jueves, 5 de julio de 2012

John Ray: "Honrar a Dios"




John Ray (1627-1705) fue un notable naturalista inglés, considerado el fundador de la biología moderna y usualmente llamado el "padre de la historia natural".

Estudió en el Colegio Trinidad (Cambridge) donde fue compañero de Isaac Barrow y estudiante de James Duport.

Publicó importantes trabajos sobre botánica, zoología, y teología natural. Hizo una clasificación de las plantas en su Historia Plantarum, obra que dio lugar a la taxonomía moderna. También fue el primer científico en definir el término "especie".  

Entre las grandes obras teológicas de Ray, se encuentran "Una Persuación a una Vida Santa" (1700) y "Los Tres Discursos Psico-Teológicos" (1692).

Su fe cristiana

En su libro "La Sabiduría de Dios Manifestada En las Obras de la Creación" (1691), John Ray escribió: 
"No hay mayor, al menos no hay argumento más palpable y convincente de la existencia de una Deidad, que el arte admirable y la sabiduría que se descubre en sí misma en la acción y la constitución, el orden y disposición, los propósitos y usos de todas las partes y miembros de esta majestuosa fábrica de los Cielos y la Tierra." (Ray 1717, Parte I).
"Para un hombre libre no hay ocupación más digna y encantadora que contemplar las hermosas obras de la naturaleza y honrar la sabiduría y bondad infinitas de Dios."  (Ray, citado en Graves 1996, p. 66, también en Yahya, 2002).

Ray también estaba reacio a la teoría de la generación espontánea; sobre esto, comentó sobre los estudios de Francisco Redi sobre biogénesis, que sería postulada más tarde por Louis Pasteur).
"Ya sea generación espontánea o generación de animales, como ha sido la opinión constante de naturalistas hasta ahora, creo que hay buenas razones para cuestionarla. Me parece que en la actualidad lo más probable, es que no hay tal cosa, sino que incluso todos los insectos son el resultado natural de los padres de la misma especie con ellos mismos. F. Redi ha hecho algo bueno para probar esto, después de haber aclarado el momento de generación respecto a la materia putrida... Espero en breve ser capaz de dar cuenta de la generación de algunos de esos insectos que se ha creido son espontáneos, y que es tan poco probable, que parecen producirse de la forma ordinaria y habitual." En una carta de 1671 de John Ray a los miembros de la Royal Society de Londres.]
John Ray leyó a Robert Boyle y lo citó al menos 5 veces en su obra "La Sabiduría de Dios Manifestada en la Las obras de la Creación," diciendo en una de ellas:

"Leyendo últimamente 'El Cristiano Virtuoso' escrito por el mismo autor de 'Investigación sobre la nociones vulgares de la naturaleza' (el ilustre Sr. Boyle, encuentro ahí estas palabras:
'Tampoco será eludida la fuerza de todo que ha sido dicha por la Providencia especial de Dios, por decir algunos deistas que 'después de la primera formación del universo, todas las cosas fueron establecidas por las leyes de la naturaleza'... Veo a la ley como a la moral, no como una fuerza física, siendo verdaderamente no más que una cosa teórica, según la cuál un agente inteligente y libre está destinado a a regular sus acciones. Pero los cuerpos inanimados son completamente incapaces de entendimiento; lo que es, o lo que se ordena, o cuando ellos actúan concordantemente incómodamenre para eso: por lo tanto las acciones de cuerpos inanimados, que no pueden ni iniciar ni moderar sus propias acciones, son producidos por un Poder real, no por una ley' 
Todo ello siendo consonate a lo que yo he escrito aquí, en contra de lo que tomé como hipótesis de esta persona honorable, debo necesitar, hacerle bien, y reconocer que yo estaba equivocado; y ahora percibo que su opinión era que Dios Altísimo no sólo había establecido leyes y reglas del movimiento local entre las partes de la materia universal, sino que [también] hizo, y lo hace también Él mismo, ejecutarlas, o mover las partes de la materia, de acuerdo con ellas: Así que estamos de acuerdo en lo principal, diferenciando principalmente acerca del Agente que ejecuta esas leyes, que Él sostiene ser el mismísimo Dios..."  (pág. 50) ( Isaac Newton también habló sobre esto)
Ray extendió su visión de la creación conforme a la enseñanza bíblica:
"Nosotros los cristianos, no pensamos que el servicio de los animales que viven sobre la Tierra, y principalmente el hombre, fue el propósito de Su creación; viendo que sin Él tales cosas no podrían haber sido." (pág. 65)
"Las palabras obscenas e impuras son otro efecto vicioso de la lengua. Esas son principalmente los discursos podridos de los cuáles el Apóstol habló en Efesios V. Los oídos castos aborrecen los tales, que tienden a la depravar la corrupción de los oyentes: y han de estudiarse con esmero y evitarse cuidadosamente por todos los que pretenden al cristianismo, Ef. V. 3. 'Pero la fornicación y toda inmundicia, ni aun se nombre entre vosotros'. " (pág. 393)
"La vida de un cristiano es una guerra continua, y tenemos enemigos poderosos y vigilantes que acechan con los que además nos encontrarnos: el diablo, el mundo, y esta carne corrupta que llevamos con nosotros." (Ray 1717, 401). 
"Aquél que con su armadura cristiana lucha con valentía en contra, y repele, las tentaciones y los asaltos de sus enemigos espirituales, aquél que guarda sus ropas limpias, y su conciencia libre de ofensa hacia Dios y hacia el hombre, disfrutará de paz perfecta aquí, y seguridad para siempre." (Ray 1717, 402).
"La práctica de la mentira es un ejercicio diabólico, y los que lo utilizan son los hijos del diablo, como nuestro Salvador nos dice: Juan VIII. 44. "Vosotros sois de vuestro padre el diablo &c. porque él es un mentiroso y el padre de la misma [mentira]" Y, al final, es un pecado que nos excluye del cielo, y deprime al alma en el infierno, Rev. XXI. 8. "Todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." ("La Sabiduría de Dios Manifestada En las Obras de la Creación" (1691), Parte II, p. 391). 
"Dirán ustedes ¿cómo manifestaremos cuidado por nuestras almas?, ¿qué haremos por ellas?. Yo respondo, lo mismo que hacemos para nuestros cuerpos:Primeramente, alimentamos nuestros cuerpos; nuestras almas también deben ser alimentadas: El alimento del alma es conocimiento, sobre todo, conocimiento de las cosas de Dios, y las cosas que conciernen a la felicidad y paz etern: la doctrina del cristianismo, la Palabra de Dios leída y predicada, 1 Pedro II :2. 'Como niños recién nacidos, desead la leche pura de la Palabra, para que crezcáis de ese modo'. Heb. V. 12. El Apóstol habla tanto de la leche como de la carne firme. La leche allí se refiere a los principios de la doctrina de Cristo: Y de nuevo, [en] 1 Cor. II. 3. "Os di a beber leche y no con carne, porque aún no erais capaces de soportarlo".
Así vemos en la frase del Apóstol, la alimentación del rebaño, es la enseñanza y la instrucción a ellos. El conocimiento es la base de la práctica, es imposible hacer la Voluntad de Dios antes de que la conozcamos, la Palabra debe ser recibida en un buen corazón, honesto y entendido, antes de cualquier fruto pueda ser dado a luz. En segundo lugar, En segundo lugar, sanamos y curamos nuestros cuerpos, cuando están enfermos de adentro, o herido por el exterior: El pecado es la enfermedad del alma, Mateo. IX. 12. "Los sanos no necesitan médico, sino los que estan enfermos", dice nuestro Salvador por medio de una similitud, que explica en el versículo siguiente: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento" para la cura de esta enfermedad, un humilde arrepentimiento, serio, [caluroso] de corazón, es el único purgante, no para expiar la culpa de [el pecado], sino para nosotros calificarnos para ser partícipes del beneficio y de la expiación que nuestro Salvador Cristo ha hecho, por el sacrificio de sí mismo, y restituirnos al favor de Dios, que habíamos perdido.(John Ray,  "La Sabiduría de Dios Manifestada En las Obras de la Creación" (1691), p. 399-400; citas bíblicas del texto original).
Obras de John Ray:

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