"Amando a tus enemigos "
Sermón escrito por el Reverendo Martin Luther King Jr.; Premio Nobel de la Paz (1964)
predicado en la Iglesia Bautista de la Avenida Dexter, en Montgomery, Alabama,
el 17 de noviembre 1957.
predicado en la Iglesia Bautista de la Avenida Dexter, en Montgomery, Alabama,
el 17 de noviembre 1957.
"Quiero usar como objeto de lo que voy predicar esta mañana un tema muy familiar, y es familiar para ustedes porque he predicado de este tema dos veces antes de que estuviera en este púlpito. Trato de que sea una especie de costumbre o tradición el predicar de este pasaje de la Escritura, al menos, una vez al año, añadiendo nuevas ideas que me vienen en el camino de nuevas experiencias al dar estos mensajes. Aunque el contenido es básicamente el mismo, nuevas ideas y nuevas experiencias sirven naturalmente para dar nuevos ejemplos.
Así que quiero atraer su atención a este asunto: Amando a tus enemigos. Esto es tan básico para mí porque es parte de mi orientación filosófica y teológica básica — la completa idea del amor, la completa filosofía del amor. En el quinto capítulo del Evangelio registrado por San Mateo, leemos estas palabras muy llamativas fluyendo de los labios de nuestro Señor y Maestro:
"Habéis oído que se ha dicho, 'Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.' Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan. para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos" [Mateo 5:38-45; Lucas 6:27-36]
Ciertamente se trata de grandes palabras, palabras elevadas a proporciones cósmicas. Y a lo largo de los siglos, muchas personas han alegado de que se trata de un mandato extremadamente difícil. Muchos irían tan lejos como para decir que simplemente no es posible llegar esto a la práctica real de este mandato glorioso; llegarían a decir que esto es sólo una prueba más de que Jesús era un idealista impracticable que nunca vino a la tierra. Argumentos así, abundan. Pero lejos de ser un idealista impracticable, Jesús se ha convertido en el realista práctico. Las palabras de este texto brillan a nuestros ojos con una nueva urgencia. Lejos de ser la medida cautelar piadosa de un soñador utópico, este mandato es una necesidad absoluta para la supervivencia de nuestra civilización. Sí, es el amor lo que salvará a nuestro mundo y a nuestra civilización, el amor, incluso hacia los enemigos.
Ahora, permítanme apurarme a decir que Jesús fue muy serio cuando dio esta orden; él no estaba jugando. Él se daba cuenta de que es difícil amar a tus enemigos. Él se daba cuenta de que es difícil amar a aquellas personas que tratan de derrotarte, esas personas que dicen cosas malas sobre ti. Él se daba cuenta de que era dolorosamente duro, apremiantemente difícil. Pero Él no estaba jugando. Y no podemos descartar este pasaje como un ejemplo más de hipérbole oriental, o sólo una especie de exageración para comunicar el asunto. Ésta es una filosofía básica de todo lo que escuchamos que viene de los labios de nuestro Maestro. Porque Jesús no estaba jugando; porque Él fue serio. Tenemos la responsabilidad cristiana y moral de tratar de descubrir el significado de estas palabras, y de descubrir cómo podemos vivir en base a este mandato, y por qué debemos vivir por este mandato.
Ahora primero vamos a ocuparnos de esta cuestión, que es la cuestión práctica: ¿Cómo le haces para amar a tus enemigos? Creo que lo primera es lo siguiente: Para amar a tus enemigos, debes comenzar por analizarte a tí mismo. Y estoy seguro de que les parece extraño, que empiezo diciendo esta mañana que ustedes empiezan a amar a sus enemigos al echar un vistazo a sí mismos. Me parece que esa es la primer manera y la más principal para llegar a un descubrimiento adecuado del cómo es esta situación.
Ahora, estoy consciente del hecho de que a algunas personas ustedes no les van a agradar, no a causa de algo que ustedes les hayan hecho, sino simplemente porque ustedes no les caerán bien. Estoy muy consciente de ello. A algunas personas no les va a gustar la manera en que caminas; a algunas personas no les va a gustar la manera en la que hablas; a algunas personas no les van a caer bien porque ustedes pueden hacer su trabajo mejor de lo que ellas pueden hacer el suyo. A algunas personas no les van a caer bien a causa de otras personas como tú, o porque eres popular, o porque eres muy querido, no les van a agradar. A algunas personas no les va a agradar porque tu pelo es un poco más corto que el de ellas o su pelo es un poco más largo que el de ellas. A algunas personas no les vas a agradar porque tu piel es un poco más brillante que la de ellas; y a otros no les va a caer bien porque tu piel es un poco más oscura que la de ellas. Así que hay algunas personas a las que no les vas a caer bien. Te van a rechazar, no por algo que les hayas hecho, sino debido a diversas reacciones celosas y otras reacciones que son muy frecuentes en la naturaleza humana.
Pero después de ver estas cosas y admitir estas cosas, debemos enfrentarnos al hecho de que una persona puede tener aversión a nosotros debido a algo que nosotros le hayamos hecho hace mucho tiempo, a algún atributo de la personalidad que tengamos, a algo que hayamos hecho en el pasado y hayamos olvidado; pero que fue algo que haya despertado una respuesta de odio en el otro individuo. Por eso es que digo, comiencen con ustedes mismos: puede que haya algo dentro de ustedes que haya suscitado la trágica respuesta de odio en la otra persona.
Esto es cierto en nuestra lucha internacional. Nos fijamos en la lucha, la lucha ideológica entre el comunismo por un lado y la democracia en el otro, y vemos la lucha entre Estados Unidos y Rusia. Ahora, ciertamente, nunca podremos dar nuestra lealtad al estilo de vida soviético, al estilo de vida comunista, porque el comunismo está basado en un relativismo ético y un materialismo metafísico que ningún cristiano puede aceptar. Cuando nos fijamos en los métodos del comunismo, una filosofía en donde de alguna manera el fin justifica los medios, no podemos aceptar eso porque creemos como cristianos que el fin es pre-existente a los medios. Pero a pesar de todas las debilidades y males inherentes en el comunismo, debemos al mismo tiempo ver las debilidades y los males dentro de la democracia.
La democracia es la mejor forma de gobierno que en mi opinión el hombre haya concebido, pero la debilidad es que nunca la hemos tocado. ¿No es cierto que muchas veces hemos abandonado las necesidades de las masas para darle lujos a las clases? ¿No es cierto que muchas veces en nuestra democracia hemos pisoteado individuos y razas con los pies de hierro de la opresión? ¿No es cierto que a través de nuestras potencias occidentales hemos perpetuado el colonialismo y el imperialismo? Y todas estas cosas deben tenerse en consideración mientras miramos a la U.R.S.S. Tenemos que enfrentar el hecho de que el golpe rítmico de los rumores profundos del descontento de Asia y de África, en el fondo es una revuelta contra el imperialismo y el colonialismo perpetuado por la civilización occidental todos esos años. El éxito del comunismo en el mundo de hoy se debe al fracaso que la democracia ha tenido al no practicar los nobles ideales y principios inherentes en su sistema.
Y esto es lo que quiere decir Jesús cuando dijo: "¿Cómo es que quieres ver la paja en el ojo de tu hermano y no ver la viga en tu propio ojo?" O, para ponerlo en la traducción de Moffatt: "¿Cómo es que ves la astilla en el ojo de tu hermano y no puedes ver el tablón que está en tu propio ojo?" Y esta es una de las tragedias de la naturaleza humana. Así que comenzamos a amar a nuestros enemigos y amar a esas personas que nos odian, ya sea en la vida colectiva o en la vida individual, al mirarnos a nosotros mismos.
Una segunda cosa que una persona debe hacer para tratar de amar a su enemigo es descubrir el elemento bueno en su enemigo, y cada vez que comiencen a odiar a esa persona y a pensar en odiar a esa persona, dense cuenta de que hay algo bueno allí y miren esos puntos buenos que pueden sobre-equilibrar los puntos malos.
Les he dicho a ustedes en muchas ocasiones que cada uno de nosotros parece tener algo de una personalidad esquizofrénica: estamos separamos y divididos contra nosotros mismos, y hay una especie de guerra civil teniendo lugar en todas nuestras vidas. Hay un sur recalcitrante de nuestra alma rebelándose contra el norte de nuestra alma, y está una continua adentro de la misma estructura de la vida de cada individuo. Hay algo dentro de todos nosotros que nos hace exclamar con Ovidio, el poeta latino: "Veo y apruebo las mejores cosas de la vida, pero hago las cosas malas." Hay algo dentro de todos nosotros que nos hace exclamar con Platón que la personalidad humana es como un auriga con dos caballos impetuosos, cada uno queriendo ir en diferentes direcciones. Hay algo dentro de nosotros que nos hace exclamar con Goethe: "Hay suficientes cosas en mí para hacer tanto a un caballero como a un granuja." Hay algo dentro de nosotros que nos hace exclamar con el Apóstol Pablo: veo y apruebo las mejores cosas de la vida, pero las cosas malas, "eso hago."
De alguna manera, los "seres" de nuestra naturaleza presente, no está en armonía con los "deber seres" eternos que siempre nos confrontan. Y esto simplemente significa esto: Que en lo mejor de nosotros, hay algo de malo, y en el peor de nosotros, hay algo de bueno. Cuando llegamos a ver esto, tomamos una actitud diferente hacia los individuos. La persona que más te odia, tiene algo bueno en él; incluso la nación que más odia, tiene algo bueno en ella; incluso la raza que más odia, tiene algo bueno en ella. Y cuando llegas al punto en que miras el rostro de cada hombre y ves muy dentro de él lo que la religión llama "la imagen de Dios", comienzas a amarlo a pesar de. No importa lo que haga, ves la imagen de Dios allí. Hay un elemento de bondad del que nunca puede deshacerte. Descubran el elemento bueno en su enemigo. Y al tratar de odiarlo, encuentren el centro de la bondad y ponga su atención allí y entonces tendrán una nueva actitud.
Otra manera en la que amas a tu enemigo es esta: Cuando se presenta la oportunidad para que derrotes a tu enemigo, ese es el momento en que debes decidir no hacerlo. Llegará un tiempo, en muchos casos, cuando la persona que más te odia, la persona que más ha abusado de ti, la persona que más ha chismeado sobre ti, la persona que más ha propagado rumores falsos acerca de ti, llegará un momento en el que tendrás la oportunidad de causar daño a esa persona. Puede que sea en términos de una recomendación para un trabajo; puede que sea en términos en los que puedas ayudar a esa persona a avanzar en la vida y ese es el tiempo en el que debes hacerlo; ese es el significado del amor. En el análisis final, el amor no es este 'algo' sentimental del que se habla. No es meramente una cosa emocional. El amor es buena voluntad, comprensiva, creativa, hacia todos los hombres. Es la negativa a causar daño a cualquier individuo. Cuando te elevas al nivel de amor, de su gran belleza y poder, lo único que buscas derrotar es los sistemas malignos. A las personas que son atrapadas en ese sistema, las amas, pero tratas de derrotar ese sistema.
La lengua griega, como lo he dicho antes tantas veces, es muy poderosa en este punto. Viene a asistirnos bellamente para señalarnos el verdadero significado y la profundidad de toda la filosofía del amor. Y creo que es muy a propósito en este punto, porque ves que la lengua griega tiene tres palabras para el amor, curiosamente. Habla de amor como "eros"; esa es una palabra para el amor. "Eros" es una especie de amor estético; Platón habla bastante de éste en sus diálogos, como una especie de anhelo del alma por el reino de los dioses. Y ha llegado a nosotros a ser una especie de amor romántico, aunque es un hermoso amor. Todos han experimentado el eros en su belleza plena cuando encuentras que una persona te resulta atractiva y que sientes volcarás todo tu gusto y tu amor en esa persona. Eso es eros, ven, y es un amor poderoso, hermoso, que es tratado a través de toda la belleza de la literatura, leemos sobre eso.
Luego, la lengua griega habla sobre "filia," y ese es otro tipo de amor que también es hermoso. Es una especie de afecto íntimo entre amigos personales. Y este es el tipo de amor que ustedes tienen por aquellas personas con las que son amistosas, sus amigos más cercanos, o las personas a las que llamas por teléfono y con las que sales a comer, y su compañero de cuarto en el colegio, y esa clase de tratos.
Es una especie de amor recíproco. A este nivel, te cae bien esa persona porque a esa persona le caes bien. Amas, en este nivel, porque eres amado. Amas, en este nivel, porque hay algo sobre ese persona que amas, que es agradable para ti. Este también es un amor hermoso. Te puedes comunicar con una persona; tienes ciertas cosas en común; te gusta hacer cosas juntos. Este es "filia."
La lengua griega muestra otra palabra para el amor. Es la palabra "ágape"; y ágape es más que eros; ágape es más que filia; ágape es algo de la buena voluntad, de comprensión, de creación, de redención, hacia todos los hombres. Es un amor que no busca nada a cambio. Es un amor desbordante; es lo que los teólogos llamarían el amor de Dios obrando en la vida de los hombres. Y cuando te elevas a amar a este nivel, empiezas a amar a los seres humanos, no porque sean agradables [o simpáticos], sino porque Dios los ama. Miras a todo ser humano, y lo amas, porque sabes que Dios le ama. Y la persona podría ser la peor que hayas visto jamás.
Y esto es lo que pienso que Jesús quiere decir en este mismísimo pasaje, cuando dice: "Ama a tu enemigo." Y es significativo que él no diga, "Que te agrade tu enemigo." Agradar es un algo sentimental, un algo cariñoso. Hay mucha gente que resulta difícil que me agrade. No me gusta lo que me hacen. No me gusta lo que dicen de mí y de otras personas. No me gustan sus actitudes. No me gusta algunas de las cosas que están haciendo. No me gustan [no me agradan]. Pero Jesús dice: "ámalos." Y el amor es mayor que el gusto. El amor es buena voluntad, de comprensión, de redención, para todos los hombres, de modo que amas a todos, porque Dios lo ama. Te niegas a hacer algo que cause dañe a un individuo, porque tienes ágape en tu alma. Y aquí llegas al punto en que amas a la persona que hace la mala acción, mientras odias la acción que esa persona hace. Esto es a lo que Jesús se refire cuando dice: "Ama a tu enemigo." Esta es la manera de hacerlo. Cuando la oportunidad se presenta, cuando puedes causar daño a tu enemigo, no debes hacerlo.
Ahora, para el tiempo que queda, vayamos del práctico "cómo", al teórico "porqué." No sólo es necesario saber cómo hacerle para amar a tus enemigos, sino también descender a la pregunta de por qué debemos amar a nuestros enemigos. Creo que la primera razón por la cual debemos amar a nuestros enemigos (y creo que esto estaba en el corazón del pensamiento de Jesús), es esta: que odio por odio sólo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo. Si yo te golpeo y tú me golpeas, y te devuelvo el golpe y tu me devuelves el golpe, y así sucesivamente, ven, que se lleva hasta el infinito. Simplemente nunca termina. En algún lugar, alguien debe tener un poco de sentido, y esa es la persona fuerte. La persona fuerte es la persona que puede cortar la cadena del odio, la cadena del mal. Y esa es la tragedia de odio, que no se corta. Sólo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo. Alguien debe tener suficiente religión y moral para cortarla e inyectar dentro de la propia estructura del universo ese elemento fuerte y poderoso del amor.
Creo que he mencionado antes que hace tiempo, mi hermano y yo ibamos una noche hacia Chattanooga, Tennessee, desde Atlanta. Él conducía el coche, y por alguna razón, los otros conductores fueron muy groseros esa noche. No reducían la intensidad de sus luces; casi ningún conductor que pasaba atenuaba sus luces. Y recuerdo muy vívidamente, mi hermano A.D. miró y con un tono de enfado, dijo: "Sé lo que voy. Al próximo coche que se acerque y se niegue a bajar las luces, yo tampoco le voy a atenuar las mías y las voy a subir a todo lo que da su poder". Y yo lo miré de reojo y dije: "¡Oh, no, no hagas eso. Habría tanta luz en esta carretera, que terminaría en la destrucción mutua de todos. Alguien tiene que tener algún sentido en este autopista".
Alguien debe tener suficiente sentido común para atenuar las luces, y ese el problema, ¿no es así? Que en tanto que todas las civilizaciones del mundo se mueven por la carretera de la historia, muchísimas civilizaciones, después de haber mirado que otras civilizaciones se negaron a bajar las luces, decidieron negarse también a atenuar las suyas. Y [el historiador Arnold Joseph] Toynbee dice que de las veintidós civilizaciones que se han erigido, todas, a excepción de unas siete, han acabado en el tiradero de la destrucción. Es porque las civilizaciones fallaron en no tener suficiente sentido común para atenuar las luces. Y si alguien no tiene el suficiente sentido común para encender las tenues, bellas y poderosas luces del amor en este mundo, toda nuestra civilización se hundirá en el abismo de la destrucción, y todos terminaremos destruidos porque nadie tuvo ningún sentido en la carretera de la historia. En algún lugar, alguien, debe tener algún sentido. Los hombres deben ver que la fuerza engendra fuerza, el odio engendra odio, la dureza engendra dureza. Y todo se hace una espiral descendente que en última instancia termina en la destrucción de todo y de todos. Alguien debe tener el suficiente sentido común y la moral suficiente para cortar la cadena del odio y la cadena del mal en el universo. Y eso lo haces con amor.
Hay otra razón por la que deben amar a sus enemigos, y eso es porque el odio distorsiona la personalidad de la persona que odia. Solemos pensar en lo que el odio hace por el individuo odiado o los individuos odiados o los grupos odiados. Pero es aún más trágico, es aún más ruinoso y más perjudicial para el individuo que odia. Comienzan odiando a alguien, y comenzarán a hacer cosas irracionales. No puedes ver bien cuando odias. No puedes caminar derecho cuando odias. No puedes mantenerte de pie. Tu visión se distorsiona. No hay nada más trágico que ver a un individuo cuyo corazón está lleno de odio. Llega al punto en el que se convierte en un caso patológico. Porque ante la persona que odia, puedes ponerte de pie y ver esa persona y esa persona puede decirse hermosa, y puedes decir que es horrible. Para la persona que odia, lo bello se vuelve horrible y lo horrible se vuelve hermoso. Para la persona que odia, lo bueno se vuelve malo y lo malo se vuelve bueno. Para la persona que odia, lo verdadero se vuelve falso y lo falso se vuelve verdadero. Eso hace el odio. No puedes ver correctamente. El símbolo de la objetividad se pierde. El odio destruye la estructura misma de la personalidad de la persona que odia...
la forma de ser íntegro en ti mismo es estar seguro de que enfrentas todas las situaciones de la vida con un amor abundante. Nunca odien, porque termina en trágicas respuestas neuróticas. Los psicólogos y los psiquiatras nos dicen hoy que cuanto más nos odiamos, más desarrollamos sentimientos de culpa y empezamos a reprimirnos inconscientemente o suprimir ciertas emociones conscientemente, y todo se amontona en nuestro ser subconsciente y cuasa trágicas respuestas neuróticas. ¿Y no será que la neurosis de muchas personas cuando se enfrentan a la vida es porque hay un elemento de odio por allí? Y la psicología moderna ahora nos llama a amar. Pero mucho antes de que la psicología moderna entrara existiera, el psicólogo más grande del mundo que caminaba alrededor de las colinas de Galilea nos dijo que amáramos; miró a los hombres y dijo: "Amad a vuestros enemigos; no odien a nadie." No es suficiente amar a nuestros amigos, porque cuando empiezas a odiar a una sóla persona, se destruye el centro de tu respuesta creativa a la vida y al universo; así que amen a todos. El odio en cualquier punto es un cáncer que corroe el centro vital de tu vida y tu existencia. Es como un ácido de erosión que corroe lo mejor y la escencia objetiva de tu vida. Así que Jesús dice "amen", porque el odio destruye al que odia, al igual que el que es odiado.
Ahora bien, hay una razón final por la cual creo que Jesús dice: "Amad a vuestros enemigos". Es esta: que el amor tiene dentro de sí un poder redentor. Y hay un poder que eventualmente transforma individuos. Es por eso que Jesús dice: "Amad a vuestros enemigos". Porque si odias a tus enemigos, no hay manera de redimir y transformar a tus enemigos. Pero si amas a tus enemigos, descubrirás que en la misma raíz del amor hay potencial de redención. Tan solo continúas amando a la gente y sigues amándola, a pesar de que te están maltratando. Allí está la persona que es un prójimo, y esta persona te está haciendo algo malo a ti y todo eso. Sólo sigue siendo amable con esa persona. Continúa amándola. No hagas nada para avergonzarlos. Continúa amándolos, y no pueden soportarlo por mucho tiempo. Oh, reaccionan de muchas maneras al principio. Reaccionan con amargura porque están molestos en que los ames así. Reaccionan con sentimientos de culpa, y a veces te odiarán un poco más en ese período de transición, pero sólo continúa amándolos. Y por el poder de tu amor se quebrarán con la carga. Es el amor, ya ven. Es redentor, y es por eso que Jesús dice "amen". Hay algo sobre el amor que se acumula y es creativo. Hay algo sobre el odio que derriba y es destructivo. Así que amen a sus enemigos.
Pienso en uno de los mejores ejemplos de esto. Todos recordamos al gran presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln, este Estados Unidos de antes. ¿Se acuerdan cuando Abraham Lincoln era candidato a la presidencia de Estados Unidos? Había un hombre que corría por todo el país hablando de Lincoln. Decía muchas cosas malas acerca de Lincoln, un montón de cosas desagradables. Y a veces, llegó al punto en que incluso hablaba de su aspecto, diciendo: "Ustedes no quieren un hombre altote, larguirucho, ignorante como este para ser el presidente de los Estados Unidos." Y se fue y siguió y siguió con ese tipo de actitud y escribió sobre eso. Finalmente, un día Abraham Lincoln fue elegido presidente de los Estados Unidos. Y si leen la gran biografía de Lincoln, si leen las grandes obras sobre él, descubrirán que como cada presidente llega a este punto, le llegó el momento de tener que elegir un gabinete. Y llegó la hora de que se elijiera a un secretario de guerra. Miró a lo largo de la nación, y decidió elegir a un hombre con el nombre del señor Stanton. Y cuando Abraham Lincoln sereunión con sus asesores y mencionó este hecho, ellos le dijeron: "Mister Lincoln, ¿es usted un tonto? ¿Sabe usted lo que el Sr. Stanton ha estado diciendo sobre usted? ¿Sabe lo que él ha hecho, lo que le ha intentado hacer a usted? ¿Sabe que él lo ha tratado de vencer en cada momento? ¿Sabe eso, señor Lincoln? ¿Ha leído todos los comentarios despectivos que hizo hacia usted?" Abraham Lincoln estaba delante de los asesores alrededor de él, y dijo: "Oh, sí, ya sé sobre eso; lo leí, y yo mismo lo he escuchado, pero después de examinar el país, me parece que él es el mejor hombre para el puesto"
El señor Stanton llegó a ser secretario de guerra, y unos meses más tarde, Abraham Lincoln fue asesinado. Y si van a Washington, descubrirán que una de las grandes palabras o declaraciones jamás hechas acerca de Abraham Lincoln fue hecho por este hombre Stanton. Y mientras Abraham Lincoln llegaba al final de sus días, Stanton se levantó y dijo: "Ahora pertenece a la historia." Y él hizo una declaración hermosa sobre el carácter y la estatura de este hombre. Si Abraham Lincoln hubiera odiado a Stanton, si Abraham Lincoln hubiera devuelto todo lo que Stanton dijo, Abraham Lincoln no habría no transformado y redimido esa actitud de Stanton. Stanton hubiera ido a la tumba odiando a Lincoln y Lincoln habría ido a la tumba odiando a Stanton. Pero a través de la fuerza del amor, Abraham Lincoln fue capaz de redimir esa actitud de Stanton.
He ahí. Hay un poder en el amor que nuestro mundo todavía no ha descubierto. Jesús lo descubrió hace siglos. Mahatma Gandhi de la India lo descubrió hace unos años, pero la mayoría de los hombres y la mayoría de las mujeres nunca lo descubren. Porque creen en devolver golpes por golpes; creen en dar un ojo por ojo y un diente por un diente; creen en odiar por odiar; pero Jesús viene a nosotros y dice: "Ese no es el camino."
Y ¡oh! esta mañana, al pensar en el hecho de que nuestro mundo está en transición ahora, nuestro mundo se enfrenta a una revolución, nuestra nación se enfrenta a una revolución, nuestra nación; una de las cosas que más me interesa es que en medio de la revolución del mundo y en medio de la revolución de esta nación, descubramos el significado de las palabras de Jesús.
La historia desafortunadamente deja a algunas personas oprimidas y a algunas personas como opresores. Y hay tres maneras en que las personas que están oprimidas pueden hacer frente a su opresión. Una de ellas es levantarse contra sus opresores con violencia física y el odio que corroe, pero, ¡oh, este no es el camino!. Porque el peligro y la debilidad de este método es su inutilidad. La violencia crea muchos más problemas sociales de los que resuelve. Y ya lo he dicho en muchas ocasiones, que, como el Negro, en particular, y los pueblos de color en todo el mundo luchan por la libertad, si sucumben a la tentación de recurrir a la violencia en su lucha, las generaciones futuras serán los recipientes de una larga y desolada noche de amargura, y nuestro principal legado para el futuro será un reinado sin fin de caos sin sentido. La violencia no es el camino.
Otra forma es consentir y ceder, resignarte a la opresión. Algunas personas hacen eso. Descubren las dificultades del desierto al moverse hacia la tierra prometida, y preferirían volver con los déspotas de Egipto porque es difícil llegar a la tierra prometida. Y así, se resignan a la suerte de la opresión; de alguna manera consienten esta cosa. Pero ese tampoco es el camino porque la no-cooperación con el mal es tanto una obligación moral como lo es la cooperación con el bien.
Pero hay otra manera. Y esa es organizar la resistencia no-violenta de masas basándose en el principio del amor. Me parece que esta es la única manera de protestar mientras nuestros ojos miran hacia el futuro. Al mirar a través de los años y a través de las generaciones, desarrollémonos y movámonos así. Debemos descubrir el poder del amor, el poder, el poder redentor del amor. Y cuando lo descubramos, vamos a ser capaces de hacer de este viejo mundo un mundo nuevo. Vamos a ser capaces de ser mejores hombres. El amor es el único camino. Jesús lo descubrió.
No sólo lo descubrió Jesús, incluso grandes líderes militares lo descubrieron. Un día cuando Napoleón llegó hacia el final de su carrera y miró hacia atrás a través de los años, el bárbaro Napoleón que a una edad muy temprana había casi conquistado el mundo, él no se detuvo hasta que se volvió, hasta que se movió a la batalla de Leipzig y luego a Waterloo. Pero ese mismo Napoleón un día vio hacia atrás y miró a través de los años, y dijo:
"Alejandro, César, Carlomagno, y yo, hemos construido grandes imperios. ¿Pero de qué dependían? Dependían de la coherción. Pero hace mucho tiempo, Jesús comenzó un imperio que dependía de amor, y aún al día de hoy, millones morirán por él."
Sí, puedo ver a Jesús caminando por las colinas y los valles de Palestina, y puedo verlo mirando hacia el Imperio Romano con toda su fascinante e intrincada maquinaria militar. Pero en medio de eso, puedo oírle decir: "No voy a utilizar ese método, Tampoco yo odio al Imperio Romano."... Y estoy orgulloso de estar aquí en Dexter esta mañana y decir que aquél ejército [de Jesús] sigue marchando. Surgió a partir de un grupo de once o doce hombres, y se volvió en más de setecientos millones en la actualidad. Porque el poder y la influencia de la personalidad de este Cristo, él fue capaz de dividir la historia en antes y después de Cristo. Debido a su poder, Él fue capaz de sacudir las bisagras de las puertas del Imperio Romano. Y todo el mundo esta mañana, podemos escuchar el eco alegre del anillo de los cielos:
Podemos escuchar a otro coro cantar:
"¡Aleluya, aleluya! ¡Él es Rey de Reyes y Señor de Señores! ¡Aleluya, aleluya!"
Podemos escuchar otro canto coral:
"En Cristo no hay Este ni Oeste. En Él no hay Norte o Sur, Sino una gran comunidad de Amor. A lo largo de todo el ancho mundo. Esta es el único camino."
Y nuestra civilización debe descubrir eso. Las personas deben descubrir eso al tratar con otras personas. Hay un pequeño madero clavado en una pequeña colina y en ese árbol yace el personaje más influyente que ha venido a este mundo. Pero jamás sientan que ese madero es un drama sin sentido que tuvo lugar en las etapas de la historia. ¡Oh, no! Es un telescopio a través del cual miramos la larga vista de la eternidad, y vemos el amor de Dios irrumpiendo en el tiempo. Es un recordatorio eterno que se le hace a una generación ebria de poder, un recordatorio de que el amor es el único camino. Es un recordatorio eterno a una generación dependiente de energía nuclear y atómica, una generación dependiente de la violencia física, un recordario de que el amor es el único poder creativo, redentor, y transformador en el universo.
Así que esta mañana, al mirar sus ojos, y los ojos de todos mis hermanos en Alabama y en toda América y el mundo, les digo, "Los amo. Yo preferiría morir por ustedes." Y soy tan imprudente como para creer que a través del poder de este amor en algún lugar, hombres de la inclinación más recalcitrante serán transformados. Y luego estaremos en el reino de Dios. Seremos capaces de matricularnos en la universidad de la vida eterna, porque tuvimos el poder de amar a nuestros enemigos, de bendecir a las personas que nos maldijeron, de incluso decidir ser buenos con aquellas personas que nos odiaron, y de incluso haber orado por las personas que nos ultrajaron.
¡Oh Dios", ayúdanos en nuestras vidas y en todas nuestras actitudes, a elaborar esta fuerza controladora del amor, este poder controlador que puede resolver todo problema que enfrentamos en todas las áreas. ¡Oh! hablamos de política; hablamos de los problemas que enfrenta nuestra civilización atómica. Concede que todos los hombres puedan reunirse y descubrir que a medida que resolvemos la crisis y resolvemos estos problemas (los problemas internacionales, los problemas de la energía atómica, los problemas de la energía nuclear, y sí, incluso el problema racial), podamos unirnos juntos en un gran comunión de amor y postrarnos a los pies de Jesús. Danos esta firme determinación. En el nombre y en el espíritu de este Cristo, oramos. Amén."
Bibliografía
Tomado a partir del sermón original en inglés: "Loving Your Enemies", publicado en audio original y versión electrónica por el Martin Luther King, Jr. Research and Education Institute, Papers Project; Universidad de Stanford.
Traducción especial al español para Creyentes Intelectuales