con su esquema monárquico en que el Hijo sirve como
intermediario....
En lugar de ser un arriano, Newton se asemejaba más a la posición de
Eusebio [de Cesárea] en el siglo cuatro y a los homoiousianos que lo siguieron.
Newton no era ni "ortodoxo" (en términos del credo de Atanasio), ni
arriano. Él creía que ambos grupos habían caído en especulación metafísica. Él
estaba convencido de que su posición era la verdaderamente bíblica, en la que
el Hijo se afirma como la imagen mismísima del Padre, y que esta posición era
mejor representada por aquellos Obispos en Nicea que sostuvieran que el Hijo era de la
misma clase de sustancia que el Padre, pero no la misma numéricamente.” [C. Pfizenmaier, Thomas. Was Newton an Arian?. Project Muse]
Espero que estos señalamientos
sean suficientes para que quienes buscan el fondo del asunto perciban una
desmitificación de la teoría de un Newton antitrinitario, y encuentren una
reivindicación de su doctrina trinitaria. ¿Qué más pruebas se necesitan?